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La región Asia-Pacífico y la "variable" de la competencia entre Estados Unidos y China

Báo Quốc TếBáo Quốc Tế21/01/2025

El embajador Hoang Anh Tuan, exdirector del Instituto de Estudios Estratégicos de la Academia Diplomática , comentó que la competencia entre Estados Unidos y China bajo la administración Trump 2.0 seguirá aumentando y cambiando el panorama global, sin embargo, China se ha fortalecido y no se deja intimidar fácilmente.


Dự báo chính sách của Tổng thống Trump (kỳ cuối):  Tâm điểm châu Á-Thái Bình Dương và ‘biến số’ cạnh tranh Mỹ-Trung
Es probable que la administración Trump 2.0 continúe intensificando las medidas para contener el ascenso de China. (Fuente: SCMP)

Para la región Asia- Pacífico , en el contexto de tensiones en otras regiones que no se han calmado, ¿qué escenarios enfrentará la administración Trump 2.0? ¿Cómo se verá afectada esta zona por las políticas de la nueva administración?

La región Asia-Pacífico seguirá siendo el foco de la estrategia de política exterior de la administración Trump 2.0, especialmente a medida que la competencia entre Estados Unidos y China se intensifica y los puntos conflictivos geopolíticos aumentan la presión. La administración Trump 2.0 podría enfrentar tres escenarios principales con implicaciones importantes para las estructuras de poder regionales.

Escenario 1: Intensificación de la competencia estratégica con China.

China es considerada el mayor desafío estratégico para Estados Unidos en la región Asia-Pacífico. Es probable que la administración Trump 2.0 continúe intensificando las medidas para contener el ascenso de China, incluyendo embargos de tecnología, mayores aranceles y restricciones a la inversión en los sectores estratégicos de Beijing.

Además, EE.UU. incrementará su presencia militar en el Mar del Este y el Estrecho de Taiwán, mediante patrullas de libertad de navegación o ejercicios conjuntos con aliados. Estas políticas pretenden debilitar la posición económica, tecnológica y militar de China, enviando al mismo tiempo un claro mensaje de disuasión.

Escenario dos: Reestructurar las relaciones con los aliados.

La administración Trump 2.0 seguirá presionando a aliados clave como Japón, Corea del Sur y Australia para que aumenten el gasto de defensa y contribuyan más a la seguridad regional. Esto reduce la carga financiera de Estados Unidos y fortalece las capacidades de defensa de sus aliados.

Sin embargo, este enfoque puede causar tensión en las relaciones bilaterales cuando los aliados se sienten presionados por demandas estadounidenses excesivas, incluso irrazonables.

Al mismo tiempo, la Administración Trump 2.0 también fortalecerá la cooperación estratégica con estos países, especialmente para enfrentar los desafíos de China.

Escenario tres: Las tensiones aumentan en los puntos conflictivos regionales.

El Mar de China Meridional, el Estrecho de Taiwán y la Península de Corea seguirán siendo zonas de inestabilidad. Estados Unidos podría seguir aumentando la presión sobre Corea del Norte a través de sanciones económicas o aislamiento diplomático, dejando abierta la posibilidad de negociaciones si Pyongyang cambia su postura.

En el Mar del Este, es probable que Estados Unidos amplíe y fortalezca la cooperación con los países que tienen disputas con China para evitar la militarización de dicha región. En cuanto al Estrecho de Taiwán, el aumento de las ventas de armas y la mejora de las relaciones diplomáticas con Taiwán (China) podrían incrementar las tensiones con China, empujando a la región hacia una confrontación peligrosa.

Estos escenarios podrían tener consecuencias de amplio alcance para la región. Específicamente:

Para los aliados

Los aliados de Estados Unidos en la región, especialmente Japón, Corea del Sur y Australia, tendrán que ajustar sus estrategias para adaptarse al nuevo entorno competitivo. Las demandas de la administración Trump 2.0 de mayores contribuciones financieras y autonomía de defensa obligarán a estos países a aumentar el gasto en defensa, al tiempo que a ser más cautelosos en sus relaciones con Washington para evitar verse arrastrados demasiado a una confrontación con China.

Para la ASEAN

Los países de la ASEAN enfrentarán una presión cada vez mayor para lograr un equilibrio entre Estados Unidos y China. La política estadounidense puede traer oportunidades económicas y de seguridad, pero también plantea grandes riesgos si las tensiones regionales aumentan. La ASEAN seguirá manteniendo su neutralidad y al mismo tiempo promoverá una mayor cooperación dentro del bloque para proteger los intereses comunes y evitar verse atrapada en la lucha de poder entre las dos superpotencias.

Para China

Las medidas estadounidenses para contener a China no darán resultados rápidos y fáciles, porque Pekín ha estado bien preparado para lidiar con la presión de Washington. China puede fortalecer sus lazos con otros socios como Rusia y el bloque BRICS, y utilizar su poder económico y militar para mantener su posición en la región.

En ese contexto, la competencia entre Estados Unidos y China seguirá dominando la estructura de poder regional y planteará grandes desafíos para ambas partes.

En general, la administración Trump 2.0, con su ambición de remodelar el orden regional de Asia y el Pacífico en una dirección favorable a Estados Unidos, promueve prioridades como contener a China, fortalecer las alianzas y aumentar la presencia militar.

Sin embargo, esto es sólo la intención y el deseo del lado estadounidense. Las limitaciones internas, como las presiones presupuestarias, los desacuerdos internos y la adaptabilidad de los países socios, plantearán grandes desafíos para Washington.

Es más, China, con su creciente poder, ciertamente no se quedará de brazos cruzados viendo cómo Estados Unidos impone su influencia en la región. Por lo tanto, la confrontación entre Estados Unidos y China en Asia-Pacífico seguirá siendo un juego de largo plazo e impredecible, que requerirá ingenio de los países de la región para mantener la estabilidad y el equilibrio estratégico.

Dự báo chính sách của Tổng thống Trump (kỳ cuối):  Tâm điểm châu Á-Thái Bình Dương và ‘biến số’ cạnh tranh Mỹ-Trung
Donald Trump en la ceremonia de investidura de su segundo mandato como presidente en el Capitolio el 20 de enero. (Fuente: Reuters)

¿Es probable que la competencia entre Estados Unidos y China se intensifique durante el próximo mandato de Trump, señor embajador? ¿Qué nuevas variables adoptará esta gran competencia de potencias bajo la administración Trump 2.0, y qué impacto tendrá en el panorama global?

La competencia entre Estados Unidos y China bajo el gobierno de Trump 2.0 no sólo se intensificará, sino que también se expandirá y profundizará en muchas áreas, desde la economía y la tecnología hasta la geopolítica.

La dinámica competitiva no está impulsada simplemente por intereses nacionales, sino que también refleja una confrontación ideológica entre dos potencias: Estados Unidos busca proteger su influencia y su papel como gran potencia, mientras China intenta remodelar el orden global a su favor.

Aranceles y presiones económicas

La administración Trump planea imponer un arancel del 60% a los bienes exportados desde China a Estados Unidos, lo que afectará duramente a los sectores industriales y de alta tecnología. China, con una economía fuertemente dependiente del comercio y un superávit exportador de más de un billón de dólares en 2024, sufrirá graves pérdidas en el corto plazo.

Sin embargo, China ya no es tan vulnerable como lo era durante el gobierno de Trump 1.0. El país ha ampliado el consumo interno, diversificado sus mercados y fortalecido los lazos con países no occidentales para reducir su dependencia de Estados Unidos.

Sin embargo, el desafío de los aranceles ejercerá una gran presión sobre la economía china, que está creciendo lentamente y no se ha recuperado totalmente del Covid-19. Los aumentos arancelarios también perjudican a las empresas y a los consumidores estadounidenses, pero la administración Trump puede verlos como un precio necesario para obligar a las empresas estadounidenses a trasladar sus cadenas de suministro fuera de China y hacia mercados como India y el sudeste asiático.

Feroz competencia tecnológica

La tecnología será el campo de batalla más feroz en la confrontación entre Estados Unidos y China. Se espera que Trump amplíe la prohibición de las exportaciones de alta tecnología a China, apuntando a industrias estratégicas como la inteligencia artificial, los semiconductores y las redes 5G. Mientras tanto, China está impulsando el programa "Hecho en China 2025", invirtiendo fuertemente en sectores tecnológicos clave para volverse autosuficiente y reducir la dependencia de Estados Unidos.

La competencia tecnológica no sólo está configurando las relaciones bilaterales, sino que también está polarizando el mundo, obligando a otros países a elegir entre el ecosistema tecnológico estadounidense o chino. Esta será una batalla a largo plazo, en la que Estados Unidos tiene una ventaja a corto plazo, pero China también está aumentando constantemente sus capacidades.

Geopolítica: Las tensiones se extienden globalmente

La competencia entre Estados Unidos y China bajo el gobierno de Trump 2.0 no se limitará a la región del Indo-Pacífico, sino que se expandirá al ámbito global.

En la región asiática, Estados Unidos seguirá aumentando su presencia militar en el Mar del Este, apoyando a aliados como Japón, Corea del Sur y Australia para contrarrestar la expansión de la influencia de China en todos los aspectos. Es probable que el Mar de China Meridional se convierta en el centro de una competencia estratégica, incluso de un conflicto, a medida que una de las partes incrementa sus actividades de militarización y la otra responde con ejercicios de libertad de navegación.

En África y América Latina, Estados Unidos y China competirán por influencia a través de proyectos de inversión y ayuda. China ha obtenido una enorme ventaja con su iniciativa “Belt and Road”, pero Estados Unidos, con el regreso de Trump, intentará reafirmar su influencia mediante programas de cooperación bilateral y vínculos militares.

En Europa, Estados Unidos podría aumentar la presión sobre los aliados de la OTAN para que se enfrenten más fuertemente a China en las áreas de tecnología y comercio. Sin embargo, a Europa, con su dependencia del mercado chino, le resultará difícil adoptar una postura unificada.

Variables internas y limitaciones

La competencia entre Estados Unidos y China dependerá de varias variables importantes. En primer lugar , los aliados de Estados Unidos, como Japón, Corea del Sur y algunos países del sudeste asiático, enfrentarán presiones de ambos lados, lo que los obligará a considerar cuidadosamente equilibrar los intereses económicos con China y los compromisos de seguridad con Estados Unidos.

En segundo lugar , tanto Estados Unidos como China enfrentan desafíos internos. Estados Unidos continúa agobiado por divisiones políticas y problemas económicos como la inflación y la deuda pública. Mientras tanto, China, a pesar de estar mejor preparada, todavía enfrenta un crecimiento lento, recursos menguantes y una población en descenso.

En resumen, la competencia entre Estados Unidos y China bajo el gobierno de Trump 2.0 seguirá aumentando y transformando el panorama global. Aunque Estados Unidos tiene ventajas en tecnología y poder militar, China se ha vuelto fuerte y no se deja intimidar fácilmente.

El orden internacional en el futuro ya no será un juego unilateral, sino que se convertirá en un campo de batalla multipolar, donde ambas potencias tendrán que afrontar sus propias limitaciones y desafíos internos.

Para Vietnam, en 2025, los dos países celebrarán 30 años de normalización de relaciones diplomáticas. ¿Cuáles son sus expectativas para las relaciones entre Vietnam y Estados Unidos bajo la administración Trump 2.0, especialmente en el contexto del creciente énfasis en la cooperación económica y estratégica?

Las relaciones entre Vietnam y Estados Unidos a lo largo de las últimas tres décadas han sido una trayectoria especial, desde la normalización de las relaciones diplomáticas en 1995 hasta el presente, con notables avances en la cooperación económica, la educación, la diplomacia, la seguridad y el intercambio entre pueblos. Durante el período de Trump 1.0, las relaciones bilaterales no sólo se fortalecieron sino que también alcanzaron nuevas alturas, como se demostró a través de intercambios de alto nivel y una mayor cooperación comercial bilateral.

El Secretario General Lam y el Presidente Donald Trump, en llamadas telefónicas antes y después de la reelección de Trump, ambos expresaron su deseo de promover relaciones más profundas entre los dos países. Ambos líderes se han invitado mutuamente a realizar visitas oficiales en un momento apropiado, y si una visita de alto nivel tiene lugar en el año en que se conmemora el 30º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas, será un hito importante, no sólo para afirmar el compromiso de ambas partes sino también para dar forma al futuro de las relaciones bilaterales.

En el contexto de una economía global que enfrenta muchas fluctuaciones, Vietnam y Estados Unidos tienen intereses superpuestos, especialmente en la reestructuración de la cadena de suministro. Estados Unidos, con el objetivo de reducir la dependencia de China, sigue considerando a los países del Sudeste Asiático, incluido Vietnam, como un socio estratégico importante en la región. El aumento de las exportaciones de productos vietnamitas a Estados Unidos, así como el flujo de inversiones de empresas estadounidenses en Vietnam, contribuirán a estrechar aún más las relaciones económicas bilaterales.

En términos de seguridad estratégica, ambos países comparten preocupaciones sobre el mantenimiento de la paz, la estabilidad y la libertad de navegación en la región del Indo-Pacífico. Estados Unidos ha considerado y seguirá considerando a Vietnam un socio importante en su estrategia regional. La cooperación en áreas como el intercambio de información, la creación de capacidad marítima y el abordaje de desafíos de seguridad no tradicionales como el cambio climático y los desastres naturales tienen un fuerte potencial de crecimiento.

En 2025, cuando ambos países celebren el 30º aniversario de la normalización de las relaciones, no sólo será una oportunidad para mirar atrás a los logros, sino también un momento importante para dar forma al futuro. La promoción de visitas de alto nivel y nuevas iniciativas de cooperación creará impulso para que la relación bilateral siga desarrollándose de manera sostenible, contribuyendo a la paz, la estabilidad y la prosperidad común en la región.

Aunque todavía existen algunas diferencias en opiniones y sistemas políticos, Vietnam y Estados Unidos han demostrado que mediante un diálogo abierto, franco y mutuamente respetuoso se pueden eliminar las barreras. Con los esfuerzos de ambas partes, creo que la relación entre Vietnam y Estados Unidos seguirá avanzando en el futuro, afirmando el importante papel de los dos países en la región y en el ámbito internacional.

¡Muchas gracias Embajador!


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Fuente: https://baoquocte.vn/du-bao-chinh-sach-cua-tong-thong-trump-ky-cuoi-tam-diem-chau-a-thai-binh-duong-va-bien-so-canh-tranh-my-trung-301590.html

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