Durante casi seis siglos, este lugar ha sido considerado tierra sagrada, bastión de la fe y también símbolo histórico asociado al destino del pueblo ruso.
Las islas Solovki se encuentran en medio del Mar Blanco, a tan solo 160 km del Círculo Polar Ártico. Este es uno de los lugares más misteriosos y sagrados de Rusia. Al visitarlas, muchos perciben claramente la belleza natural del Norte y la confluencia de numerosas épocas.
Una sólida ciudadela construida en el siglo XV en medio de un mar embravecido. Cada piedra aquí ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos. Hace casi 600 años, los primeros monjes llegaron a esta isla desierta para practicar el ascetismo y el retiro. Este fue el comienzo de la construcción de un monasterio que más tarde se convertiría en un poderoso centro religioso de Rusia.
En una isla aislada, en condiciones de vida precarias, la gente viene aquí para transformar sus almas, para encontrar a Dios. La vida en la isla no tiene dimensión horizontal, no se busca ayuda externa, solo dimensión vertical: enfrentarse a Dios, enfrentarse al Cielo.

De ser una iglesia, Solovki se convirtió en la primera mitad del siglo XX en el primer campo de concentración de la Unión Soviética. Durante los 16 años de existencia de este campo de prisioneros especial, de 1923 a 1939, al menos 80.000 personas, entre ellas presos políticos , científicos, intelectuales e incluso sacerdotes, fueron exiliadas allí, y una décima parte de ellas no pudo regresar.
Al pie de la montaña, junto al sendero, se encuentra un cementerio con fosas comunes. Entre los restos hallados había cráneos acribillados a balazos. En 2008, se erigió una cruz roja en memoria de los fallecidos.
En medio de los fríos vientos del Mar Blanco, el Monasterio de Solovki permanece hoy silencioso y majestuoso como fortaleza de fe, memoria y aspiraciones humanistas.
Fuente: https://vtv.vn/ghe-tham-solovki-thanh-dia-cua-nuoc-nga-giua-bien-trang-100251017143118133.htm






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