Tras el traumatismo craneoencefálico, durante los primeros diez días en casa, estuvo conectado a un respirador mediante tubo endotraqueal, alimentado por sonda nasogástrica, recibió transfusiones de sangre y tratamiento intensivo. Aunque ya había superado la fase crítica, la esperanza de recuperación parecía remota. Un mes después, su familia lo llevó al Hospital Internacional de la Ciudad de Ho Chi Minh para recibir tratamiento adicional, con la esperanza de un milagro.
Daño grave al sistema nervioso central tras una lesión cerebral traumática
Al recibir al paciente, el equipo pediátrico determinó de inmediato que se trataba de un caso extremadamente grave. El sistema nervioso central estaba gravemente dañado, el hígado y los riñones no se habían recuperado, la fuerza muscular estaba disminuida y los reflejos eran débiles. El niño había perdido casi por completo la capacidad de comunicarse y moverse, y dependía totalmente de la atención médica .
El 8 de agosto, la doctora especialista Nguyen Thi Hong Cam (Departamento de Pediatría, Hospital Internacional de la Ciudad) declaró: «No solo tratamos el daño orgánico, sino que también debemos activar cada capacidad vital del niño, desde la respiración activa y el reflejo de deglución hasta el estado de alerta, las emociones y la percepción. Es un proceso que requiere paciencia, experiencia y una profunda empatía».
El régimen de tratamiento se implementa de manera integral, desde la nutrición intravenosa con nutrición individualizada, el tratamiento de úlceras por presión, el control de infecciones, combinado con fisioterapia diaria para mantener la función respiratoria y reiniciar la actividad del sistema nervioso central.
Controla cada signo vital del bebé.
Diez días después de su ingreso en el hospital, un periodo corto pero intenso, el bebé comenzó a reaccionar a estímulos del entorno, como mover los ojos, temblar las manos y moverse levemente. Para los demás, eran señales normales. Pero para el equipo médico, eran los primeros indicios de una recuperación positiva.
Cada día que pasa, el paciente da pequeños pasos adelante, como poder comer unas cucharadas de leche, respirar con normalidad, emitir algunos sonidos discretos… El proceso de mejora del estado general del niño se manifiesta claramente en su pequeño cuerpo.

El camino de la niña hacia la recuperación
FOTO. NH
“En particular, la historia de la niña es también una historia de confianza y generosidad. Su padre, un profesor dedicado que imparte clases como voluntario desde hace muchos años, se ha convertido en un puente de amor, ya que estudiantes, amigos, vecinos e incluso personas que nunca han conocido, le envían buenos deseos, donan hasta el último centavo y se unen para apoyarla”, compartió el Dr. Hong Cam.
Fue el cálido apoyo de la comunidad en su país de origen y los esfuerzos del equipo médico vietnamita lo que ayudó al bebé y a su familia a superar el desafío y recuperarse positivamente.
Según el Dr. Cam, aunque S. ya fue dada de alta del hospital, su recuperación aún es larga. Continuará con la fisioterapia en casa, se monitorearán sus indicadores neurológicos y practicará gradualmente el movimiento y la comunicación. Pero el milagro lo escribió ella: una joven camboyana delgada que estuvo a punto de quedar postrada en cama, ahora sonríe con la mirada puesta en un futuro lleno de esperanza.
Fuente: https://thanhnien.vn/cuu-be-gai-14-tuoi-bi-chan-thuong-so-nao-nang-18525080809440676.htm






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