Aunque el juez encontró que Lin Min no tenía intenciones maliciosas, dijo que la maestra había hecho caso omiso de los efectos negativos del abuso infantil y debería ser castigada en consecuencia.

Lin Min, de 35 años, se había declarado previamente culpable de tres cargos de abuso infantil . Las víctimas tenían entre uno y tres años. Los nombres de los niños y el lugar específico de los incidentes no se revelaron debido a las leyes de privacidad.

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Lin Min, exmaestra de preescolar de Kinderland, llega al tribunal el 19 de noviembre de 2024. Foto: CNA

"Comportamiento irresponsable pero no malicioso"

Durante el juicio, el juez John Ng rechazó el argumento de la defensa de que Lin actuó por preocupación por el bienestar del niño y que los incidentes ocurrieron porque ella era demasiado entusiasta en su trabajo.

"El acusado demostró una clara indiferencia ante el impacto negativo de sus acciones al obligar al niño a beber agua", enfatizó el juez John Ng. "Sin embargo, acepto que el acusado no actuó con malicia".

También señaló que si bien el impacto físico no fue grave, el daño psicológico a las víctimas, padres y otros niños que presenciaron el incidente fue innegable.

Según Channel News Asia , el tribunal consideró circunstancias atenuantes, incluida la declaración de culpabilidad de Lin, la falta de antecedentes penales y haber pasado dos semanas en el Instituto de Salud Mental en 2023.

Después de la sentencia, Lin, a través de su abogado, solicitó un retraso de una semana en la ejecución de su sentencia para organizar el cuidado de su hijo pequeño, que tiene circunstancias especiales y está muy apegado a ella.

Antecedentes del caso

El caso de Lin cobró notoriedad en 2023 tras la viralización de los videos de abuso. Posteriormente se revelaron varios otros casos que involucraban a docentes del mismo sistema preescolar. Lin fue despedida y se le prohibió trabajar en el sector preescolar.

Según los registros judiciales, el 30 de junio de 2023, Lin obligó a una niña de casi dos años a acostarse y le echó agua en la boca. La niña tosió y se atragantó con el agua. Después de eso, se despertaba con frecuencia en mitad de la noche, llorando y diciendo repetidamente "no" y "adiós, maestra".

También en junio de 2023, Lin se enfureció e intentó obligar a un niño de 2 años a beber agua, sujetándolo y obligándolo a tumbarse en el suelo. Unos días después, continuó apretándole la frente e inclinándole la cabeza hacia atrás para obligarlo a beber agua. Desde entonces, el niño ha tenido pesadillas y gritado: "¡No, no, no quiero!".

El fiscal Jotham Tay enfatizó en su sentencia que las acciones de Lin constituyeron "crueldad genuina". Mientras tanto, su abogado defensor argumentó que su cliente no tenía mala intención, sino que simplemente le preocupaba que la niña estuviera deshidratada.

Según la ley de Singapur, el abuso infantil se castiga con hasta ocho años de prisión y/o una multa máxima de 8.000 SGD (aproximadamente 155 millones de VND).

Fuente: https://vietnamnet.vn/co-giao-mam-non-bi-phat-tu-vi-ep-tre-uong-nuoc-2380618.html