
Se espera que la selección sub-23 de Vietnam brille en el partido de semifinales contra Filipinas - Foto: ANH KHOA
En general, la mayoría de los partidos de la fase de grupos no fueron muy profesionales, tuvieron un ritmo mediocre y no lograron satisfacer a los aficionados. Esto se entiende dada la gran diferencia de nivel entre los equipos punteros y el resto. Las selecciones sub-23 de Vietnam, Tailandia, Malasia e Indonesia no necesitan jugar muy bien para ganar con facilidad.
No te apresures
Es difícil evaluar la fortaleza de los equipos basándose únicamente en los resultados de la fase de grupos. En los tres grupos, hay un equipo que destaca sobre los demás, lo que le permite planificar a largo plazo con mayor facilidad. No necesitan emplear todo su potencial para superar la fase de grupos, ya que deben reservarse y conservar sus fuerzas. Es muy posible que no sea hasta el momento decisivo, como las semifinales, cuando los equipos puedan demostrar su verdadero potencial.
Ganar no basta para juzgar a un equipo, pero perder sí sirve de advertencia. Un ejemplo típico es la selección sub-23 de Malasia, que fue eliminada prematuramente en la fase de grupos a pesar de ser considerada candidata al campeonato. La selección sub-23 de Malasia tuvo una actuación decepcionante: perdió 0-2 contra Filipinas, empató 0-0 con Indonesia y solo logró una victoria de 7-1 contra Brunéi.
La realidad de la selección sub-23 de Malasia evidencia una falta de preparación tanto táctica como física. El fracaso de los jóvenes jugadores malasios se produjo en un contexto de refuerzo de la selección nacional con una plantilla de jugadores nacionalizados de calidad. Esto supone una señal de alarma para el fútbol malasio, que busca un desarrollo paralelo entre atajos y formación juvenil.

El entrenador Kim Sang Sik busca revalidar la medalla de oro con la selección sub-23 de Vietnam - Foto: VFF
Esperando a que los grandes se luzcan.
En contraste con el ambiente desalentador del fútbol juvenil malasio, Vietnam, Tailandia e Indonesia aún cuentan con una generación de jóvenes jugadores con buenas habilidades, listos para reforzar la selección nacional. En general, si bien todavía no son perfectos en cuanto a técnica, espíritu y garra, los jóvenes han progresado en su enfoque del juego y todos poseen estilos de juego bastante modernos.
Entre los equipos semifinalistas destaca la selección sub-23 de Filipinas. Participaron en el torneo con muchos jugadores estudiantes, quienes, sin embargo, recibieron un entrenamiento futbolístico bastante sistemático en el extranjero.
De hecho, al entrar a la cancha no demostraron ser inferiores a los jugadores profesionales. Prueba de ello es que la selección sub-23 de Filipinas derrotó a Malasia en la fase de grupos y solo perdió ante la anfitriona Indonesia por un margen estrecho. Con lo que han demostrado, Filipinas se perfila como un gran obstáculo para la selección sub-23 de Vietnam en el próximo partido de semifinales.
Esto puede considerarse un paso positivo para el fútbol filipino, ya que anteriormente solo se nacionalizaban jugadores veteranos. Como resultado, tras agotar esa generación, el fútbol filipino volvió a su punto de partida original.
Fuente: https://tuoitre.vn/giai-u23-dong-nam-a-cho-vong-ban-ket-hap-dan-20250723232513688.htm






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