En cinco años, con 260 artículos de investigación, 100 solo en 2022 (un promedio de 2 artículos por semana), el índice h académico de Bokov ha saltado al mismo nivel que el de muchos científicos que han ganado el Premio Nobel de Física.

Red global de coautoría: reputación a cambio de dinero
A muy temprana edad, Dmitry Bokov, profesor asociado de la Universidad Médica Sechenov (Rusia), sorprendió al mundo académico con la enorme cantidad de artículos científicos publicados internacionalmente, muchos de los cuales se publican en revistas de primer nivel (las más prestigiosas del mundo en cuanto a factor de impacto). Sin embargo, tras esa impresionante apariencia se esconde una compleja red de manipulación académica coordinada por él mismo.
En una investigación, T-invariant (una revista científica rusa y organización antiplagio) descubrió una red de plagio a gran escala dirigida por el profesor asociado Dmitry Bokov, que trabaja en la Primera Universidad Médica Estatal de Moscú (Universidad Sechenov, Rusia).
Según una investigación de T-invariant y The Insider, Bokov se encontraba en el centro de un mercado global de coautoría. En esta red, artículos de investigación preescritos, a menudo plagiados o copiados, eran posteriormente "retocados" y vendidos a través de agentes académicos en Irán, Irak, India, Bangladés y Rusia. Los aspirantes a "coautores" pagaban entre 500 y 5000 dólares para figurar como autores de un artículo de investigación enviado a revistas científicas internacionales.
Esta situación da lugar al fenómeno de los "autores fantasma", personas que no participan en la investigación ni escriben artículos, pero que aun así tienen su nombre en trabajos científicos. Con cientos de repeticiones de este truco, Bokov ascendió al 0,1% de los científicos más citados según Scopus, una hazaña que muchos profesores veteranos quizá no logren en toda su vida.
De científico a "jefe" académico
Los investigadores descubrieron que Dmitry Bokov operaba bajo dos identidades profesionales. La primera era la de un especialista ruso en el campo de la farmacia y la nutrición, que publicaba regularmente investigaciones bajo el nombre de la Universidad Estatal Médica Sechenov y su Centro de Nutrición y Biotecnología. En este rol, Bokov solía actuar como autor principal o coautor junto con colegas de Sechenov, la Universidad RUDN o institutos de investigación nacionales. En algunos casos, también se incluían coautores de Serbia y Lituania, pero dentro del marco de la colaboración regional.
La segunda identidad presenta un panorama completamente diferente: Bokov se ha convertido en un "coautor global contratado", apareciendo en una serie de artículos internacionales en diversos campos no directamente relacionados con su especialización. Los autores principales de este grupo provienen principalmente de Asia y el norte de África. Los artículos suelen enviarse a revistas de alto impacto en Web of Science y Scopus (T1-T2), con sede en Europa o Estados Unidos. Sin embargo, tras los primeros artículos, muchas revistas comenzaron a rechazar más trabajos con el nombre de Bokov, debido a la detección de indicios de irregularidades. Este es también el grupo de artículos con mayor riesgo de ser revocado.
Según la investigación de T-invariant, la mayoría de los artículos restantes de Bokov fueron transferidos a revistas de menor calidad o "depredadoras", en su mayoría con sede en India, e indexadas solo en Q3 o inferior en Scopus.
Además de ser un comprador de alto perfil, Dmitry Bokov también es un sofisticado proveedor de servicios académicos que se encuentra en el centro de los flujos financieros que impulsan los artículos científicos. A menudo es el primer autor o el autor correspondiente de artículos con entre 10 y 20 autores de países sin vínculos de investigación reales con Rusia. Este enfoque no solo ayuda a Bokov a consolidar su perfil, sino que también genera importantes ingresos en el mercado de coautoría.
Como "puerta de entrada", Bokov pudo conseguir publicaciones para los compradores gracias a sus turbias relaciones con varias revistas. Uno de sus aliados más cercanos fue Rafael Luque, químico español que había sido profesor de la Universidad de Córdoba. Juntos, aparecieron en cientos de artículos publicados en poco tiempo, aunque Luque afirmó desconocer el contenido de muchos de ellos. En 2023, Luque fue despedido de la universidad por violar la ética académica. Bokov, mientras tanto, está siendo investigado en Rusia, sin que se haya tomado una decisión formal sobre medidas disciplinarias o procesamiento.
Cuando se cuestiona la ética académica
El engaño estaba tan bien disimulado que pasó desapercibido para los programas antiplagio más populares. No fue hasta una comparación manual, palabra por palabra, que se reveló el contenido copiado.
Un ejemplo típico es el artículo que hace referencia al concepto sin sentido de “tuberculosis de calidad”, supuestamente producto de un software de reemplazo automático de palabras, en el que “suspensión” se traduce erróneamente como “tuberculosis”.
La historia de Dmitry Bokov no es solo un caso individual, sino una poderosa advertencia sobre una tendencia global de degradación ética en el ámbito académico. Cuando las universidades e institutos de investigación evalúan la eficacia de la investigación según el número de artículos y citas, habrá lagunas que personas como Bokov podrán aprovechar.
Una consecuencia preocupante es la contaminación de las bases de datos científicas. Los artículos de investigación que no son auténticos, tanto en contenido como en origen, permanecen en el sistema, son citados por otros científicos y se utilizan como base para investigaciones posteriores. Esto no solo es perjudicial económicamente (debido al coste de volver a estudiarlos), sino también peligroso si las aplicaciones médicas, bioquímicas, etc., se basan en datos falsos.
En 2022, la revista Food & Chemical Toxicology tuvo que retractarse de al menos 19 artículos en los que Bokov había contribuido. Sin embargo, esto fue solo la punta del iceberg. Académicos internacionales han pedido a importantes editoriales como Elsevier y Springer Nature que implementen sistemas de censura más estrictos, incluyendo la verificación del verdadero rol de cada autor.
Al mismo tiempo, expertos en ética académica han propuesto penalizar la compraventa de coautorías. Algunos países, como China e India, han comenzado a elaborar marcos legales para tratar esta conducta como una forma grave de fraude académico, que podría conllevar la revocación de títulos o un proceso penal.
Fuente: https://khoahocdoisong.vn/mang-luoi-hoc-thuat-ma-toan-cau-nang-chi-so-nhu-nobel-post1545507.html
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