Esto se considera una señal contundente de gestión ante la compleja evolución de la violencia escolar, al crear un canal de retroalimentación inmediato entre escuelas, padres, estudiantes y organismos de gestión.
Muchas escuelas han llevado a cabo campañas de concientización mediante actividades colectivas y a través del personal docente, administrativo y las familias para sensibilizar al alumnado sobre las distintas formas de violencia escolar y aclarar las responsabilidades de las escuelas y las familias en su prevención. El alumnado comprende claramente sus responsabilidades en la prevención de la violencia escolar, así como las medidas y habilidades necesarias para evitar el riesgo de sufrirla.

Festival de Psicología Escolar en la Escuela Primaria, Secundaria y Preparatoria Tan Phu. - Foto: Escuela Primaria, Secundaria y Preparatoria Tan Phu
Sin embargo, para reducir la violencia escolar, se requiere un esfuerzo coordinado entre estudiantes, familias y escuelas. Los estudiantes necesitan practicar habilidades para la vida, controlar sus emociones, comportarse de manera armoniosa e informar cuando presencien actos de violencia. Las familias deben crear un ambiente afectuoso, comprensivo y de diálogo con sus hijos. Las escuelas tienen un papel fundamental en la organización de actividades de orientación personal, el desarrollo de habilidades y, al mismo tiempo, la implementación de medidas estrictas y la prestación de apoyo oportuno a las víctimas.
Según datos de UNICEF, la violencia y el acoso escolar (incluido el cibernético) no son una excepción: la mitad de los adolescentes en todo el mundo han sido víctimas y, en Vietnam, muchos desconocen los servicios de apoyo disponibles, como las líneas telefónicas de ayuda. Esta realidad exige una comunicación clara y concisa, reiterada e integrada en las actividades escolares, cívicas y de equipo.
Algunos argumentan que las líneas telefónicas de ayuda no resuelven la raíz del problema de la violencia escolar, ya que suelen utilizarse solo después de que el incidente ha ocurrido. Muchos estudiantes se resisten a denunciarlo por temor a que se revele su identidad o a represalias. Las escuelas aún no saben cómo procesar la información ni cómo coordinarse con otras partes. Las líneas telefónicas de ayuda son valiosas para brindar apoyo y alertar, pero no pueden reemplazar las soluciones fundamentales para la educación y el entorno escolar.
Desde la perspectiva de un psicólogo, una línea directa solo es verdaderamente “directa” cuando la identidad del informante está absolutamente protegida; el proceso de respuesta es rápido, transparente y responsable; la escuela no la evita y cuenta con un equipo de expertos para abordar los problemas psicológicos, no solo para resolver el incidente.
Las líneas telefónicas de ayuda no abordan la causa raíz, pero facilitan la detección temprana y la intervención oportuna. Para abordar la causa raíz de la violencia escolar, debemos abordar la cultura escolar, las habilidades para la vida y el sistema de apoyo psicológico escolar.
Según el periódico Hanoi Moi
Fuente: https://baotuyenquang.com.vn/xa-hoi/202511/ha-noi-yeu-cau-cac-truong-cong-khai-duong-day-nong-phan-anh-bao-luc-hoc-duong-4997ccb/






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