Tanque de batalla M1A1 Abrams. (Fuente: Guardia Nacional del Ejército de EE. UU.) |
Según la fuente, EE. UU. transferirá a Kiev la versión M1A1, con equipo simplificado y sin electrónica avanzada, en lugar del M1A2, como se había comprometido previamente. Esta decisión fue tomada por la Casa Blanca para entrenar a las tripulaciones lo antes posible y trasladar los tanques al frente.
Anteriormente, el 28 de julio, Estados Unidos anunció que entregaría el primer lote de tanques pesados Abrams en septiembre próximo para apoyar el actual contraataque de Ucrania.
Según varios funcionarios anónimos, los primeros tanques se enviarán a Alemania en agosto para su "reacondicionamiento final" antes de ser enviados a Ucrania en septiembre de 2023. Se espera que la entrega inicial incluya entre 6 y 8 tanques.
El presidente estadounidense, Joe Biden, prometió enviar tanques Abrams a Kiev en enero de este año y se comprometió a proporcionar un total de 31 tanques, equivalentes a un batallón ucraniano. Se cree que esta acción de Biden busca incentivar el envío de tanques Leopard 2 a Alemania.
Además, el Departamento de Estado de EE. UU. dijo el 31 de julio que el ejército estadounidense ha extendido un contrato por casi 34 millones de dólares con General Dynamics Land Systems (GDLS) para proporcionar soporte técnico para los principales tanques de batalla Abrams, incluidos los que serán entregados a Ucrania.
Ese mismo día, según medios militares rusos, los vehículos aéreos no tripulados (UAV) que atacaron recientemente rascacielos en Moscú eran de fabricación artesanal y estaban compuestos principalmente de plástico. No solo estaban hechos con materiales prefabricados, sino que también contenían bombas y balas.
Cabe destacar que el uso de plástico e impresión 3D en el proceso de fabricación de vehículos aéreos no tripulados (UAV) dificulta su detección. Sin embargo, según la fuente mencionada, Ucrania no ha tenido éxito.
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