El punto de partida del viaje por el río Ngo Dong
Una chica llamada Nhien, que lleva más de 10 años remando en Tam Coc, nos llevó a recorrer el río Ngo Dong. A través de Hang Ca, Hang Hai y Hang Ba se encuentran imponentes bloques de piedra caliza. El espacio es extrañamente silencioso, con solo el sonido de los remos al salpicar el agua. "Este lugar se conoce como la bahía de Ha Long en tierra gracias a la armonía entre ríos, montañas y arrozales. En los días sin lluvia, el paisaje es precioso, y cuando llueve, el lugar es como un cuento de hadas...", dijo la Sra. Nhien.
Hay más de 1000 barcos en el muelle, y tarda entre 5 y 6 días en remar un viaje. Por eso, aprecia mucho a cada cliente. En cada viaje de ida y vuelta, aunque solo recibe 200 000 VND, no es mucho dinero, y tiene que esperar mucho tiempo. En el barco, lleva cuadros bordados a mano que su familia hizo para vender a los turistas. "Algunos compran, otros no, pero todos elogian las hermosas pinturas", añadió la Sra. Nhien.
Bajo la lluvia, Tam Coc parecía tranquilo, apacible y poético. El pequeño bote que nos transportaba a los cinco se deslizaba lentamente, entre acantilados cubiertos de flores silvestres y verdes arrozales. Cada remo era como una pincelada sobre una mágica imagen natural. A lo largo del camino, ocasionalmente, las cabras se posaban en la ladera de la montaña, algunos monos aparecían y desaparecían en las ramas de los árboles, o el canto de los pájaros resonaba en el aire, perturbando la paz del paisaje.
El barco atravesó Hang Ca, la cueva más ancha y profunda, con un techo alto y estalactitas que colgaban como relieves mágicos. El interior estaba fresco y la tenue luz le daba un aire misterioso. Al entrar en Hang Hai, la luz se filtraba a través del agua, haciendo que la superficie del río brillara como un espejo. Hang Ba, aunque el más corto, era extrañamente silencioso, como un mundo privado, con solo el sonido del agua golpeando el costado del barco.
En el río, también hay fotógrafos disponibles, que se mueven entre los barcos para capturar momentos inolvidables para los turistas. A pesar de remar bajo la lluvia y contra el viento, los barqueros siguen sonriendo, charlando y contando historias a los turistas. Algo que nos impresionó fue la amabilidad de todos; los turistas se saludaban como viejos amigos, aunque no se conocieran, sin importar de dónde vinieran.
Al salir de Tam Coc justo cuando la lluvia había parado, me llevé una sensación de paz indescriptible. La gente, sencilla y entusiasta, contaba historias sobre la Pagoda Bich Dong, sobre festivales tradicionales o sobre la antigua vida relacionada con el río. Esa es la diferencia, que hace que Tam Coc no solo sea un lugar hermoso, sino también memorable.
NGUYEN XE
Fuente: https://baoangiang.com.vn/tam-coc-mot-ngay-khong-nang-a422029.html
Kommentar (0)