Desde los exoesqueletos que mejoran la movilidad, la fuerza y la capacidad de carga personal hasta la inteligencia artificial (IA) que controla los sistemas de armas, el equipamiento del futuro soldado está siendo moldeado por los avances tecnológicos.
Tecnologías que convierten a los soldados en “supersoldados”
Los exoesqueletos o estructuras metálicas externas de soporte se están convirtiendo en el foco de investigación en muchos países. Estados Unidos ha probado con éxito TALOS, un exoesqueleto que ayuda a los soldados a levantar 90 kg con facilidad, aumentar la velocidad de movimiento y reducir la fatiga. China también anunció el proyecto Metal Wolf para aumentar el blindaje antibalas e integrar sensores multitarea para cada soldado.
El Ejército de EE. UU. está probando un prototipo de exoesqueleto. Foto: Defesne News |
"Los exoesqueletos transformarán por completo el concepto de fuerza física en el campo de batalla. Para 2035, podrían convertirse en equipo estándar, ayudando a los soldados a operar de forma continua durante 48 horas sin descanso", afirmó el Dr. John Richardson, del Instituto de Investigación de Defensa de EE. UU.
Para todo soldado, las armas son indispensables. Las futuras armas personales integradas con IA son una tendencia notable. El proyecto estadounidense IVAS equipa a los soldados con gafas de realidad aumentada (RA), que muestran mapas del campo de batalla, identifican objetivos y traducen los idiomas enemigos en tiempo real. Mientras tanto, el Ejército ruso está desarrollando Marker, un robot de combate autónomo que utiliza IA para analizar tácticas.
Las nuevas tecnologías de materiales, especialmente los compuestos, están ayudando a crear ropa que no solo camufla a los soldados, sino que también proporciona una capa básica de protección. Materiales como el grafeno, la fibra de carbono ultrarresistente y los adhesivos autorreparadores están revolucionando el diseño de chalecos antibalas.
El Ejército británico ha probado InvisiShield, un blindaje a base de grafeno de tan solo 2 mm de grosor, pero capaz de resistir balas perforantes de 7,62 mm. Mientras tanto, Estados Unidos ha desarrollado Adaptive Camo, un revestimiento de camuflaje térmico que ayuda a los soldados a volverse invisibles a las cámaras infrarrojas.
El Dr. James Carter, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE. UU.), enfatizó: «Los nuevos materiales no solo protegen vidas, sino que también optimizan la movilidad. Una armadura ligera permitirá a los soldados moverse el doble de rápido, reduciendo el riesgo de bajas en combate en un 30 %».
Otro elemento clave del soldado del futuro es la conectividad. Formarán parte de un sistema unificado de mando, reconocimiento y combate. El concepto de Internet de las Cosas en el Campo de Batalla (IoBT) se está convirtiendo en la columna vertebral de la guerra moderna. Los soldados estadounidenses están equipados con Nett Warrior, un dispositivo que conecta a todos los miembros de la unidad, compartiendo datos del terreno, la ubicación del enemigo y solicitudes médicas de emergencia. El ejército chino también está desarrollando SkyNet, un sistema de IA que analiza datos de drones, satélites y sensores terrestres para tomar decisiones tácticas en 0,1 segundos.
Prototipo del equipamiento del futuro soldado del Ejército Ruso. Foto: TASS |
Cuanto más automatizados estén los sistemas de sensores y las armas, mayor será el problema para los soldados: la fuente de energía eléctrica para alimentar el equipo que llevan. Se están observando tecnologías de biobaterías y la capacidad de recargarse sin estar conectados, como por ejemplo: el proyecto alemán de biobaterías utiliza bacterias para convertir residuos en electricidad, proporcionando energía continua a dispositivos electrónicos. Estados Unidos desarrolla la tecnología de chalecos de carga inalámbrica: una armadura con inductores integrados que carga las baterías de las armas mediante ondas electromagnéticas.
¿Quién gobernará el futuro campo de batalla?
Según el informe del Instituto Nacional de Investigación de Defensa de EE. UU. (RAND), para 2040, el 70 % de las misiones de combate serán realizadas por robots, vehículos aéreos no tripulados (UAV) y sistemas de inteligencia artificial (IA). Los soldados ya no serán fuerzas de combate directas, sino que pasarán al control remoto, el análisis de datos y la toma de decisiones tácticas.
En concreto, la Fuerza Aérea de EE. UU. está desarrollando el programa Skyborg, un sistema de IA que controla aviones de combate no tripulados, lo que permite a los pilotos humanos supervisar varios UAV simultáneamente. China está invirtiendo fuertemente en robots de combate como Sharp Claw, que pueden identificar objetivos automáticamente y luchar en solitario.
Según la revista militar Topwar, en el futuro campo de batalla, los robots de combate sustituirán el 30 % de las tareas peligrosas, reduciendo así las bajas humanas. La profunda integración de la IA permite al sistema recibir, analizar y tomar decisiones tácticas para los soldados 10 veces más rápido que en la actualidad, con un tiempo de reacción promedio de tan solo 0,5 segundos.
El ex asesor del Pentágono, mayor general John Davis, imagina un futuro campo de batalla donde cada soldado es una “célula” de guerra en red: “Para 2035, cada soldado será un centro de comando móvil, conectado a sistemas satelitales y vehículos no tripulados para optimizar el rendimiento del combate”.
El futuro soldado no es solo un simple elemento de combate, sino el "centro" de recepción, procesamiento de información y toma de decisiones en el campo de batalla. Foto: Topwar |
Además de las armas cinéticas y químicas tradicionales, las armas de energía enfocada o de rayos de partículas, como los láseres y las microondas, desempeñarán un papel importante.
El profesor David Lee, de la Real Academia Militar del Reino Unido, predice: «El futuro pertenece a los ejércitos que saben combinar la tecnología con la estrategia humana. Por muy poderosa que sea la IA, el factor decisivo sigue siendo el pensamiento creativo y la voluntad del soldado».
La revolución del equipamiento militar marca el comienzo de una nueva era, donde la tecnología y los soldados se fusionan. Sin embargo, el éxito no solo depende del presupuesto o la tecnología, sino también de la capacidad de entrenar a los soldados para que se adapten a la tecnología, manteniendo al mismo tiempo los valores morales y humanos.
"Las máquinas pueden cambiar el campo de batalla, pero es el corazón y la mente humanos los que realmente ganan la batalla", enfatizó el general Mark Milley, ex jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos.
TUAN SON (síntesis)
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Fuente: https://baodaknong.vn/cong-nghe-dang-dinh-hinh-trang-bi-cua-nguoi-linh-tuong-lai-tren-chien-truong-253426.html
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