Si hay una tecnología civil que puede sobrevivir a las duras condiciones del campo de batalla, probablemente sea el controlador de juego.
OceanGate, la empresa propietaria del submarino de exploración Titán, ha recibido fuertes críticas por usar mandos de juego para operar el dispositivo. Sin embargo, no todos saben que estos mandos también han sido utilizados por el ejército estadounidense durante casi dos décadas.
CBS News analizó cómo la tripulación de un submarino Titán usó un mando de juego para controlarlo bajo el agua. El submarino OceanGate utiliza cuatro motores de propulsión eléctrica Innerspace 1200, capaces de desplazarse en todas direcciones a una velocidad de 3 nudos. El mando, identificado como un Logitech F710, utiliza una señal inalámbrica de 2,4 GHz.
La comunidad en línea ha señalado este detalle como un ejemplo de las fallas de seguridad del Titán. Muchos argumentan que un submarino capaz de sumergirse a más de 3 kilómetros bajo el agua y soportar presiones 380 veces superiores a las del nivel del mar requiere un sistema de control más complejo. Además, una expedición al naufragio del Titanic necesita más funciones y luces intermitentes que un simple monitor de PC y un mando de juego.
Pero técnicamente, usar un mando tiene todo el sentido. Se ha generalizado en la tecnología, e incluso el ejército estadounidense usa mandos de juego para misiones críticas.
De uso común en el ámbito militar.
El primer mando exitoso fue el joystick Atari 2600, lanzado en 1977. Durante los siguientes 45 años, compañías como Coleco, Nintendo, Sega, Sony y Microsoft se esforzaron por diseñar un mando que ofreciera a los jugadores un conjunto completo de botones y gatillos, pero que a la vez fuera ligero y cómodo de sostener durante horas. Además, debía ser económico, pero con altos estándares de calidad.
La durabilidad del mando no solo es reconocida por los jugadores. En la década del 2000, Estados Unidos desplegó el robot de desactivación de artefactos explosivos Pacbot 310 en Irak y Afganistán. El robot se operaba mediante un mando Xbox con cable, lo que permitía a los expertos controlar el dispositivo desde una distancia segura.
Otra razón por la que el ejército estadounidense prefiere los mandos es que muchos, si no la mayoría, de los jóvenes reclutas ya han usado un mando de juego. Esto elimina la necesidad de formación en nuevo hardware, lo que permite centrar los recursos en otros procesos.
El uso de equipos comerciales y económicos también evita a las empresas los trámites administrativos cuando se necesitan reemplazos. Basta con ir a Best Buy o a una tienda de electrónica para comprar el mismo controlador. Esto también permite a las empresas almacenar fácilmente piezas de repuesto.
Hoy en día, casi todas las fuerzas armadas utilizan mandos de videojuegos para operar equipos militares. Por ejemplo, el submarino de ataque nuclear clase Virginia utiliza mandos de Xbox para operar mástiles fotónicos, que funcionan como periscopios, pero sin las lentes. Mientras tanto, la Fuerza Aérea utiliza mandos en el entrenamiento con simuladores de vehículos blindados Stryker.
En 2017, el Ejército británico probó un vehículo todoterreno controlado remotamente con un mando de Xbox. Durante el conflicto entre Rusia y Ucrania, se utilizó una consola Steam Deck para controlar una ametralladora Sabre. En Israel, el vehículo blindado Carmel, un vehículo de prueba para nuevas tecnologías, también fue operado parcialmente con un mando de Xbox.
(Según PopMech)
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