
Me recuerdas a cuando, de pequeña, en verano en el campo, solía seguir a mis amigos a recoger centella asiática al borde del terreno.
La centella asiática se seca en verano porque no tiene agua, pero a cambio, cada tallo es de buena calidad y, al hervirlo, se obtiene una bebida deliciosa.
En aquellos tiempos, la centella asiática era literalmente una verdura silvestre, porque nadie la plantaba ni la cuidaba. Crecía por sí sola y, cuando llegaba la época, florecía, extendiéndose en grupos a lo largo de los bordes de los campos o en los jardines.
Cada verano, tu madre seca una bolsita de centella asiática para preparar una infusión que bebe a diario. Hierve una olla grande de agua, espera a que se enfríe, luego añade un poco de azúcar, y cuando puede comprar unos cientos de dongs más, añade hielo para preparar una bebida refrescante y deliciosa.
Tu pueblo no es muy diferente del mío. La centella asiática crece en abundancia en mi pueblo. Recuerdo el verano, el calor sofocante, y también la época en que mi cuerpo se cubría de sarpullido que me picaba muchísimo. Mi madre probó muchos remedios caseros para curarlo, pero al final se rindió.
Pero, milagrosamente, cuando bebí diligentemente jugo de centella asiática, las ronchas que me picaban desaparecieron sin que me diera cuenta. Recuerdo que cada vez que volvía de un viaje, empapado en sudor, corría al porche donde mi madre había preparado el jugo de centella asiática, me servía un par de tazas y me lo bebía de un trago. El jugo de centella asiática tiene un sabor dulce y aromático, y al beberlo, me deja un regusto dulce en la garganta. Después de beberlo, me sentía sumamente fresco.
Me contaste de aquella vez que fuiste a recoger centella asiática y te dio una insolación, rodando por el borde del campo, mientras tus amigos del pueblo estaban todos asustados y en pánico. Pensé que lo dejarías entonces, pero la «misión» de recoger centella asiática en verano continuó. La centella asiática se seca y se usa para hacer té, y parece que todo el mundo conoce la sopa de centella asiática de verano.
A la espera de las primeras lluvias de verano, los tallos de la centella asiática ya están menos delgados y visiblemente más gruesos. Tu madre elige los tallos más frescos y jóvenes para preparar la sopa. Dices que, gracias a la sopa de centella asiática, la comida está más rica. Entonces todos exclamamos, ¡cuánto echábamos de menos la comida casera!
Charlamos sin parar hasta que te detuviste, me tomaste la mano y dijiste que extrañabas los viejos tiempos y los campos. Los campos donde crecían por doquier las centellas, ahora forman parte del parque industrial textil.
En los campos donde crece la centella asiática, se usan pesticidas indiscriminadamente, y nadie se atreve a recolectarla para secarla y preparar té o sopa. Solo de vez en cuando toda la familia puede usar unos cuantos manojos de centella asiática del jardín. Al verte triste, me dan ganas de llorar también.
Mis recuerdos y los tuyos, al parecer, no se limitan a los grupos de centella asiática en los campos pobres...
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