(Dan Tri) - Aunque no se ha demostrado que realmente existan fuerzas sobrenaturales en las casas embrujadas, los investigadores han encontrado efectos positivos inesperados en estos lugares.
Las casas embrujadas pueden proporcionar una terapia sorprendentemente efectiva (Foto: Getty).
Al entrar en una casa abandonada en un lugar desierto, lo primero que sientes es piel de gallina, frío e incluso temblores en las piernas. Si sabes que la casa está embrujada, seguramente sentirás aún más ansiedad, porque no sabes que te encontrarás con fuerzas sobrenaturales en cualquier momento.
Sin embargo, según los científicos , la sensación que experimentamos al visitar una casa embrujada puede tener efectos positivos para el cuerpo. Un estudio realizado por la Universidad de Aarhus, Dinamarca, con la participación de 22 personas, lo demostró.
Se informó que todos los participantes presentaban sepsis leve. Expertos los llevaron a visitar una casa embrujada durante 50 minutos. Durante ese tiempo, se enfrentaron a personas vestidas de payasos asesinos, zombis, asesinos en serie con motosierras y máscaras, etc.
Durante la experiencia de 50 minutos en la casa embrujada, los participantes informaron un nivel de miedo promedio de 5,4, en una escala del 1 al 9. Su frecuencia cardíaca promedió alrededor de 112 latidos por minuto durante toda la experiencia.
Tres días después, los investigadores descubrieron que las infecciones sanguíneas habían mejorado en más del 80 % de los participantes. Sorprendentemente, en casi la mitad de los participantes, las infecciones habían desaparecido por completo.
Se realizó otro estudio en la misma casa embrujada, pero con 91 voluntarios en condiciones de salud completamente normales. Los investigadores observaron cambios en el sistema inmunitario de los participantes.
Creen que cuando entramos en una casa embrujada y sentimos miedo, la cantidad de adrenalina y endorfinas en cada uno de nosotros se dispara. El cuerpo experimenta entonces una sensación de excitación similar a la de correr, subirse a una montaña rusa o ver una película de terror.
Al mismo tiempo, el cuerpo produce una serie de células inmunes en la sangre, como los linfocitos, que ayudan a destruir las células tumorales; los monocitos, que ayudan a encontrar y destruir las bacterias; y dos tipos de glóbulos blancos, llamados eosinófilos y basófilos.
Los investigadores concluyeron que cuando se despierta el miedo (con fines de entretenimiento), puede afectar al sistema inmunológico reequilibrando los niveles de células inmunes y marcadores inflamatorios en la sangre.
Aunque se necesitará más investigación para comprender completamente este efecto, los primeros estudios en ratones han demostrado que el miedo y el estrés agudo pueden estimular las glándulas suprarrenales, que a su vez activan los receptores adrenérgicos en las células inmunes.
Este sistema adrenérgico promueve la respuesta de lucha o huida. En ratones, parece movilizar el sistema inmunitario del animal en respuesta a lesiones o posibles amenazas infecciosas.
Se ha demostrado que en los seres humanos, el sistema adrenérgico se activa a través de la exposición a ambientes fríos, y estudios han vinculado estas experiencias de frío con marcadores antiinflamatorios.
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Fuente: https://dantri.com.vn/khoa-hoc-cong-nghe/khoa-hoc-chi-ra-su-that-bat-ngo-ve-ngoi-nha-ma-20241127105614877.htm
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