El sitio se encuentra en la ciudad de Pantabangan, provincia de Nueva Écija, al norte de Filipinas. La sequía de los últimos meses ha provocado un descenso drástico del nivel del agua en el embalse de la presa, dejando al descubierto las ruinas de este asentamiento de varios siglos de antigüedad. Las temperaturas en la provincia de Nueva Écija han alcanzado los 37 °C la mayoría de los días de la semana, con un índice de calor superior al umbral de peligro de 42 °C. Según datos de la agencia meteorológica nacional, el nivel del agua en el embalse ha descendido casi 50 metros desde el nivel normal registrado de 221 metros.
Según los ingenieros de monitoreo de la Comisión Nacional de Irrigación de Filipinas, los restos de las antiguas estructuras de la iglesia y las lápidas comenzaron a reaparecer en marzo, tras meses de escasa lluvia. Esta es la sexta vez que este sitio de casi 300 años de antigüedad reaparece desde que el gobierno local construyó el embalse y la presa que dan nombre a la ciudad, tanto para abastecer de agua a la agricultura como para generar energía hidroeléctrica.
Este fenómeno ha atraído la atención y la curiosidad de numerosos turistas nacionales y extranjeros, a pesar del calor extremo. Muchos residentes de larga data de Pantabangan acuden a menudo a ver las antiguas ruinas cada vez que quedan expuestas. Quienes deseenexplorarlas pueden pagar unos 300 pesos (5 USD) a los pescadores locales para tomar un bote hasta el centro del lago y observarlas de cerca.
Normalmente, los meses de marzo, abril y mayo son los más calurosos y secos en Filipinas. Sin embargo, las condiciones climáticas de este año se han visto agravadas por el fenómeno de El Niño. Aproximadamente la mitad de las provincias de este país del sudeste asiático, incluida Nueva Écija, se han visto afectadas por la sequía.
Las condiciones climáticas también han afectado la agricultura y la producción hidroeléctrica. Dos centrales hidroeléctricas cercanas a la presa de Pantabangan han permanecido cerradas desde principios de abril, aproximadamente un mes antes que en las temporadas de sequía de años anteriores. Muchos productores de arroz de la zona también han optado por el cultivo de hortalizas y otros cultivos que no requieren mucho riego.
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