El rápido descenso muestra el impacto menguante del último paquete de ayuda anunciado en mayo. Al menos 10 ayuntamientos han flexibilizado o eliminado las directrices sobre precios de vivienda nueva para dar mayor relevancia a la demanda del mercado, una medida que se espera que impulse a más inmobiliarias a reducir aún más los precios.
El sector sigue siendo un lastre para la economía china, que necesita más estímulo para cumplir el objetivo de crecimiento del 5% del gobierno este año, según Bloomberg Economics.
Edificios residenciales en Chengdu, China. Fotógrafo: Raul Ariano/Bloomberg.
La crisis ha afectado todo, desde el mercado laboral hasta el gasto de consumo y la riqueza de los hogares, durante los últimos dos años.
China ha estado considerando una nueva opción de financiación para que los gobiernos locales compren viviendas no vendidas y así impulsar el mercado, según informaron en agosto personas familiarizadas con el asunto. La última propuesta permitiría a los gobiernos locales financiar la compra de viviendas mediante bonos especiales.
Según las últimas cifras oficiales, en julio el país tenía 382 millones de metros cuadrados de viviendas nuevas sin vender, el equivalente a la superficie de Detroit.
En junio, Dexin China Holdings se convirtió en la última constructora en ser declarada en liquidación por un tribunal de Hong Kong. Mientras tanto, Country Garden Holdings está considerando extender nuevamente el pago de algunos de sus bonos en yuanes, según informó Bloomberg News a principios de esta semana.
En un informe publicado el 28 de agosto, el banco suizo UBS redujo su pronóstico de crecimiento para China este año y 2025 porque la crisis inmobiliaria es más severa de lo esperado y el mercado aún no ha tocado fondo.
La crisis inmobiliaria, sumada a la desaceleración del crecimiento económico de China desde marzo, ha llevado a UBS a pronosticar que la segunda economía más grande del mundo crecerá un 4,6% en 2024, frente a su pronóstico anterior del 4,9%. Para 2025, UBS ha rebajado su pronóstico de crecimiento del 4,6% al 4%.
Si bien Pekín comenzó a flexibilizar las políticas del mercado inmobiliario a finales de 2022, incluyendo la reducción de los requisitos de enganche obligatorio, la reducción de los tipos de interés hipotecarios y la eliminación de algunas restricciones a la compra de viviendas, la aplicación práctica de estas políticas ha sido lenta. Por lo tanto, las políticas anunciadas no han tenido muchos efectos positivos en el mercado.
Le Na (según Bloomberg)
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Fuente: https://www.congluan.vn/doanh-so-ban-nha-tai-trung-quoc-van-giam-mac-du-chinh-phu-da-cuu-tro-post310174.html
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