
La capacidad de gobernanza compite entonces no sólo por la acción o la visión, sino también por la capacidad de utilizar datos para actuar con precisión y rapidez, en beneficio de la gente y el desarrollo del país.
En el modelo tradicional de gobernanza, esta suele asociarse con las órdenes administrativas y la experiencia, pero en la era digital, el liderazgo también se mide por la capacidad de tomar decisiones basadas en datos, evidencia y retroalimentación social. La transición del liderazgo experiencial al liderazgo basado en datos es la evolución del pensamiento moderno sobre gobernanza, donde la perspicacia política se sustenta en la inteligencia digital.
Pensamiento gerencial moderno
En realidad, la capacidad de liderar con datos requiere no solo saber dar órdenes, sino también saber interpretarlos para operar con flexibilidad; no solo escuchar informes, sino también saber escuchar a la sociedad a través de sistemas de información en tiempo real; no solo reaccionar a la realidad, sino también pronosticarla, moldearla y liderarla proactivamente. Esto es común a la base ideológica de nuestro Partido. El presidente Ho Chi Minh aconsejó una vez: «Un líder es alguien que sabe aprender del pueblo, comprenderlo y actuar para él». Esta idea representa una filosofía de gestión moderna desde sus inicios: un líder no es solo un «comandante», sino también un «servidor», un «creador» y un «aprendiz continuo» de la realidad y del pueblo. En la era de los datos, la lección del tío Ho de «aprender del pueblo, preguntarle y comprenderlo» cobra mayor relevancia.
El documento del XIII Congreso Nacional del Partido continúa afirmando la orientación para el desarrollo del equipo de liderazgo en el nuevo período: "Formar un equipo de cuadros, especialmente cuadros de nivel estratégico, con cualidades, capacidad y prestigio suficientes, a la altura de la tarea; con firme voluntad política, inteligencia, capacidad de innovación y creatividad, con audacia para pensar, actuar y asumir la responsabilidad por el interés común". Esta es la herencia del pensamiento de Ho Chi Minh en el nuevo contexto, donde la inteligencia de liderazgo no solo implica la capacidad de "ver a lo lejos, pensar en grande", sino también la capacidad de aprender con rapidez, adaptarse con flexibilidad y operar con creatividad en un entorno digital y basado en datos.
En la era de la transformación digital, la inteligencia de liderazgo no consiste en reemplazar humanos por máquinas, sino en la combinación armoniosa de ciencia de datos, inteligencia social y valores humanos. Los datos se convierten en la esencia de la gobernanza moderna, donde cada cifra, cada respuesta social, cada flujo de información contribuye a la formulación de políticas y es una herramienta para profundizar la inteligencia y la responsabilidad para las personas y el país. Si el gobierno electrónico es el primer paso en la digitalización del aparato, entonces el gobierno digital y el gobierno de datos se sitúan en un nivel superior, donde los datos se convierten en la base de la toma de decisiones, un recurso estratégico del país.
En la era de la transformación digital, la inteligencia de liderazgo no consiste en reemplazar humanos por máquinas, sino en la combinación armoniosa de ciencia de datos, inteligencia social y valores humanos. Los datos se convierten en la esencia de la gobernanza moderna, donde cada cifra, cada respuesta social, cada flujo de información contribuye a la formulación de políticas y es una herramienta para profundizar la inteligencia y la responsabilidad para las personas y el país. Si el gobierno electrónico es el primer paso en la digitalización del aparato, entonces el gobierno digital y el gobierno de datos se sitúan en un nivel superior, donde los datos se convierten en la base de la toma de decisiones, un recurso estratégico del país.
En Vietnam, este proceso de transformación está claramente institucionalizado a través de programas y proyectos nacionales. El Sistema Nacional de Centros de Datos, la plataforma VNeID y la Base de Datos Nacional de Población han creado el primer "mapa digital" del país, lo que permite a los organismos de gestión conectar, compartir y explotar datos de forma unificada.
Hasta agosto de 2025, VNeID, la aplicación nacional de identificación electrónica integrada en la Base de Datos Nacional de Población, se ha conectado con 15 ministerios, sucursales, una empresa estatal y 34 localidades, y ha recibido más de 2.100 millones de consultas y verificaciones de información, de las cuales más de 1.200 millones se han procesado correctamente. En Hanói, los centros de atención médica y tratamiento han conectado y sincronizado los historiales médicos de más de 4 millones de personas con la base de datos nacional a través de VNeID, lo que permite que las personas solo tengan que traer sus teléfonos con VNeID instalado en lugar de tarjetas de seguro médico y tarjetas de identificación ciudadana. Esto no es solo una reforma técnica, sino una revolución en la forma de gestionar las políticas públicas: desde el procesamiento de historiales y la gestión de residentes hasta la elaboración de políticas de seguridad social, salud y educación, todo puede basarse en datos reales y en tiempo real.
Las prácticas en localidades pioneras como Quang Ninh, Ciudad Ho Chi Minh y Da Nang demuestran el gran potencial del modelo de "gobierno digital" para mejorar la eficiencia administrativa. Quang Ninh ha operado el "Centro de Operaciones Inteligentes (COI)" para ayudar a los líderes provinciales a monitorear instantáneamente la situación socioeconómica y la opinión pública, tomando así decisiones rápidas, precisas y transparentes. Ciudad Ho Chi Minh ha desarrollado un "ecosistema de datos abiertos" para servir a empresas y ciudadanos, mientras que Da Nang continúa consolidando su posición como "ciudad inteligente" con un modelo de gobernanza digital interactivo bidireccional entre el gobierno y la ciudadanía. Estos ejemplos demuestran que cuando los datos se aprovechan adecuadamente, el liderazgo y la capacidad administrativa pueden ser más flexibles, inteligentes y humanos que nunca. Cuando las políticas se construyen y anuncian con base en datos demostrables, transparentes y accesibles, la gente no solo escucha, sino que también cree, comprende y acompaña.
Visión y desafíos
La transformación digital no es solo un proceso tecnológico, sino una revolución en el liderazgo nacional y la forma de pensar en la gobernanza. En el contexto de la entrada mundial en la era de los datos, Vietnam identifica claramente la necesidad de innovar radicalmente el modelo de gobernanza: de un Estado que gestiona a un Estado que crea, actúa y sirve con base en plataformas digitales. Esto no es solo una orientación técnica, sino la visión estratégica de un país impulsado por la inteligencia digital y una cultura de liderazgo en constante aprendizaje.
El objetivo de desarrollo para 2045 —convertirse en un país desarrollado de altos ingresos— impone nuevos requisitos al equipo de liderazgo de Vietnam: deben ser personas que "aprenden, se adaptan e innovan continuamente", que sepan tomar decisiones basadas en datos, pero que mantengan la base humanística del régimen socialista. La "inteligencia de liderazgo en la transformación digital" no solo se mide por la capacidad de usar la tecnología, sino también por la de transformar los datos en políticas y la información en confianza ciudadana.
Sin embargo, junto con las oportunidades, la era digital también plantea grandes desafíos para la gobernanza nacional. Los datos se pueden recopilar rápidamente, pero la capacidad de leerlos, comprenderlos, analizarlos y utilizarlos para la formulación de políticas es limitada. Mientras tanto, la gente exige cada vez más transparencia, eficiencia y rendición de cuentas. Si no se reduce esta brecha, por muchos datos disponibles, no se convertirán en una fuerza de liderazgo, sino en un mar de información sin rumbo. Además, Vietnam está implementando bases de datos nacionales sobre población, territorio, empresas, seguridad social, etc.
Sin embargo, la fragmentación entre ministerios, sectores y localidades sigue siendo un importante obstáculo para la interoperabilidad. El establecimiento de un Centro Nacional de Datos y un marco legal para el intercambio de datos públicos es un paso en la dirección correcta, pero requiere un mecanismo de coordinación estrecho y una estricta disciplina de la información. Equilibrar el poder de los datos y la privacidad de los ciudadanos también es un desafío que debe abordarse. En la era de los datos abiertos, la información personal se convierte en un recurso valioso y, al mismo tiempo, en el área más sensible. Si se abusa de los datos, se dañará la confianza social y la gobernanza digital perderá sus valores humanos fundamentales. Por lo tanto, junto con el estado de derecho, la ética de los datos debe convertirse en un principio rector en todas las actividades administrativas.
Mantener una identidad humanista en la gobernanza digital también es un gran desafío. Los líderes digitales no solo deben saber interpretar los datos, sino también comprender a las personas: saber escuchar las emociones, expectativas y preocupaciones de quienes viven en el ciberespacio. Así, los datos no se convertirán en una herramienta de control, sino en un medio para generar felicidad y desarrollo humano.
Para hacer realidad la visión de un sistema de gobernanza nacional moderno, creado y operado sobre una plataforma de datos, Vietnam necesita una hoja de ruta de reforma integral, fundamental y a largo plazo, centrada en la creación de un equipo de liderazgo con capacidad digital, inteligencia de datos y espíritu innovador. La formación de un equipo de "funcionarios de datos" —personas que no solo dominen la tecnología, sino que también conozcan la gobernanza, la ética pública y los métodos de toma de decisiones basados en la evidencia— es una necesidad urgente. Deben ser funcionarios capaces de interpretar, analizar y utilizar datos científicamente; que sepan aprovechar la tecnología al servicio de la ciudadanía, no dejarse guiar por ella. La selección y evaluación de los funcionarios debe basarse en su capacidad para desenvolverse en el entorno digital: la capacidad de procesar información, tomar decisiones rápidas, coordinarse entre sectores y garantizar la transparencia en sus acciones.
Los órganos de liderazgo y asesoramiento estratégico también deben contar con un sistema de herramientas de análisis de datos, modelos de simulación y pronósticos socioeconómicos en tiempo real. El uso de inteligencia artificial (IA), big data y plataformas de análisis abiertas ayudará al Estado a prever riesgos con antelación, evaluar con precisión el impacto de las políticas y, por lo tanto, a ser proactivo en la gestión y prevención de crisis. El proyecto "Fortalecimiento de la capacidad nacional de previsión y gestión de riesgos", implementado en 2025, es un claro ejemplo de esta dirección: cuando Vietnam comience a transitar de la "gestión de consecuencias" a la "gestión proactiva de riesgos". Por lo tanto, la gobernanza nacional en la era de la transformación digital no es solo una cuestión de capacidad tecnocrática, sino también de la inteligencia combinada del estado de derecho, la humanidad y la innovación. Esta es la base para que Vietnam se acerque al objetivo de un Estado de derecho, donde cada decisión de liderazgo se guíe por datos objetivos y un compromiso con el pueblo.
En la era de los datos, el pensamiento de gobernanza nacional no puede limitarse a la gestión empírica, sino que debe basarse en la evidencia y el conocimiento. La transformación fundamental radica en pasar del "liderazgo gerencial" al "liderazgo creador de datos", es decir, los líderes no solo toman decisiones, sino que también crean ecosistemas de datos, fomentan la confianza y promueven la innovación en toda la sociedad.
En la era de los datos, el pensamiento de gobernanza nacional no puede limitarse a la gestión empírica, sino que debe basarse en la evidencia y el conocimiento. La transformación fundamental radica en pasar del "liderazgo gerencial" al "liderazgo creador de datos", es decir, los líderes no solo toman decisiones, sino que también crean ecosistemas de datos, fomentan la confianza y promueven la innovación en toda la sociedad.
Como se afirma claramente en el Documento del XIII Congreso del Partido: «Desarrollar con fuerza el gobierno digital, la economía digital y la sociedad digital, en consonancia con el proceso de renovación del modelo de crecimiento, la reestructuración económica y la construcción de una gobernanza nacional moderna, eficaz y eficiente». Esto requiere un nuevo aparato de liderazgo: personas con un profundo conocimiento de la tecnología y de los datos, pero sobre todo con una visión humanista, que sepan utilizar los datos al servicio de las personas y desarrollarse de forma sostenible. La inteligencia de liderazgo, en ese contexto, se convierte en la «energía blanda» del Estado de derecho moderno, donde el líder no solo opera con poder administrativo, sino también con la capacidad de crear, conectar y difundir valores.
Fuente: https://nhandan.vn/quan-tri-quoc-gia-trong-ky-nguyen-du-lieu-va-chuyen-doi-so-post917654.html






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