Los principales beneficios para la salud del yogur griego
Ayuda a perder peso
El yogur griego es rico en proteínas y grasas. Estos nutrientes tardan más en digerirse en el estómago, lo que contribuye a la sensación de saciedad y promueve la pérdida de peso.
El yogur griego es rico en proteínas (casi tres veces más que el yogur tradicional), vitamina B12, ácido fólico, minerales como calcio, potasio y compuestos probióticos. Además, tiene un menor contenido de carbohidratos y lactosa que el yogur tradicional, lo que reduce el índice glucémico, contribuye a la saciedad y reduce la ingesta de alimentos. El yogur griego puede ser consumido por personas con diabetes e intolerancia a la lactosa.
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Antiestreñimiento
Por ser rico en probióticos, que son bacterias beneficiosas para el organismo, como el lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus, el yogur griego ayuda a equilibrar la flora intestinal, tratando o previniendo el estreñimiento.
Prevenir la osteoporosis
El yogur griego es una excelente fuente de calcio y fósforo, minerales importantes para la formación de huesos y dientes. Además, ayuda a mantener la salud de estas estructuras, tratando y previniendo la osteoporosis.
Promueve la ganancia de masa muscular
Al ser un alimento rico en proteínas y de fácil absorción por el organismo, el yogur griego puede consumirse antes o después de la actividad física, contribuyendo a mantener o aumentar la masa muscular.
El yogur griego también tiene un alto contenido de fósforo, un mineral importante que ayuda a los músculos a contraerse y recuperarse después de la actividad física.
Ayuda a controlar la diabetes
El yogur griego tiene un mayor contenido de proteínas y un menor contenido de azúcar que el yogur tradicional, es un alimento con un índice glucémico bajo, lo que favorece el equilibrio del azúcar en sangre y previene y controla la diabetes.
Fortalecer el sistema inmunológico
Los probióticos ayudan a fortalecer el sistema de defensa del cuerpo, previniendo y tratando afecciones como la cándida, infecciones del tracto urinario y alergias.
Además, los probióticos que se encuentran en el yogur ayudan a combatir las bacterias malas en el intestino, previniendo ciertas enfermedades, como el cáncer de intestino, la gastroenteritis, la enfermedad de Crohn y el síndrome del intestino irritable.
Prevenir la presión arterial alta
El yogur griego tiene un alto contenido de potasio, un mineral que ayuda a eliminar el exceso de sodio del cuerpo a través de la orina, previniendo la presión arterial alta.
Debido a que contiene una buena cantidad de magnesio y fósforo, el yogur griego también favorece la contracción del músculo cardíaco y de las arterias, lo que es importante para mantener una presión arterial equilibrada.
Mejorar el estado de ánimo
El yogur griego tiene un alto contenido en proteínas y grasas, que aportan energía, importante durante la actividad física o cuando estás cansado.
Contiene poca lactosa
El yogur griego contiene menos lactosa que otros productos lácteos y es mejor tolerado por personas con problemas de digestión o intolerancia a la lactosa, y puede recomendarse como parte de una dieta equilibrada.
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Cómo elegir el mejor yogur griego
Lo ideal es optar por el yogur griego más sencillo, evitando aquellos con ingredientes como azúcar, espesantes y conservantes. Normalmente, el yogur griego solo contiene leche y las bacterias del proceso de fermentación que se indican en los ingredientes.
Tradicionalmente, el yogur griego se elabora únicamente con leche de vaca, de cabra o de oveja y tiene un alto contenido en proteínas y grasas y un bajo contenido en carbohidratos.
Sin embargo, algunas marcas añaden espesantes, como almidón o goma, y mermeladas de frutas azucaradas para cambiar el sabor. Estos cambios pueden aumentar el contenido de azúcar y aditivos del yogur griego, haciéndolo menos saludable.
Cómo hacer yogur griego en casa
Puedes preparar yogur griego en casa. Solo necesitas un litro de leche entera y un frasco de yogur natural entero sin azúcar. Aquí tienes una guía paso a paso para preparar yogur en casa.
_ Poner la leche en una cacerola y calentar a fuego medio, revolviendo ocasionalmente hasta que hierva;
Deja que la leche se enfríe. La temperatura ideal es de unos 38-40 grados. Si está más caliente, espera un poco más.
_ Pasar la leche a un bol y agregar la masa de yogur que hemos dejado a temperatura ambiente durante 1-2 horas, remover suavemente hasta que la mezcla esté bien integrada, puedes pasarla por un colador para que se disuelva más fácilmente;
_ Transfiera la mezcla a cada taza con tapa; se puede incubar en una olla a presión con modo para hacer yogur, o utilizar un horno precalentado a una temperatura adecuada de aproximadamente 70 grados durante 5 minutos, incubar durante 8 a 10 horas, idealmente en una yogurtera.
_ Cuando el yogur esté duro, ponlo en un paño fino, colócalo encima de un frasco de vidrio grande;
_ Tapar el frasco de vidrio y dejar escurrir durante 4 a 5 horas en el refrigerador;
_ Pasar el yogur filtrado a otro recipiente, revolver bien y tapar, refrigerar.
El yogur griego debe refrigerarse y consumirse en un plazo de 5 días. Puedes añadir fruta fresca, copos de avena o semillas, como chía o lino, al yogur y disfrutarlo.
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Fuente: https://kinhtedothi.vn/sua-chua-hy-lap-nhung-loi-ich-voi-suc-khoe-va-cach-lam-tai-nha.html








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