Estados Unidos y Filipinas realizan ejercicios navales anuales frente a la costa de la isla de Luzón, centrándose en la guerra antisubmarina, antisuperficie y electrónica.
Hoy se inauguró en Manila el ejercicio naval anual estadounidense-filipino "Sama Sama", que se prevé que dure dos semanas con ejercicios antisubmarinos, antibuques de superficie y de guerra electrónica en la zona sur de Luzón y en aguas costeras.
Un total de 1.800 soldados y diversos equipos participarán en el evento. Estados Unidos movilizará el destructor USS Dewey, un buque logístico y un avión de patrulla marítima P-8A Poseidon, mientras que Filipinas desplegará la fragata misilística BRP Antonio Luna, helicópteros AW109, aviones ligeros C-90 y una fuerza de tarea naval.
Comandantes estadounidenses y filipinos en la ceremonia inaugural del ejercicio Sama Sama el 2 de octubre. Foto: Marina de EE. UU.
Japón y Canadá también enviaron buques de guerra al ejercicio, mientras que Gran Bretaña, Francia y Australia desplegaron oficiales en el ejercicio teórico. Nueva Zelanda e Indonesia participaron como observadores.
"El orden internacional basado en normas que ha garantizado la paz regional durante décadas se ha visto desafiado para favorecer a un solo país. Trabajar juntos es la mejor manera de garantizar la soberanía y la seguridad hoy en día", declaró el vicealmirante Karl Thomas, comandante de la Séptima Flota de la Armada de los Estados Unidos, en la ceremonia inaugural, sin mencionar a ningún país en específico.
El comandante de la Armada filipina, Toribio Adaci, dijo que el ejercicio Sama Sama ayudaría a los participantes a "prepararse para enfrentar juntos una variedad de amenazas".
Ubicación de la isla de Luzón, Filipinas. Gráfico: Wikimedia
Estados Unidos ha tenido una importante presencia militar en Filipinas desde la Segunda Guerra Mundial, incluyendo dos bases en lo que en su día fueron las mayores bases militares de Washington en el extranjero. Ambos países firmaron un acuerdo a mediados de año que otorgará al ejército estadounidense acceso a cuatro bases adicionales en Filipinas.
China criticó la medida, afirmando que "intensifica las tensiones militares y pone en peligrola paz y la estabilidad en la región".
Vu Anh (según AFP )
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