El cáncer de ovario en etapa temprana a menudo presenta síntomas de hinchazón, flatulencia y náuseas que se confunden fácilmente con el síndrome del intestino irritable y otras enfermedades digestivas, lo que dificulta su detección temprana.
Según la Sociedad Americana del Cáncer, aproximadamente el 20% de los cánceres de ovario se diagnostican en una etapa temprana. Una de las principales razones por las que es difícil detectarlo a tiempo es que los síntomas suelen ser vagos y aún no se dispone de herramientas de detección eficaces.
Síntomas como hinchazón, flatulencia, indigestión, náuseas y cambios en los movimientos intestinales causados por el cáncer de ovario a menudo se confunden con el síndrome del intestino irritable.
Un tumor ovárico en crecimiento puede adherirse a los intestinos y afectar la función intestinal. En ocasiones, la paciente siente molestias abdominales, calambres, problemas digestivos vagos y difíciles de identificar, o tumores malignos en los ovarios.
El cáncer de ovario es común en mujeres mayores de 50 años; el tratamiento temprano aumenta la tasa de curación. Ilustración: Freepik
Según la Asociación Americana de Gastroenterología, en el caso del cáncer, la hinchazón se produce debido a la acumulación de líquido en el abdomen. En el síndrome del intestino irritable, esta afección puede ser causada por el consumo de alimentos ricos en fibra y grasas, frituras y bebidas carbonatadas.
Para reconocer el cáncer de ovario, es necesario prestar atención a otros signos, como presión en la pelvis y la espalda, disminución del apetito o sensación de saciedad poco después de comer, y pérdida de peso inexplicable. Orinar con mayor frecuencia o urgencia también puede ser un indicio de este tipo de cáncer.
El síndrome del intestino irritable es un problema crónico; los síntomas no siempre son constantes, sino que se presentan en episodios. Mientras tanto, los síntomas del cáncer continúan progresando. Si los síntomas persisten y no mejoran con el tratamiento convencional, las mujeres deben consultar a un médico para determinar si existe cáncer.
El cáncer de ovario suele diagnosticarse en mujeres de 50 a 60 años. Las mujeres de esta edad, que suelen presentar distensión abdominal, náuseas, vómitos y deposiciones anormales, deben acudir a una evaluación temprana y a pruebas de detección del cáncer.
Las pruebas de imagen, como radiografías, ecografías, análisis de sangre CA-125 y análisis de proteínas, pueden ayudar a determinar la enfermedad. Si las pruebas son negativas, el médico descartará cáncer y continuará buscando otras causas.
Los tumores de ovario diagnosticados a tiempo tienen una alta tasa de supervivencia. Según la Sociedad Americana del Cáncer, la tasa de supervivencia a 5 años para el cáncer de ovario que no se ha propagado ni metastatizado es superior al 90 %, con probabilidades de curación en las primeras etapas.
Mai Cat (según Everyday Health )
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