La piel arrugada y flácida, así como los trastornos de la pigmentación, son señales de alerta del envejecimiento. Es necesario aplicar protector solar con regularidad y cambiar la dieta para retrasar los signos del envejecimiento.
El 29 de septiembre, la Dra. Nguyen Thi Thu Phuong, del Departamento de Dermatología del Hospital Bach Mai, afirmó que, junto con el proceso general de envejecimiento del cuerpo, el envejecimiento de la piel se produce de forma regular, continua e inevitable. Este proceso comienza a los 25 años o incluso antes.
Con el envejecimiento, la piel se arruga, se vuelve flácida y las bolsas bajo los ojos se hacen más visibles. A continuación, aparecen trastornos de la pigmentación, como manchas de la edad, pecas y manchas marrones o blancas. La piel presenta vasos sanguíneos dilatados, sus funciones protectoras y regenerativas se ven afectadas, se daña con facilidad y su cicatrización es lenta. Las arrugas aparecen cada vez más y se profundizan. En general, la piel pierde su suavidad, se vuelve seca, áspera, menos firme y opaca.
"El envejecimiento de la piel hace que las personas luzcan viejas, cansadas y sin vida, lo que provoca pérdida de confianza y afecta la comunicación", afirmó el Dr. Phuong.
Al igual que otros órganos del cuerpo, el envejecimiento de la piel se debe a factores internos y externos. El envejecimiento interno (biológico) se produce debido a cambios naturales en el cuerpo. Estos cambios se ven influenciados por factores como los genes, el metabolismo celular, las hormonas y el metabolismo. El envejecimiento externo (ambiental) es el resultado del daño causado por los radicales libres por la exposición acumulada a la luz solar, la contaminación, el humo del cigarrillo, una dieta desequilibrada, un estilo de vida irregular y un cuidado inadecuado de la piel.
Según el Dr. Phuong, los principales factores prevenibles del envejecimiento cutáneo son la exposición al sol, la piel seca por pérdida de retención de líquidos, la contaminación ambiental, los hábitos de vida y un estilo de vida estresante. Por lo tanto, limitar estos factores retrasará o mejorará el envejecimiento cutáneo.
Los métodos incluyen la protección solar, hidratar la piel adecuadamente, evitar ambientes contaminados y polvorientos, consumir una dieta rica en verduras y frutas, beber suficiente agua y evitar el estrés mental. Las medidas de protección solar incluyen el uso de protector solar, medidas mecánicas como ropa protectora, sombreros de ala ancha, gafas de sol y limitar la exposición al sol entre las 10:00 y las 14:00.
Usar el protector solar correctamente también es importante. Elija un protector solar de amplio espectro que proteja contra los rayos UVA y UVB al aire libre. Al nadar, use un protector solar resistente al agua.
Un error común es no aplicar suficiente protector solar y solo aplicarlo una vez al día. La cantidad recomendada para el rostro es de 1/4 a 1/3 de cucharadita. Aplíquelo de 15 a 30 minutos antes de la exposición al sol y reaplíquelo cada 2 o 3 horas.
Una dieta para una piel más sana incluye: Beber al menos 2 litros de agua/día, comer muchas verduras y frutas verdes; limitar los dulces, las grasas, las frituras; una dieta rica en vitamina C, vitamina A, omega 3, flavonoides, selenio... Los flavonoides son abundantes en los brotes de soja, el chocolate, el té verde, el vino, las uvas... El selenio es abundante en el pavo, los cereales...
Cuando hay signos de envejecimiento de la piel, es necesario consultar a un médico para evaluar con precisión el nivel y utilizar medicamentos tópicos, medicamentos orales y procedimientos cosméticos adecuados para ayudar a revertir los signos del envejecimiento.
Le Nga
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