Esta es la primera respuesta de una campaña de represalias anunciada por la administración Biden tras el ataque a una base estadounidense en Jordania. También marca una escalada de tensiones en Oriente Medio tras el estallido de los combates entre Israel y Hamás en Gaza.
El ejército estadounidense utilizó bombarderos de largo alcance B-1 para atacar a grupos rebeldes en Irak y Siria en represalia por la muerte de tres soldados estadounidenses. Ilustración: GI
El ejército estadounidense dijo en un comunicado que los ataques tuvieron como objetivo objetivos que incluían centros de comando y control, instalaciones de almacenamiento de misiles y drones, así como instalaciones de logística y de la cadena de suministro de municiones.
El ejército estadounidense afirmó que su campaña había alcanzado más de 85 objetivos repartidos en siete lugares, cuatro en Siria y tres en Irak, incluido el uso de bombarderos B-1 de largo alcance desplegados desde bases en Estados Unidos.
El teniente general Douglas Sims, director del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, dijo que parecía que los ataques tuvieron éxito, causando grandes explosiones secundarias cuando las bombas impactaron en armas rebeldes, aunque no estaba claro si hubo rebeldes muertos.
Los medios estatales sirios informaron el viernes que los ataques a lugares de la región desértica del país y en la frontera entre Siria e Irak causaron varias víctimas.
El ataque con drones contra una base estadounidense en Jordania fue el primer ataque mortal contra tropas estadounidenses desde que estalló la guerra entre Israel y Hamás en octubre. Funcionarios estadounidenses han determinado que el dron que mató a tres soldados e hirió a más de 40 fue fabricado por Irán.
Altos líderes estadounidenses llegan al aeropuerto para recibir los cuerpos de tres soldados estadounidenses repatriados el 2 de febrero de 2024. Foto: Reuters
“Nuestra respuesta comienza hoy. Continuará en el momento y lugar que elijamos”, declaró Biden en un comunicado. Horas antes, el viernes, la administración Biden y los líderes del Pentágono se encontraban en la Base Aérea Dover, en Delaware, durante la repatriación de los cuerpos de los tres militares.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, afirmó que Biden había ordenado los ataques de represalia. «Este es el comienzo de nuestra respuesta», afirmó.
El Pentágono afirmó que no busca la guerra con Irán. «No buscamos un conflicto en Oriente Medio ni en ningún otro lugar, pero el presidente y yo no toleraremos ataques contra las fuerzas estadounidenses», declaró Austin.
Antes del ataque de represalia estadounidense del viernes, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, dijo que Irán tampoco quería causar más conflictos en Oriente Medio, pero que "respondería enérgicamente" a cualquiera que intentara intimidar al país.
Hoang Anh (según Reuters, AP)
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