Mejorar el sistema inmunológico
El ejercicio regular es una forma eficaz de fortalecer el sistema inmunitario. Si bien una alimentación saludable juega un papel fundamental en el mantenimiento y desarrollo del sistema inmunitario, el ejercicio también ayuda a reducir el riesgo de resfriados y gripe. No es necesario correr por la mañana; basta con practicar de pie, sentado o caminando unos 10 a 15 minutos al día; su sistema inmunitario mejorará notablemente.
Quemar el exceso de calorías
Durante los fríos meses de invierno, nada te hace sentir mejor y más cálido que la comida. Tendemos a comer más en invierno, por lo que consumimos más calorías de las que trabajamos. Si te saltas el entrenamiento para quemar esas calorías extra, la grasa se acumulará silenciosamente en tu cuerpo y te causará muchos efectos perjudiciales.
Mejorar el estado de ánimo
Durante el invierno, puede ser difícil mantenerse activo, productivo y positivo. Si bien no podemos cambiar el clima, sí podemos mejorar nuestro estado de ánimo, y el ejercicio es una de las mejores maneras de hacerlo. Los estudios demuestran que el ejercicio aumenta las endorfinas (hormonas del bienestar), lo que nos hace sentir más felices.
Huesos y articulaciones más fuertes
Según NDTV, el ejercicio, específicamente el entrenamiento con pesas y de resistencia, puede ayudar a fortalecer los huesos y las articulaciones, reduciendo el riesgo de osteoporosis y dolor en las articulaciones.
Mejorar la salud respiratoria
El aire invernal suele ser seco y frío, lo que puede afectar la salud respiratoria. El ejercicio físico regular ayuda a fortalecer el sistema respiratorio, mejorar la función pulmonar y reducir el riesgo de problemas respiratorios.
Mejorar la calidad del sueño
El frío puede dificultar conciliar el sueño y provocar que te despiertes en mitad de la noche. Hacer ejercicio regularmente durante el invierno puede ayudarte a dormir mejor, regulando tu temperatura corporal, calmando tu mente y ayudándote a relajarte. Además, hacer ejercicio por la mañana mejora el funcionamiento de tu reloj biológico, lo que facilita mantener un horario de sueño regular.
Cosas a tener en cuenta al hacer ejercicio en clima frío
Según los expertos, hacer ejercicio en invierno requiere precaución para evitar afectar los huesos, las articulaciones y la salud. Sigue estos consejos para mantener tu cuerpo seguro al hacer ejercicio en la temporada de frío:
Consulte las condiciones meteorológicas antes de salir
Según Healthline y Everyday Health, si haces ejercicio en invierno, conviene consultar el pronóstico del tiempo antes de salir.
Factores como la temperatura, la humedad, el viento y el tiempo que pasará al aire libre son clave para planificar un ejercicio seguro en climas fríos. Si el clima es demasiado extremo, considere hacer ejercicio en casa.
Especialmente para las personas con asma o problemas cardiovasculares... necesitan prestar especial atención al hacer ejercicio en invierno.
Calienta tu cuerpo más a fondo
Calentar es un paso importante antes de hacer ejercicio para calentar el cuerpo. En climas fríos, conviene dedicar más tiempo a ejercicios de calentamiento y estiramiento para evitar lesiones durante el ejercicio. Si no se calienta adecuadamente, se corre el riesgo de sufrir distensiones musculares, calambres e incluso esguinces y luxaciones.
Especialmente en climas fríos, no debes hacer ejercicio descalzo, porque si tus pies están fríos, tu cuerpo se resfriará fácilmente, se te enfriarán fácilmente las manos y los pies, tendrás artritis y provocarás muchas otras enfermedades.
Elige el atuendo adecuado
En invierno, no debes elegir ropa de algodón, ya que retiene la humedad. Esto se debe a que, si llueve repentinamente mientras haces ejercicio, te mojarás el cuerpo y las telas absorbentes se pegarán rápidamente a la piel, bajando tu temperatura corporal y haciéndote sentir frío.
En su lugar, opta por telas sintéticas como poliéster, nailon y polipropileno, que absorben la humedad y se secan hasta un 50 % más rápido que el algodón. Si te enfrías y te mojas, acorta tu entrenamiento para reducir el riesgo de hipotermia.
Mantén tu cuerpo caliente
No solo debes priorizar las telas impermeables, sino también mantenerte abrigado usando capas finas. Primero, ponte una camiseta fina de tela sintética para absorber el sudor. Después, dependiendo del clima, puedes optar por un cortavientos o una chaqueta gruesa e impermeable encima.
Si hace mucho frío afuera, use una capa intermedia y luego coloque encima un abrigo de peso medio para mayor calidez.
Tenga en cuenta que cuanto más impermeable sea la capa exterior, menos humedad escapará del interior a medida que aumenta su temperatura corporal, incluso si suda durante el ejercicio.
La intensidad de tu entrenamiento determinará cuántas capas necesitas. Los corredores suelen necesitar menos capas que los caminantes porque se mueven más rápido y generan más calor corporal.
Use equipo de protección
Las manos, los pies, las orejas y la nariz son las partes más afectadas por las bajas temperaturas porque la sangre se desvía hacia el centro del cuerpo por lo que reciben menos sangre para calentarlas.
Para evitar que se te congelen las extremidades, usa calcetines gruesos, gorro o cinta para la cabeza y guantes. Estos artículos también se pueden quitar y guardar fácilmente en los bolsillos si tienes calor durante el entrenamiento.
Todos estos accesorios deben estar hechos de lana o fibras sintéticas, en lugar de algodón, para evitar la retención de agua.
Beber mucha agua
Aportar suficiente agua al cuerpo es especialmente importante en climas fríos. Puedes beber agua antes, durante y después del ejercicio para reponer agua y evitar la deshidratación, que afecta el rendimiento deportivo.
Además, beber mucha agua también ayuda a prevenir los labios y la piel agrietados durante la estación seca.
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Fuente: https://kinhtedothi.vn/ly-do-ban-nen-tap-the-duc-vao-mua-dong.html
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