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| Una sección de la muralla de la Ciudadela Imperial de Hue se derrumbó debido a las fuertes lluvias. |
Según estudios recientes e información de documentos históricos, la muralla de la Ciudadela Imperial tiene una longitud total de aproximadamente 2416 m, una altura media de unos 4 m y un espesor de 1 m. La muralla consta de tres capas estructurales: dos capas exteriores de ladrillo y una capa intermedia de relleno de arcilla. Durante más de dos siglos, bajo el impacto del clima adverso de la región central, especialmente las lluvias prolongadas, la muralla ha absorbido agua continuamente, expandiéndose y perdiendo resistencia.
El derrumbe de la muralla de la Ciudadela Imperial no puede considerarse un hecho aislado. Es una manifestación concreta del impacto del cambio climático en el patrimonio y refleja, además, las limitaciones de las medidas de conservación tradicionales en un contexto natural cambiante. La solución de emergencia tras cada daño no es viable a largo plazo. Es hora de una estrategia integral, proactiva y científica para preservar el antiguo sistema amurallado de Hue como patrimonio vivo, capaz de adaptarse al entorno.
Las lecciones aprendidas de modelos internacionales ofrecen información valiosa. En Japón, el Castillo de Himeji, en la ciudad homónima de la prefectura de Hyogo, está protegido por un sistema de sensores electrónicos integrados directamente en sus muros, que miden la humedad, la inclinación y la compresión en tiempo real. En Italia, Venecia responde al aumento del nivel del mar con el sistema de diques MOSE, una solución que combina la ingeniería hidráulica moderna con una planificación urbana integral. En Camboya, el complejo monumental de Angkor Wat se monitorea rigurosamente para controlar los niveles de agua subterránea y los sistemas de drenaje, con el fin de mantener la estabilidad de sus cimientos. Todos comparten la misma filosofía: más vale prevenir que curar, y el monitoreo a largo plazo es mejor que la restauración a corto plazo.
Es necesario mapear los riesgos patrimoniales
Para Hue, es urgente establecer un sistema de monitoreo y alerta temprana para toda la muralla de la Ciudadela Imperial, especialmente las secciones adyacentes al foso (Ngoai Kim Thuy Tri). Es necesario instalar sensores para medir la humedad, la inclinación y la presión del agua subterránea; asimismo, se debe construir pronto un Centro de Datos para el Monitoreo del Patrimonio (Centro de Monitoreo del Patrimonio) que conecte el Centro de Conservación de Monumentos, el Departamento de Cultura y Deportes, el Departamento de Construcción y el Departamento de Agricultura y Medio Ambiente. Estos datos permitirán detectar el riesgo de deformación o colapso antes de que ocurra un incidente, pasando de una respuesta pasiva a una proactiva.
Paralelamente, es necesario realizar un estudio geotécnico e hidrológico exhaustivo para evaluar el impacto del nivel del agua del lago Ngoai Kim Thuy y del sistema de drenaje urbano en los cimientos de la muralla de la ciudadela. A partir de estos resultados, Hue podrá elaborar un Mapa de Riesgo Patrimonial, identificar los puntos que requieren refuerzo urgente y las zonas donde es necesario mejorar el sistema de drenaje.
Otro enfoque importante consiste en combinar materiales tradicionales con tecnología moderna. La cal, la melaza y los ladrillos —materiales con identidad propia— pueden mejorarse con adhesivos de nanosilicato o aditivos biológicos para aumentar su resistencia a la humedad, conservando al mismo tiempo sus matices ancestrales. Al restaurar secciones colapsadas o inclinadas de la muralla de la Ciudadela Imperial, es necesario estudiar la aplicación de la técnica de ensamblaje de espiga y mortaja para estabilizar la estructura, una experiencia que se aplicó con éxito en la restauración de Bac Khuyet Dai, Dong Khuyet Dai y Tay Khuyet Dai. Asimismo, la aplicación de BIM para el patrimonio permitirá digitalizar toda la estructura, preservar los registros técnicos, el historial de restauración y el estado actual, sentando así las bases para una gestión científica a largo plazo.
Además de los factores técnicos, la preservación de la muralla de la Ciudadela y la Ciudadela Imperial de Hue debe considerarse dentro de la planificación ecológica y el paisaje urbano en su conjunto. La construcción de un cinturón de seguridad —una zona de amortiguamiento contra la erosión alrededor del foso de la ciudadela— puede emplear soluciones naturales como vegetación acuática, adoquines permeables y muros de drenaje. Esto contribuirá a reducir la presión del agua y a crear un paisaje ecológico armonioso, en consonancia con la orientación de «Hue: una ciudad verde, patrimonial e inteligente».
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| Se necesitan soluciones a largo plazo para proteger el patrimonio de los impactos de los desastres naturales. Foto: P. Thanh |
conservación comunitaria y cooperación internacional
El patrimonio solo puede preservarse de forma sostenible cuando está vinculado a la comunidad. Es necesario capacitar a los hogares que viven en los alrededores de la Ciudadela Imperial para que identifiquen los primeros indicios de riesgo, formando grupos de vigilancia comunitaria del patrimonio. Asimismo, ampliar la cooperación con organizaciones internacionales como la UNESCO, WASEDA (Japón), KOICA (Corea), el Instituto Nacional para la Conservación del Patrimonio (INP) de Francia y el Grupo de Expertos de la República Federal de Alemania, entre otras, permitirá a Hue acceder a tecnologías y experiencias avanzadas.
A largo plazo, el programa “Hue – Ciudad Patrimonio Resiliente al Clima” debería incluirse en la Estrategia de Desarrollo Urbano del Patrimonio para el período 2025-2035. Esto no es solo un eslogan, sino un compromiso para convertir el patrimonio en el centro del desarrollo sostenible, donde la ciencia, la tecnología, la tradición y la comunidad se fusionan.
El derrumbe de una sección de la muralla de la Ciudad Imperial de Hue es una clara advertencia, pero a la vez, una oportunidad para reflexionar sobre cómo preservar el patrimonio en la era moderna. La conservación del patrimonio no se trata solo de «mantener lo antiguo», sino también de un proceso para que el patrimonio pueda seguir existiendo en un entorno contemporáneo. Cuando las antiguas murallas pueden «respirar» con el clima, son monitoreadas mediante tecnología, protegidas por la comunidad e integradas en un desarrollo sostenible, entonces el patrimonio se revitaliza y se vuelve sostenible a lo largo del tiempo.
El sistema de tres círculos —la Ciudad Imperial, la Ciudad Imperial y la Ciudad Prohibida— se considera un símbolo de la filosofía del feng shui y la cumbre de la tecnología constructiva de la dinastía Nguyen. Desde que el conjunto de monumentos de Hue fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1993, se ha priorizado su conservación. La ciudadela, con un perímetro de más de 10 000 m, ha sido restaurada parcialmente, especialmente el sistema de diez puertas, que ha sido casi completamente reconstruido tras quedar en ruinas después de la guerra. El sistema de murallas de la Ciudadela Imperial de Hue también ha sido reforzado, reparado y restaurado, incluyendo las puertas (Ngo Mon, Hien Nhon, Chuong Duc, Hoa Binh) y las tres ciudadelas (ubicadas al este, oeste y norte). |
Fuente: https://huengaynay.vn/van-hoa-nghe-thuat/bao-ton-ben-vung-hoang-thanh-hue-truoc-bien-doi-khi-hau-159687.html








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