Una nueva investigación científica muestra que las señales de envejecimiento no solo ocurren en células individuales, sino que también pueden propagarse por todo el cuerpo a través de la sangre - Foto: AI
El estudio, publicado en la revista científica Metabolism, fue realizado conjuntamente por científicos coreanos y estadounidenses. El equipo de investigación descubrió que una proteína llamada HMGB1, al extraerse de personas mayores e inyectarse en células o cuerpos jóvenes y sanos, puede causar envejecimiento prematuro.
Normalmente, la proteína HMGB1 existe dentro del núcleo celular y participa en la "organización" de la estructura del ADN. Pero cuando las células comienzan a envejecer o sufren estrés, esta proteína abandona su ubicación normal, se libera al exterior y se transforma.
En condiciones de hipoxia, comunes en células viejas o dañadas, la HMGB1 cambia a una forma "hipóxica". Y es esta forma la que desencadena el envejecimiento.
En su forma reducida, la HMGB1 se une a las células sanas y desencadena la senescencia. Estas células dejan de dividirse gradualmente y secretan moléculas inflamatorias, dos signos clásicos del envejecimiento biológico.
Por el contrario, cuando está en su forma oxidada normal, HMGB1 no causa este efecto, la célula permanece sana y continúa dividiéndose normalmente.
En experimentos, el equipo evaluó los efectos de la HMGB1 en células humanas como las de riñón, pulmón, músculo y piel. Los resultados mostraron que, al ser expuestas a una forma hipooxidada de la HMGB1, las células sanas comenzaron a mostrar signos de envejecimiento.
Sin detenerse allí, cuando se inyectó HMGB1 en ratones jóvenes sanos, en sólo una semana, los ratones mostraron signos de envejecimiento prematuro, incluidos cambios celulares y múltiples respuestas inflamatorias en el cuerpo.
Los científicos también analizaron la sangre de adultos de entre 70 y 80 años y la compararon con la de un grupo de personas de entre 40 y 49 años. Los resultados mostraron que el grupo de mayor edad tenía niveles significativamente más altos de HMGB1 hipooxidada.
Lo mismo se observó en muestras de sangre de ratones viejos, lo que respalda aún más la evidencia del papel de la proteína en el envejecimiento.
"El estudio muestra que las señales de envejecimiento no solo ocurren en células individuales, sino que también pueden propagarse por todo el cuerpo a través de la sangre", dijo el Dr. Ok Hee Jeon, miembro del equipo de investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Corea.
Este nuevo descubrimiento abre un enfoque completamente diferente en la investigación antienvejecimiento, centrándose no sólo en "rejuvenecer" células individuales, sino también en controlar las señales de envejecimiento que se propagan por todo el cuerpo.
Aunque todavía se encuentra en sus primeras etapas, se considera un paso importante para comprender mejor el "mecanismo de muerte" que silenciosamente hace que el cuerpo humano envejezca día a día.
Fuente: https://tuoitre.vn/lao-hoa-cung-lay-lan-20250807162716753.htm
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