1. Ciorbă de burtă
Este plato se elabora con estómago de vaca completamente limpio (Fuente de la foto: Recopilada)
Al hablar de platos veraniegos rumanos, la ciorbă de burtă es imprescindible. Aunque se puede encontrar durante todo el año, en verano es especialmente popular entre los locales por su sabor ligeramente ácido, su riqueza y, sobre todo, sus propiedades refrescantes. Este plato se elabora con estómago de vaca bien limpio, cocido a fuego lento en caldo de huesos de cerdo o ternera, y luego aderezado con vinagre, yemas de huevo y crema agria para crear un sabor ácido y graso único.
Este plato veraniego rumano se sirve con pimientos verdes, crema agria y, a veces, ajo picado. La riqueza de los callos, combinada con la ligera acidez del caldo, crea una sopa nutritiva que, además, ayuda a la digestión en los días calurosos. Tanto en restaurantes elegantes como en puestos callejeros, la ciorbă de burtă siempre ocupa un lugar especial en el paladar de los comensales durante el verano.
2. Ensalada
La ensalada es una opción indispensable para quienes aman la cocina vegetariana (Fuente de la foto: Recopilada)
En la lista de platos veraniegos rumanos, la salată de vinete es imprescindible para los amantes de la cocina vegetal. Esta sencilla ensalada se prepara con berenjena asada, que luego se pela, se machaca y se mezcla con aceite de girasol, sal y, a veces, mayonesa o cebolla finamente picada.
El ligero ahumado de la berenjena a la parrilla, combinado con la grasa del aceite y la suavidad de la mezcla, crea una sensación ligera pero no por ello menos apetecible. Los rumanos suelen comer salată de vinete con tostadas o pan blanco blando, como aperitivo o tentempié en una tarde calurosa. Este es un ejemplo típico de la creatividad de los rumanos a la hora de transformar ingredientes rústicos en deliciosos y nutritivos platos veraniegos rumanos.
3. Zacuscă
La zacuscă es una salsa de verduras típica de la región de los Balcanes (Fuente de la foto: Recopilada)
La zacuscă es una salsa de verduras típica de los Balcanes, imprescindible en los platos veraniegos rumanos. Esta salsa es una delicada combinación de berenjena asada, pimientos rojos, tomates y cebollas, cocinados a fuego lento hasta obtener una textura suave. El dulzor natural de las verduras, la ligera acidez de los tomates y el aroma característico de la berenjena asada dan como resultado una salsa no solo deliciosa, sino también muy saludable.
Durante el verano, la zacuscă se suele servir como aperitivo o con pan, lo que la convierte en una merienda ideal. Este plato veraniego rumano también se puede conservar en tarros de cristal para su uso prolongado, convirtiéndose así en una parte indispensable de la cultura culinaria familiar en las cocinas tradicionales rumanas. Lo especial es que, tanto fría como ligeramente caliente, la zacuscă conserva su delicioso y atractivo sabor.
4. Dovlecei pane
El dovlecei pane es calabacín cortado en rodajas finas, rebozado y frito (Fuente de la imagen: Recopilada)
Cuando los campos de Rumanía empiezan a dorarse bajo el sol de verano, llega la temporada del calabacín. El dovlecei pane —calabacín rebozado, frito y cortado en finas lonchas— es uno de los platos veraniegos rumanos más populares, ideal para picnics y comidas familiares.
El calabacín tiene un sabor refrescante; frito, adquiere una capa exterior crujiente y un interior tierno. Este plato se suele servir con salsa de ajo o crema agria, logrando un equilibrio perfecto entre el sabor graso, crujiente y ligeramente ácido. Con una preparación sencilla y rápida, y con ingredientes fáciles de encontrar, el dovlecei pane no solo es un plato veraniego rumano muy popular, sino que también está asociado a la infancia de muchos rumanos.
5. Înghețată de casă
Înghețată de casă es una parte indispensable de la cultura gastronómica de verano rumana (Fuente de la foto: recopilada)
Cuando el sol de verano baña las calles de Rumanía, no hay nada mejor que disfrutar de un refrescante helado. El helado casero es parte esencial de la cultura gastronómica veraniega rumana. A diferencia de los helados comerciales, el helado casero en Rumanía suele tener una textura suave y se elabora con ingredientes naturales como leche, nata fresca, huevos y frutas de temporada como fresas, arándanos, frambuesas o melocotones.
Cada familia rumana tiene su propia receta de helado, desde el clásico de vainilla hasta versiones más creativas como el helado de limón y miel o el de chocolate y menta. No se trata solo de un postre para combatir el calor, sino también de parte de los recuerdos de la infancia, una tradición culinaria transmitida de generación en generación. Con su variedad de sabores y métodos de preparación, el înghețată de casă se merece ser uno de los platos veraniegos rumanos más atractivos y típicos.
La gastronomía rumana de verano es una fusión de naturaleza, tradición y creatividad humana. Degustar sus platos no solo te ayuda a refrescarte del calor, sino que también te brinda la oportunidad de comprender mejor la esencia y el estilo de vida de su gente. Si planeas viajar a Rumanía en verano, no te limites a visitar edificios históricos o paisajes naturales de ensueño; tómate el tiempo para explorar la cocina local a través de sus platos tradicionales. Esta es la manera más directa de sentir el ritmo de vida más auténtico y profundo de este hermoso país de Europa del Este.
Fuente: https://www.vietravel.com/vn/am-thuc-kham-pha/mon-an-mua-he-romania-v17618.aspx






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