
Paseando por las calles centrales de Hanoi, los visitantes sin duda quedarán sorprendidos por la belleza de los edificios con su clásico estilo arquitectónico francés.

A pesar de haber permanecido en pie durante casi cien años, estas estructuras parecen haber conservado su aspecto original.

A pesar de que el paso del tiempo ha alterado un poco los intrincados patrones decorativos de las paredes, los marcos curvados de las ventanas o las paredes amarillas ahora cubiertas de musgo.

Desde oficinas, teatros, escuelas y museos hasta villas y casas… todo refleja sutilmente las características inconfundibles de Europa, magnífica pero refinada.

Las características arquitectónicas francesas se han fusionado, hasta cierto punto, con el paisaje y la atmósfera de Hanoi, creando una apariencia única y distintiva diferente a cualquier otra ciudad.
Revista Heritage






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