(Dan Tri) - Realmente no entiendo a mi marido. Ha cambiado por completo desde que nos casamos.
Antes de casarnos, siempre fue atento y considerado; recordaba cada día festivo, aniversario, e incluso un día normal podía convertirse en una ocasión especial para sorprenderme.
En mi cumpleaños, preparó con esmero pasteles, rosas y regalos. En San Valentín, nunca me dejó sentirme triste; siempre tenía flores, regalos y mensajes cariñosos que me alegraban el día. Creo que he encontrado a un hombre maravilloso que siempre me amará y me cuidará.
Sin embargo, menos de un año después de casarnos, todo cambió drásticamente. En nuestro primer San Valentín después de la boda, lo esperé con ilusión, convencida de que seguro me tendría preparada alguna sorpresa.

Pasé todo el día mirando ansiosamente el teléfono, esperando un mensaje cariñoso de mi marido o alguna señal de que estuviera planeando algo especial. Pero nada.
Esa noche, pensé que tal vez quería darme una sorpresa mayor, esperando hasta tarde para darme el regalo. Pero no, cuando el reloj marcó pasada la medianoche, me di cuenta con amargura de que se había olvidado por completo de ese día. Ni un solo saludo, ni un solo gesto de cariño. Estaba tan enfadada que quería llorar, pero solo pude darme la vuelta y dormirme, con el corazón lleno de decepción.
Le había preparado un regalo, un reloj que había elegido con mucho cuidado. Pero en ese momento ya no quería dárselo. Lo guardé en un rincón del armario, preguntándome si habría esperado demasiado.
Lo mismo ocurrió el pasado Tet. Antes, cada vez que llegaba el Tet, me preparaba pequeños sobres con dinero de la suerte, regalos pequeños pero significativos. Un año, incluso me regaló un precioso ao dai rojo, diciendo que quería que estuviera guapa el primer día del año. Pero este año, como marido y mujer, no recibí nada.
Él sigue yendo de compras, comprando regalos para ambas familias, cuidando bien de la familia, pero a mí no me presta atención. No pido regalos caros, pero al menos un poco de atención me basta para sentirme querida.
Empecé a sentirme frustrada, decepcionada y triste. ¿Es posible que, una vez casada, una mujer ya no merezca el mismo respeto que cuando era amante? ¿Es el matrimonio el fin del romance?
Se lo conté a una amiga íntima; ella solo sonrió con tristeza y dijo: «Todos los hombres son así; una vez casados, todo se convierte en una obligación, ya no es algo por lo que tengan que esforzarse». No quería creerlo, pero al recordar lo que estaba pasando, no pude evitar pensar que tal vez tenía razón.
No soy de las que piden cosas, ni soy materialista. Lo único que quiero es un poco de cariño, un poco de amor.
Si estuviera realmente ocupado, un mensaje cariñoso, un abrazo tierno o simplemente un saludo en días especiales bastarían para alegrarme el corazón. Pero parece que ya no le importan esas cosas.
Sigue siendo un buen marido en el verdadero sentido de la palabra: no bebe, no juega, no es descuidado a la hora de cocinar, pero aún siento que falta algo.
Echo de menos los viejos tiempos, la sensación de ser mimada, la sorpresa, la ilusión de cada Navidad. Ahora, todo eso es solo un recuerdo que se desvanece.
Intenté hablar con él sobre esto. Le dije que me entristecía que ya no recordara los días especiales. Pero él solo sonrió y dijo: "Somos marido y mujer, así que las formalidades no importan".
Esa respuesta me entristeció. No necesito formalidades, solo necesito sentirme amada. ¿Por qué antes podía hacerlo y ahora no?
Me pregunto: ¿Son todos los hombres así? ¿O es solo mi marido? No espero regalos caros, solo un poco de cariño, un poco de afecto en mi matrimonio.
¿Estoy pidiendo demasiado? ¿O simplemente espero demasiado de un amor que dure para siempre como al principio?
Ya no sé qué hacer. No quiero ser la esposa que se queja o culpa a su marido todo el día. Pero tampoco puedo aceptar un matrimonio aburrido donde el romance se va apagando con el tiempo.
El espacio "Mi Historia" recopila historias sobre el matrimonio y la vida amorosa. Si tiene alguna historia que compartir, por favor, envíela al programa por correo electrónico: dantri@dantri.com.vn. Su historia puede ser editada si es necesario. Atentamente.
Fuente: https://dantri.com.vn/tinh-yeu-gioi-tinh/toi-da-mua-dong-ho-dat-tien-nhung-khong-tang-chong-valentine-nua-20250215084411484.htm






Kommentar (0)