En consecuencia, los adultos que consumen mayores cantidades de cafeína a través del café o el té tendrán una vejez más saludable, según la revista médica Medical Express .
El estudio, dirigido por el profesor Koh Woon Puay, de la Facultad de Medicina Yong Loo Lin, de la Universidad Nacional de Singapur (NUS Medicine), recogió información de más de 12.000 participantes, a quienes se les hizo un seguimiento durante 20 años.
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Los participantes fueron entrevistados por primera vez a una edad promedio de 53 años, preguntándoles sobre su consumo de bebidas con cafeína, como café y té. También respondieron preguntas sobre su altura, peso, dieta, ejercicio y sueño.
Los bebedores de café se dividieron en cuatro grupos según su consumo de café: sin café a diario, 1 taza de café al día, 2-3 tazas al día y 4 tazas al día.
Los bebedores de té también se dividieron en cuatro grupos según la frecuencia de consumo: nunca beben té, beben al menos una vez al mes, al menos una vez a la semana y beben a diario.
Después de 20 años de seguimiento, a los 73 años, se les evaluó su aptitud física, a través de entrevistas y pruebas físicas.
Las personas que beben té y café mantendrán una fuerza física significativamente mejor en la vejez.
Los resultados encontraron que beber café, té negro o té verde en la mediana edad redujo significativamente el riesgo de deterioro físico en la vejez.
En concreto, las personas que beben cuatro tazas de café al día tienen tasas significativamente reducidas de deterioro físico en la vejez, en comparación con las personas que no beben café a diario, según Medical Express.
Además, las personas que beben té negro y té verde a diario presentan una tasa de debilidad física significativamente menor que las que no los beben.
Los investigadores evaluaron además la asociación entre el consumo de cafeína y el riesgo de fragilidad en la vejez. Los resultados también mostraron que un mayor consumo de cafeína se asociaba con menores tasas de fragilidad.
Además de la cafeína, el café y el té son ricos en polifenoles bioactivos, que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias y pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades que aumentan la fragilidad, como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la obesidad y las enfermedades neurodegenerativas.
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