
Vietnam asumió el firme compromiso en la COP26 (noviembre de 2021) de alcanzar cero emisiones netas para 2050. Para lograr este objetivo, además del papel orientador y creativo del Estado, es necesario identificar al sector económico privado como la fuerza central.
La Resolución 68 afirmó: “En una economía de mercado de orientación socialista, la economía privada es la fuerza impulsora más importante de la economía nacional, la fuerza pionera que promueve el crecimiento, la creación de empleos, la mejora de la productividad laboral, la competitividad nacional, la industrialización y la modernización, la reestructuración de la economía hacia una economía verde, circular y sostenible...
Al mismo tiempo, la Resolución también establece una meta específica: que para 2030, el sector económico privado contribuirá con el 55-58% del PIB, alcanzará una tasa de crecimiento promedio de 10-12%/año y formará un equipo de empresas nacionales con capacidad suficiente para competir, extendiéndose a la región y al mundo.
La Resolución n.º 68-NQ/TW del Politburó , de 4 de mayo de 2025, identificó el desarrollo económico privado como un importante motor de la economía. Al mismo tiempo, la promoción del crecimiento verde, la economía circular y la protección del medio ambiente son pilares del nuevo modelo de desarrollo. Esta política no solo representa un avance en la reflexión, sino que también abre oportunidades para que el sector privado participe más activamente en el proceso de transformación verde.
Los expertos afirman que, a nivel mundial, el concepto de crecimiento verde se ha convertido en la principal orientación de muchas economías. Los países desarrollados han puesto en marcha simultáneamente estrategias para reducir las emisiones, promover las energías renovables y construir un sistema legal para una economía circular.
En este contexto, Vietnam enfrenta presiones y oportunidades. La presión proviene principalmente de la necesidad de reducir la intensidad de carbono en la producción y las exportaciones, especialmente para cumplir con los estrictos estándares de mercados clave como la Unión Europea y Estados Unidos.
Por el contrario, las oportunidades surgen del creciente acceso a los flujos internacionales de capital verde, junto con la ventaja de ser un país recién llegado que puede recibir directamente tecnología moderna, mejorar la eficiencia energética y dar forma a un modelo económico circular desde el principio.
Esto demuestra que el crecimiento verde ya no es solo un concepto teórico, sino una tendencia práctica que transforma el panorama comercial global. En este contexto, el sector económico privado vietnamita debe participar proactivamente y convertirse en un factor clave en la transformación verde, para que la economía no se quede atrás, sino que, por el contrario, pueda impulsarse y liderar el nuevo ciclo de desarrollo.
Fuente: https://baolaocai.vn/kinh-te-tu-nhan-hat-nhan-moi-cua-hanh-trinh-tang-truong-xanh-post882680.html
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