El gobierno militar de Myanmar enfrenta su mayor prueba desde que tomó el poder en un golpe de Estado en 2021, con tres fuerzas de minorías étnicas lanzando un ataque coordinado a fines de octubre, tomando posesión de varias ciudades y puestos militares.
Rebeldes del Ejército de Liberación Nacional hacen guardia en un puesto de control en la ciudad de Namhkam, en el norte del estado de Shan, el 10 de noviembre. Foto: AFP
Uno de los tres grupos rebeldes que luchan por una mayor autonomía en el estado occidental de Rakáin, en Myanmar, es el Ejército de Arakan (AA). Este se ha apoderado de puestos en las zonas de Rathedaung y Minbya, a unos 200 km de distancia, según el portavoz del AA, Khine Thu Kha.
Un residente de Rathedaung dijo que se escucharon disparos antes del amanecer del lunes, seguidos de horas de bombardeos, mientras el ejército de Myanmar bloqueaba el acceso al área y fortificaba los edificios administrativos.
También estallaron combates en el estado de Chin, fronterizo con India, cuando los insurgentes atacaron dos campamentos del ejército de Myanmar, según un funcionario indio y dos fuentes con conocimiento del ataque.
James Lalrinchhana, comisionado adjunto de un distrito en la frontera con Myanmar, dijo que alrededor de 5.000 personas de Myanmar habían cruzado al estado indio de Mizoram para buscar refugio de los combates.
El estado de Chin, que ha sido en gran parte pacífico durante años, ha sido escenario de feroces combates tras el golpe de Estado de 2021, en el que miles de residentes tomaron las armas contra el gobierno militar.
Una ofensiva antigubernamental coordinada lanzada el 27 de octubre en el estado de Shan, en el noreste de Myanmar, ha atacado varias ciudades y más de 100 puestos militares cerca de la frontera con China.
También se han producido ataques a centros urbanos en la región de Sagaing y el estado de Shan, mientras que los combates en el vecino estado de Kayah provocaron el accidente de un caza el sábado. Los rebeldes afirmaron haber derribado el avión, mientras que el ejército indicó que sufrió una falla técnica.
Richard Horsey, experto en Myanmar del Crisis Group, dijo que el ejército de Myanmar tenía experiencia en combates en el estado de Rakhine, pero aún podría enfrentar dificultades porque el enemigo conocía puntos débiles en muchas áreas.
“Si los combates continúan, se abrirá un nuevo y serio frente para el gobierno militar de Myanmar, que ya se encuentra bajo mucha presión… Les resultará difícil concentrar sus esfuerzos en todos los frentes”, afirmó.
Hoang Anh (según AFP, GM, Reuters)
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