El inventor Alexander Graham Bell tenía grandes esperanzas en el teléfono óptico, imaginando que la comunicación inalámbrica reemplazaría la enmarañada red de cables telefónicos.
Ilustración del transmisor de un teléfono de fibra óptica. Foto: Amusing Planet
Hoy en día, el teléfono suele considerarse el mayor invento de Alexander Graham Bell (1847-1922). Sin embargo, Bell discrepaba. En una ocasión, describió la invención del fotófono —un dispositivo que transmitía sonido mediante luz— como su mayor logro.
En 1878, durante su luna de miel en Europa con su esposa, Bell leyó un estudio de Robert Sabine, publicado en la revista Nature , sobre la propiedad recién descubierta del selenio: su resistencia eléctrica cambiaba al exponerse a la luz. En sus experimentos, Sabine utilizó instrumentos de medición para examinar los efectos de la luz en una varilla de selenio conectada a una batería en un circuito. «La más mínima sombra u otra variación en la intensidad de la luz producía un cambio significativo en la fuerza electromotriz de ambos cuerpos», escribió Sabine.
Sabine pensó que el selenio podría usarse como uno de los elementos de una celda galvánica húmeda, pero Bell encontró una aplicación más práctica. Según Bell, si añadía un auricular de teléfono al mismo circuito, oiría cosas que Sabine solo podía ver.
Bell contrató a Charles Sumner Tainter, fabricante de instrumentos, y juntos crearon un teléfono óptico funcional en el laboratorio. Para ello, colocaron rejillas metálicas en una pantalla. El haz de luz se interrumpía por el movimiento de las rejillas al oír la voz. Cuando el haz de luz modulado incidía en un receptor de selenio, Bell podía oír claramente a Tainter cantar a través de sus auriculares.
El 1 de abril de 1880, Bell y Tainter se comunicaron con éxito a una distancia de unos 79 metros. Unos meses después, el 21 de junio, volvieron a comunicarse con claridad a una distancia de 213 metros utilizando la luz solar como fuente de luz. Tainter se encontraba en el tejado del Franklin College y conversó con Bell, quien se encontraba en el laboratorio. Bell le hizo una señal a Tainter agitando su sombrero desde la ventana.
Ilustración del receptor de un fotófono. Foto: Amusing Planet
Bell esperaba que su nuevo invento, el teléfono óptico, pudiera utilizarse en barcos en alta mar. También imaginó que la comunicación inalámbrica reemplazaría la enmarañada red de cables telefónicos que proliferaba cada vez más en las transitadas calles de las ciudades.
"Podremos comunicarnos mediante luz a cualquier distancia visible sin necesidad de cables. En la ciencia en general, la telefonía óptica conducirá a descubrimientos inimaginables hoy en día", afirmó Bell.
Sin embargo, Bell no protegió la transmisión de elementos externos como nubes, niebla, lluvia o nieve, que podían interrumpir fácilmente la transmisión de luz. Pronto, la capacidad de transmisión por radio del inventor Guglielmo Marconi comenzó a superar el alcance máximo de la telefonía óptica.
Hoy en día, los rayos de luz son el principal medio de transmisión de información a nivel mundial, aunque no en la forma que Bell pretendía. En lugar de transmitir señales de luz de forma inalámbrica, ahora se transmiten entre continentes mediante fibra óptica.
Thu Thao (según Amusing Planet )
[anuncio_2]
Enlace de origen
Kommentar (0)