El director ejecutivo Lip Bu Tan habla en una conferencia en San José (California) el 29 de abril - Foto: REUTERS
La importante reestructuración comienza con los mayores despidos en años. Según Reuters, el 24 de julio, Intel anunció oficialmente sus planes de recortar aproximadamente el 15 % de su plantilla global (equivalente a casi 24 000 empleados).
Realizar una "cirugía mayor"
El plan de recorte de personal antes mencionado se considera una de las reformas más drásticas en la historia de este grupo y se produce en un contexto de continuo declive de la actividad empresarial y una competencia cada vez más feroz.
En un memorando dirigido a todos los empleados, el director ejecutivo Lip Bu Tan enfatizó su compromiso de cambiar radicalmente la mentalidad inversora de Intel: «Se acabaron los cheques en blanco. Toda inversión debe tener una razón económica clara. Solo construiremos lo que los clientes necesitan, cuando lo necesitan, y recuperaremos su confianza con una ejecución consistente».
El objetivo de Intel es reducir aún más su plantilla a 75.000 personas para finales de este año, o un 22% por debajo del final de 2024, a través de despidos voluntarios y otros medios.
Según el director financiero David Zinsner, esta reestructuración radical adopta un enfoque de "cirugía mayor", centrándose en eliminar los niveles intermedios de gestión, para agilizar el aparato y acelerar el proceso de toma de decisiones.
Paralelamente a la ola de recortes de personal bajo el liderazgo del director ejecutivo Lip Bu Tan, Intel está implementando una serie de medidas de reestructuración a gran escala. En concreto, la compañía ha cancelado proyectos de expansión de fábricas en Polonia y Alemania, y ha ralentizado la construcción de una gran fábrica en Ohio (EE. UU.).
Al mismo tiempo, Intel está consolidando su planta de empaquetado de chips en Costa Rica con las instalaciones existentes en Vietnam y Malasia, con el objetivo de optimizar costos y aumentar la flexibilidad en la cadena de suministro global.
Además de la infraestructura, el plan de reestructuración también incluye acelerar la producción del proceso 18A (chips de 1,8 nanómetros) exclusivamente para productos internos como Panther Lake. Mientras tanto, el proceso 14A (chips de 1,4 nanómetros) seguirá desarrollándose si hay suficientes clientes externos; de lo contrario, Intel podría retirarse de este negocio de fabricación de chips por contrato.
El director ejecutivo, Lip Bu Tan, ha declarado que revisará y aprobará personalmente cada diseño importante de chip para garantizar que la estrategia tecnológica de Intel no repita errores del pasado. Espera que estos cambios radicales inyecten nueva energía a Intel, haciendo que la empresa sea más ágil, disciplinada, eficiente y competitiva en una industria tecnológica en constante evolución.
Espada de doble filo
"Es preocupante que Intel sienta la necesidad de emprender una reestructuración a tan gran escala, dado el rápido cambio del mercado y el panorama competitivo", afirmó Leonard Lee, fundador del grupo tecnológico NeXt Curve.
En un artículo publicado el 22 de julio en el sitio web de análisis tecnológico Tech News World, el experto en tecnologías de la información Rob Enderle afirmó que iniciar un despido masivo durante un período de reestructuración suele considerarse una medida eficaz de reforma. Sin embargo, más allá de los beneficios inmediatos, esta medida conlleva numerosos riesgos potenciales para la solidez interna de la empresa, especialmente para una corporación tecnológica que intenta recuperarse como Intel.
Intel ya ha sufrido una importante ronda de despidos, con alrededor de 15.000 empleados (en agosto de 2024). Los continuos despidos a gran escala corren el riesgo de erosionar la lealtad de los empleados y dificultar la retención del talento clave, vital en una industria que requiere innovación constante como la de los semiconductores.
Los expertos también advierten sobre el fenómeno del "síndrome del superviviente", cuando los empleados que permanecen en la empresa tras despidos consecutivos suelen caer en un estado de estrés prolongado, desorientación y reducción del compromiso, lo que afecta directamente a la productividad laboral y a la cultura empresarial.
Otro factor que podría cambiar la situación es la decisión de Intel de externalizar su marketing de inteligencia artificial (IA) al proveedor de servicios y consultoría tecnológica Accenture.
Si bien puede ayudar a Intel a reducir los costos de recursos humanos y aprovechar la tecnología para optimizar las operaciones, entregar las actividades de marketing a la IA puede hacer que la marca sea menos personalizada, pierda la conexión con los usuarios y pierda la diferenciación competitiva.
Según Reuters, además de los riesgos internos, Intel está incurriendo en costos de reestructuración de su plantilla de hasta 1.900 millones de dólares solo en el segundo trimestre de este año. Si bien la estrategia se ha anunciado claramente, la propia Intel admite que la hoja de ruta aún está en proceso de implementación, a pesar de que cada decisión cuesta miles de millones de dólares y requiere años de investigación.
Carrera para recuperar la posición
El director ejecutivo, Lip Bu Tan, admitió con franqueza que Intel ha superado su máximo potencial y ya no se encuentra entre las 10 principales empresas de semiconductores del mundo . Según los analistas, este declive es el resultado de años de estancamiento y errores de gestión, lo que ha llevado a Intel a perder su posición en la industria de chips de IA, actualmente dominada por Nvidia.
Al mismo tiempo, sus rivales de siempre, AMD y TSMC, están ganando cuota de mercado a Intel en PC, servidores y chips de contrato. Sin embargo, el Sr. Lip Bu Tan confía en las perspectivas de recuperación, afirmando: «Tomará tiempo, pero vemos claras oportunidades para mejorar nuestra posición competitiva, aumentar la rentabilidad y generar valor a largo plazo para los accionistas».
Fuente: https://tuoitre.vn/intel-dai-cai-to-de-tai-sinh-20250725235507171.htm
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