El presidente ruso, Vladímir Putin, y Donald Trump podrían reunirse cara a cara a finales de este mes tras una cumbre en Arabia Saudita. Un apretón de manos entre ambos líderes podría poner fin al conflicto en Ucrania. Podría ser una gran apuesta económica .
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró el 19 de febrero que el presidente ruso, Vladímir Putin, y el presidente estadounidense, Donald Trump, podrían reunirse personalmente este mismo mes, tras las conversaciones ruso-estadounidenses entre los ministros de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov (Rusia) y Marco Rubio (EE. UU.), celebradas en Riad, Arabia Saudita, el 18 de febrero, sin la presencia de representantes de Europa ni de Ucrania. Anteriormente, el presidente Trump había anunciado su posible reunión con el líder ruso en febrero.
La reunión duró más de 4 horas entre los ministros de Asuntos Exteriores de EE.UU. y Rusia con el objetivo principal de encontrar una solución viable para poner fin al conflicto en Ucrania, pero también abrió oportunidades de cooperación entre los dos países.
A pesar de la fuerte oposición de Ucrania y la UE, la reunión se considera un punto de inflexión en el camino hacia una solución pacífica para la región, ayudando así a Estados Unidos a reducir su carga financiera, promover la cooperación económica con Rusia en muchos aspectos como la inversión y la energía, especialmente considerando la implementación de proyectos conjuntos en el Ártico... Mientras que el Kremlin puede estar menos presionado por las sanciones económicas occidentales.
Estados Unidos y Ucrania podrían tener acuerdos de cooperación, como el acuerdo sobre minerales que Washington propuso el fin de semana pasado. La UE sería más estable y la economía regional y mundial experimentaría cambios importantes.
Entonces, si el "apretón de manos" entre Trump y Putin tiene éxito, ¿qué pasará con los mercados financieros, las materias primas y la economía mundial? ¿Habrá grandes cambios?
¿Qué quiere Estados Unidos bajo el gobierno de Trump?
En las primeras semanas del segundo mandato del Sr. Trump en la Casa Blanca, Estados Unidos ha tenido enormes cambios en las políticas internas y externas, con políticas de impuestos internos y de importación, políticas energéticas, etc. Washington está haciendo cambios estratégicos.
Estados Unidos, bajo la dirección de Trump, parece estar llevando a cabo una revolución integral y una reestructuración del poder global. Las negociaciones directas de Estados Unidos con Rusia sobre Ucrania y las críticas del vicepresidente J.D. Vance a Europa... son probablemente solo el comienzo de la nueva estrategia global estadounidense.
La mentalidad de Estados Unidos sobre socios, rivales, etc., probablemente también esté cambiando. Esta nueva estrategia podría provocar fluctuaciones en las relaciones internacionales, conmociones mundiales y cambios en las cadenas de suministro globales, afectando así a los mercados financieros y de materias primas.
Por ahora, Estados Unidos está presionando para resolver el problema de Ucrania, pero esto podría ser seguido por una cooperación con Rusia y luego una guerra comercial con China y muchos otros países.
Estados Unidos considera actualmente a China un competidor estratégico integral en diversos frentes, desde la economía y la tecnología hasta el ámbito militar y diplomático. Su estrategia hacia China se centra en contener su poder tecnológico y económico y fortalecer la cooperación con muchos otros países...

Impactos económicos
Si Estados Unidos y Rusia cooperan y ponen fin al conflicto en Ucrania, esto tendrá importantes impactos en las economías de ambos países, así como en la economía global.
Para EE. UU., si el conflicto en Ucrania termina, lo primero que se observará será una disminución de los precios del petróleo y el gas debido a la mayor estabilidad del suministro desde Rusia. Esto ayudará a frenar la inflación en EE. UU. y a reducir los costos de producción.
Anteriormente, el Sr. Trump también anunció una política energética diversificada, promoviendo la explotación de petróleo y gas, reduciendo las regulaciones ambientales y expandiendo la producción de combustibles fósiles para asegurar la independencia energética para reducir costos, frenando así la inflación y para equilibrar la posibilidad de un aumento de los precios de las materias primas debido a la guerra comercial con muchos países, incluida China.
Estados Unidos, bajo el mando de Trump, está presionando para reducir su dependencia de minerales críticos procedentes de China y Rusia, con la esperanza de lograr acuerdos mineros con Ucrania y sus aliados.
Europa debe ahora buscar fuentes de energía alternativas a Rusia. Si las relaciones entre Estados Unidos y Rusia mejoran, este último podría perder parte de su cuota de mercado de GNL en Europa. Además, la caída de los precios mundiales del petróleo y el gas afectará a los productores estadounidenses de petróleo de esquisto.
Si el conflicto en Ucrania termina, podría ayudar a que las acciones estadounidenses reaccionen positivamente, estimulando así los flujos de inversión hacia Estados Unidos.
Para Rusia, si el presidente estadounidense Donald Trump estrecha la mano de Putin, la cooperación ruso-estadounidense se fortalecerá y algunas sanciones podrían flexibilizarse, lo que facilitará el acceso de Rusia a la tecnología, las finanzas y los mercados internacionales. El rublo se estabilizará y la inflación se controlará mejor.
Rusia también podría restablecer sus exportaciones de petróleo y gas a Europa, pero seguiría enfrentándose a la competencia de Estados Unidos y Oriente Medio.
Rusia y Ucrania son conocidos como los dos principales exportadores de trigo del mundo. Si el conflicto termina, los precios del grano podrían caer debido a la mayor estabilidad del suministro. Estos dos países también son importantes proveedores de muchos metales importantes como titanio, litio, tierras raras, aluminio, níquel, paladio, etc. Si se reanudan las relaciones comerciales, los precios de estos metales podrían caer.
La guerra en Ucrania ha interrumpido las cadenas de suministro globales, en particular las de trigo, aceite de girasol, gas natural y tierras raras. Si la guerra termina, las cadenas de suministro serán más estables.
Levantar algunas sanciones podría ayudar a crecer el comercio internacional, especialmente entre Rusia y Europa.
China se ha beneficiado de las sanciones contra Rusia comprando energía barata y expandiendo su influencia. Si Rusia y Occidente vuelven a cooperar, China podría perder algunas de estas ventajas.
Por lo tanto, se puede ver que si Estados Unidos y Rusia cooperan para poner fin a la guerra, esto ayudará a estabilizar la economía global, pero también generará cambios importantes en la oferta y la demanda en los mercados de energía, alimentos y metales. Estados Unidos puede estar en desventaja en las exportaciones de energía y armas, pero la inflación disminuirá y Trump tendrá más margen para las guerras económicas con China. Mientras tanto, Rusia tiene la oportunidad de recuperarse económicamente si se flexibilizan las sanciones.
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Fuente: https://vietnamnet.vn/donald-trump-bat-tay-ong-putin-van-bai-lon-thi-truong-nao-bung-no-do-vo-2373102.html






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