La fiebre del oro del siglo XIX: el capítulo que cambió el mundo
En 1848, cuando James W. Marshall descubrió oro accidentalmente en Sutter's Mill (California, EE. UU.), nadie esperaba que se desatara una fiebre del oro mundial. La noticia se difundió rápidamente. Miles de personas de todas partes acudieron al Oeste americano con la esperanza de cambiar sus vidas.
Pronto, se sucedieron otras fiebres del oro en Australia, Sudáfrica y Canadá, lo que dio lugar a una de las mayores migraciones económicas de la historia. Surgieron nuevas ciudades, se desarrollaron rápidamente sistemas de transporte como el ferrocarril y las finanzas mundiales comenzaron a tomar forma con la llegada de la banca y las redes comerciales.
Sin embargo, no todo fue oro. La fiebre también trajo tragedia: las comunidades indígenas fueron expulsadas, el entorno natural quedó devastado y la mayoría de los buscadores de oro regresaron con las manos vacías, y solo unos pocos afortunados lograron amasar una fortuna.
Más de 175 años después, en 2025, el oro ha vuelto a acaparar casi toda la atención mundial. Su precio ha alcanzado niveles sin precedentes, lo que refleja una creciente incertidumbre entre los inversores y la gente común.
Tras comenzar el año en 2.624,50 dólares la onza, el oro se ha disparado hasta los 3.296,40 dólares la onza en los primeros cuatro meses, un aumento de casi el 26 %. En un momento dado, el precio incluso superó los 3.500 dólares la onza.
El ETF de oro más grande del mundo, SPDR Gold Trust (GLD), también ha subido más de un 28% en lo que va de año y un 46% en lo que va de año, lo que refleja una prisa hacia los activos de refugio seguro.
Algunos expertos optimistas predicen que los precios del oro podrían alcanzar los 3.700-3.810 dólares la onza antes de fin de año, mientras que los más cautelosos advierten de la posibilidad de una fuerte corrección.

Este año los precios del oro han alcanzado continuamente nuevos picos, superando incluso en ocasiones la marca de los 3.500 dólares la onza (Foto: Getty)
¿Qué impulsa la actual fiebre del oro? Hay cinco factores principales estrechamente relacionados con el alza del precio del oro. En primer lugar, las tensiones comerciales, las disputas territoriales y los enfrentamientos entre grandes potencias aumentan la demanda de oro como refugio seguro. En segundo lugar, los bancos centrales están comprando oro activamente, especialmente en Asia, a medida que muchos países reducen sus reservas de dólares estadounidenses y aumentan las compras de oro para alcanzar la independencia financiera.
La preocupación por la inflación y el debilitamiento del dólar estadounidense también son factores que impulsan el alza del precio del oro. Los inversores temen que su dinero pierda valor, por lo que invierten en oro, a la vez que esperan que la Reserva Federal recorte los tipos de interés, lo que impulsará aún más el precio del oro. La cuarta razón es la volatilidad del mercado bursátil, cuando las fuertes caídas de las acciones tecnológicas convierten al oro en un refugio seguro ideal.
La última razón es la afluencia masiva de capital de inversores institucionales e individuales. Tanto grandes como pequeños inversores están invirtiendo grandes cantidades en oro, a través de diversos canales, desde el oro físico hasta productos financieros relacionados.
“Fiebre de la era digital”: ¿Cómo es la inversión en oro ahora?
Si en el pasado la fiebre del oro estaba asociada a intensas excavaciones en la naturaleza, la fiebre del oro de 2025 ocurrirá con solo... un clic del ratón.
El mundo digital ha abierto un sinfín de maneras más convenientes que nunca para acceder al oro, desde poseer oro físico —la opción preferida por quienes aprecian su valor tangible— hasta invertir en ETF de oro para aprovechar su alta liquidez. Productos financieros como las acciones de empresas mineras de oro o los contratos de futuros de oro también ofrecen a los inversores un acceso indirecto y más flexible al mercado. El oro incluso se está integrando en las cuentas de jubilación, convirtiéndose en parte de una estrategia de protección patrimonial a largo plazo.
En este nuevo juego, la fuerza física ya no es el factor decisivo; la estrategia, la tecnología y la agilidad son las claves del éxito.
Con el alza del oro, los expertos advierten a los inversores que no se dejen llevar por la ceguera. Las señales positivas respaldan los precios del oro, incluyendo las expectativas de un recorte de tipos por parte de la Fed y un dólar estadounidense más débil, lo que abre margen para nuevas subidas de precios. Las incertidumbres geopolíticas latentes refuerzan la condición del oro como activo refugio; y una oleada de compras de oro por parte de los bancos centrales, especialmente en los mercados emergentes, apenas comienza.
Sin embargo, hay salvedades: el oro se está convirtiendo en una de las operaciones más concurridas a nivel mundial, y la historia demuestra que la sobrepoblación suele ser señal de fuertes correcciones. Si la situación financiera se estabiliza, la demanda de refugio disminuirá, lo que ejercerá una gran presión sobre los precios del oro. En particular, la psicología de masas es muy susceptible a cambios repentinos de tendencia ante malas noticias, especialmente para los inversores con miedo a perderse algo (FOMO) que compran a precios altos.
Para evitar ser víctimas de la fiebre del oro digital, los expertos aconsejan a los inversores mantenerse alerta y desarrollar una estrategia bien pensada. La diversificación es la regla de oro: nunca pongas todos tus huevos en la misma canasta. Prioriza las inversiones a largo plazo en lugar de perseguir oportunidades efímeras y el miedo a perderte algo.
Elegir el producto de inversión adecuado también es importante: si necesita alta liquidez, los ETF de oro son la opción ideal; pero si desea almacenar activos a largo plazo, el oro físico sigue siendo un canal confiable, aunque es difícil de vender rápidamente. Además, es necesario seguir de cerca las políticas monetarias y la evolución económica mundial, y calcular cuidadosamente los costos incurridos, como el almacenamiento, la negociación o la gestión de cartera.

Los inversores temen que el dinero pierda valor, por lo que transfieren sus activos al oro y, al mismo tiempo, esperan que la Fed reduzca los tipos de interés, lo que impulsará aún más los precios del oro (Foto: Finbold).
Perspectivas futuras
Las previsiones sobre el futuro del oro son objeto de intensos debates. Un grupo cree que los precios del oro seguirán subiendo si no se controlan eficazmente los riesgos geopolíticos y la inflación global. El otro grupo cree que el optimismo actual es excesivo y que un shock psicológico podría provocar una corrección drástica en el mercado del oro.
Los factores clave a tener en cuenta en el próximo período incluyen la política de tasas de interés de la Reserva Federal de EE. UU., la fortaleza del dólar estadounidense, las estrategias de compra de oro de los principales bancos centrales, como China e India, así como las crisis inesperadas de la economía global o la geopolítica. En cualquier caso, en esta "fiebre", la cautela y una visión a largo plazo serán la guía para quienes deseen convertir el oro en una verdadera herramienta de protección de activos y crecimiento.
La fiebre del oro de este año no se limita a los precios, sino que refleja una profunda sensación de inseguridad en el volátil mundo actual. Como en 1849, en tiempos de turbulencia, la gente busca refugio. El oro, con su historia milenaria como símbolo de valor, ha sido, es y probablemente seguirá siendo el rey de los inversores globales.
Pero recuerda que las grandes oportunidades siempre conllevan riesgos. Ser cauteloso, estar alerta y tener la estrategia adecuada será la clave para no quedar "sepultado" bajo esta brillante luz dorada.
Fuente: https://dantri.com.vn/kinh-doanh/con-sot-vang-lich-su-co-lap-lai-trong-thoi-dai-so-20250427204819577.htm
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