Se les llama "hikikomori" y, según la definición del gobierno , estas personas viven en aislamiento durante al menos seis meses.
Algunas personas solo salen ocasionalmente a comprar comida o participar en ciertas actividades; otras ni siquiera salen de sus habitaciones. El término "hikikomori" se acuñó en la década de 1980, y el problema ha sido motivo de preocupación durante la última década. Ahora, la pandemia de COVID-19 ha empeorado la situación.
La encuesta se realizó a 12.249 personas. De ellas, aproximadamente el 2% de las personas de entre 15 y 64 años fueron identificadas como hikikomori. Si se incluye la población general, esta tasa corresponde a 1,46 millones de personas. Las razones comunes que llevan al aislamiento social son el embarazo, la pérdida del empleo, la enfermedad, la jubilación y las malas relaciones personales. Sin embargo, la principal causa mencionada en la encuesta fue la COVID-19.
Un hikikomori en su casa en la ciudad de Zushi, Japón. Foto: ABC
Un estudio publicado en febrero reveló que la COVID-19 ha reducido las oportunidades de interactuar con otras personas en Japón. El estudio también indicó que la pandemia ha exacerbado problemas sociales existentes, como la soledad, el aislamiento y las dificultades económicas.
Antes de la pandemia, los hikikomori también estaban vinculados a una crisis demográfica. Para sus familias, esto planteaba un doble desafío conocido como el "problema 8050", que se refiere a personas aisladas de 50 y tantos años que viven de padres de 80 y tantos.
En ese momento, las autoridades también citaron otros factores, como la creciente tendencia a la soltería debido al menor atractivo de las citas y el matrimonio, y el debilitamiento de las relaciones en la vida real a través de la vida en línea.
En 2018, el Ministerio de Salud , Trabajo y Bienestar Social de Japón creó una organización para apoyar a las personas afectadas por el fenómeno hikikomori. Además, las autoridades locales también ofrecen servicios de apoyo, como visitas domiciliarias y terapia para las personas afectadas, así como apoyo domiciliario para personas de mediana edad y mayores.
Sin embargo, estos servicios no han recibido mucha atención desde el brote de COVID-19. En diciembre de 2022, el gobierno japonés anunció nuevas medidas para abordar el problema de la soledad, como una campaña de concienciación pública y prevención del suicidio a través de las redes sociales, el aumento del número de orientadores escolares y sociales, y la prestación de asesoramiento telefónico regular a personas con pocas relaciones sociales.
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