Por primera vez, los científicos han presenciado cómo una foca gris ataca a un águila que desciende del cielo rociándole agua a su enemigo.
Interacción sin precedentes entre focas grises y pigargos europeos. Foto: Clare Jacobs
Un estudio de la Universidad de Portsmouth, Reino Unido, publicado en la Revista de la Sociedad de Arqueología e Historia Natural de la Isla de Wight, detalla el incidente ocurrido en el puerto de Newtown, según informó Newsweek el 7 de marzo. Una residente llamada Clare Jacobs fotografió el momento en que un águila de cola blanca se abalanzó sobre el agua durante la marea alta. De repente, una foca gris saltó del agua y lanzó un chorro de agua directamente hacia la ave rapaz. Este tipo de comportamiento defensivo nunca se había presenciado ni registrado antes.
Según el estudio, la foca gris había lanzado previamente ladridos de advertencia al águila. Pero el ave los ignoró y se zambulló de todos modos. Como resultado, los científicos tuvieron la oportunidad de aprender más sobre ambos depredadores y cómo interactúan.
El pigargo europeo se extinguió en la Isla de Wight en el siglo XVIII, pero fue reintroducida en 2019 y desde entonces se ha recuperado. Las focas grises y las pigargos europeos son comunes en la Isla de Wight, pero esta es la primera vez que se observan interacciones directas entre ambas especies, según Megan Jacobs, paleontóloga de la Facultad de Ciencias Ambientales, Geográficas y Geológicas de la Universidad de Portsmouth.
Las focas rocían agua como defensa o para ahuyentar a depredadores aéreos. También podría ser una forma de ahuyentar a las águilas de cola blanca que compiten por presas como los peces. "Esta interacción desafía nuestra comprensión actual de los mecanismos de defensa de los animales. Me emocioné mucho al ver la foto, ya que el rociado de agua es común en humanos, camellos y algunas serpientes venenosas, así como en redes de enmalle", dijo Megan.
An Khang (según Newsweek )
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