Desde aproximadamente el siglo IV hasta el siglo XIII, el antiguo pueblo Cham adoptó una cultura única influenciada por el hinduismo. Desde entonces, se construyeron numerosos templos en el centro de Vietnam para venerar a los dioses hindúes y servir como lugares de culto para la dinastía Champa.
A través de vaivenes históricos y cambios materiales, hoy aquellos templos son sólo ruinas pero aún se consideran obras importantes, prueba de una dinastía brillante.
Los templos y torres de My Son están construidos con ladrillos cocidos, con columnas de piedra y decorados con relieves de arenisca que representan escenas de la mitología hindú.
Hasta ahora, no se han realizado investigaciones sobre las técnicas de cocción de ladrillos ni el nombre del adhesivo que utilizaba el antiguo pueblo Cham para construir las torres sin una sola junta de mortero que han perdurado durante miles de años en las duras montañas y bosques.
Desde su descubrimiento, el Santuario de My Son siempre ha sido un lugar misterioso cuya respuesta aún no ha sido descubierta por los científicos . Gracias a su arquitectura única, con gran valor cultural y estético, el Santuario de My Son es un modelo especial que demuestra el intercambio cultural, con una sociedad indígena adaptándose a las influencias culturales externas, especialmente al arte y la arquitectura hindúes del subcontinente indio.
Kommentar (0)