Casi 200 países aprobaron hoy, 24 de noviembre, un acuerdo de financiamiento climático, pero algunos países no están satisfechos con la cantidad de dinero que los países desarrollados se han comprometido a aportar.
El presidente de la COP29, Mukhtar Babayev, habla en la Cumbre climática COP29 en Bakú, Azerbaiyán, el 23 de noviembre.
Después de dos semanas de negociaciones y muchas noches de insomnio, los delegados de casi 200 países que asisten a la 29ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) en la capital de Azerbaiyán, Bakú, aprobaron el pacto financiero el 24 de noviembre.
Según el nuevo pacto, los países desarrollados destinarán al menos 300 000 millones de dólares anuales para 2035 a ayudar a los países en desarrollo a ecologizar sus economías y prepararse para desastres más graves. Esta cifra supone un aumento con respecto a los 100 000 millones de dólares del compromiso actual, pero ha sido criticada por los países en desarrollo por considerarla demasiado baja, por lo que han solicitado una cantidad mayor, según AFP.
"La cantidad de dinero que se propone recaudar es demasiado pequeña. Es una cantidad pequeña... En nuestra opinión, esto no abordará el enorme desafío que todos enfrentamos", enfatizó la delegada india, Leena Nandan.
“Esta COP es un desastre para el mundo en desarrollo. Es una traición por parte de los países ricos que dicen tomarse en serio el cambio climático, tanto para las personas como para el planeta. No hay tiempo para celebrar”, declaró Mohamed Adow, director keniano del centro de estudios Power Shift Africa.
Un grupo de 134 países en desarrollo pide al menos 500.000 millones de dólares a los gobiernos ricos para aumentar la resiliencia al cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El jefe de la ONU para el clima, Simon Stiell, admitió que el nuevo acuerdo no era perfecto. "Ningún país logró todo lo que quería y nos vamos de Bakú con muchísimo trabajo por delante. Así que este no es momento de celebrar la victoria", enfatizó Stiell en un comunicado.
Estados Unidos y la Unión Europea (UE) quieren que las economías emergentes ricas, como China, el mayor emisor mundial, contribuyan más. El acuerdo final "anima" a los países en desarrollo a contribuir de forma voluntaria, lo que no supone ningún cambio para China, que ha proporcionado financiación climática en sus propios términos, según AFP.
Los países ricos dicen que sería políticamente irrealista esperar una financiación gubernamental más directa.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, un escéptico del cambio climático y de la ayuda exterior, regresará a la Casa Blanca en enero de 2025, y varios otros países occidentales han visto una reacción de la derecha contra su agenda verde.
El nuevo acuerdo establece un objetivo general más amplio de 1,3 billones de dólares al año para combatir el aumento de las temperaturas y los desastres, pero gran parte provendrá de fuentes privadas.
Antes de llegar a ese acuerdo, los países lucharon por reconciliar antiguas divisiones sobre cuánto dinero las naciones ricas más responsables del cambio climático deberían dar a las naciones pobres menos responsables pero más afectadas por el rápido calentamiento del planeta.
Por momentos las conversaciones parecieron estar al borde del colapso, ya que los representantes de los países en desarrollo abandonaron la reunión y amenazaron con retirarse si las naciones ricas no pagaban más.
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Fuente: https://thanhnien.vn/so-tien-cam-ket-ve-khi-hau-tang-them-200-ti-usd-nhung-con-qua-it-185241124072818661.htm
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