1. Santorini
Santorini destaca como una perla blanca en medio del océano turquesa (Fuente de la foto: CN Traveller)
Entre las numerosas islas pequeñas del archipiélago de las Cícladas, Santorini destaca como una perla blanca en medio del océano turquesa. Sus tejados de cúpula azul, salpicados de características paredes encaladas, enclavados en los escarpados acantilados, crean un paisaje majestuoso y poético. El verano en Santorini es la época más hermosa del año. La luz del sol tiñe de dorado cada callejuela del pueblo de Oia, donde la puesta de sol se considera una de las más bellas del mundo . Cuando el sol se oculta tras el horizonte, el cielo se torna carmesí y el mar azul se convierte en un espejo que refleja esa imagen mágica.
Los visitantes pueden pasear tranquilamente por las calles empedradas, degustar una copa del famoso vino local Assyrtiko o relajarse junto a las piscinas infinitas de los hoteles boutique con vistas al mar Egeo. Santorini no solo es hermosa, sino que también sabe cómo cautivar con su tranquilidad y elegancia.
2. Atenas
Atenas es una epopeya viviente en el corazón de Europa (Fuente de la imagen: Newmarket Holidays)
Si Santorini es un romántico cuadro de tinta, Atenas es una epopeya viviente en el corazón de Europa. Esta ciudad no solo es la capital de Grecia, sino también la cuna de la civilización occidental, donde el tiempo parece detenerse ante las columnas de mármol del Partenón, que se alzan majestuosas en la Acrópolis.
El verano en Atenas puede ser caluroso, pero ese sol también realza la belleza ancestral de la ciudad. Bajo el cielo azul, cada losa de piedra y cada escalón de los edificios antiguos resplandecen, narrando milenarias historias de mitos, filosofía y arte. No te pierdas una visita a la arbolada Plaka, donde pequeños cafés se esconden bajo buganvillas moradas, ni a los bulliciosos mercados nocturnos repletos del sonido del bouzouki.
Atenas es también un lugar donde lo antiguo se fusiona con lo moderno. Es fácil encontrar museos contemporáneos y restaurantes con estrellas Michelin escondidos entre edificios antiguos, creando un espacio turístico a la vez profundo y vanguardista.
3. Mykonos
Mykonos es la isla más vibrante y moderna (Fuente de la imagen: Luxury Estates International)
Cuando se habla de destinos turísticos de verano en Grecia, es imposible no mencionar Mykonos, la isla más vibrante y de moda. A diferencia de la tranquilidad de Santorini, en Mykonos todo cobra vida bajo el sol radiante. Sus playas de fina arena blanca, sus aguas cristalinas y sus fiestas que duran toda la noche son las especialidades de esta isla.
Al amanecer, Mykonos despierta con el suave murmullo de las olas y el vaivén de las pequeñas embarcaciones. Por la tarde, cuando el sol empieza a suavizarse, los turistas acuden en masa a playas famosas como Paradise o Super Paradise para disfrutar de cócteles y dejarse llevar por la vibrante música. Por la noche, la isla se transforma en un escenario gigante donde todos los colores y ritmos se funden en una fiesta sin fin.
Además del mar azul y las fiestas, Mykonos también atrae a los viajeros con el tranquilo pueblo de Chora, con sus molinos de viento de cuento de hadas, callejuelas serpenteantes como un laberinto y cafés artísticos enclavados bajo exuberantes viñedos.
4. Meteora
Meteora es como una majestuosa sinfonía entre el cielo y la tierra (Fuente de la foto: Peter Orsel)
Enclavada en el centro de Grecia, Meteora es como una majestuosa sinfonía entre el cielo y la tierra, donde antiguos monasterios se alzan sobre imponentes pilares de piedra, creando una escena surrealista que sobrecoge a los visitantes. El nombre «Meteora» en griego significa «suspendida en el aire», y es cierto: las estructuras aquí parecen flotar entre las nubes, etéreas y sagradas a la vez.
En verano, el cielo azul despejado crea las condiciones ideales para explorar la zona. Los visitantes pueden ascender a monasterios como Great Meteoron o Varlaam, siguiendo escalones de piedra tallados a mano hace cientos de años. Desde lo alto, se abre una vista panorámica de un exuberante valle verde que se extiende a sus pies, dando la sensación de tocar el cielo.
Meteora no es tan bulliciosa como las playas más famosas, pero posee una tranquilidad singular, una tranquilidad que reconforta el alma. Este lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una parada imprescindible en cualquier viaje para descubrir Grecia.
5. Creta
Creta es un lugar donde se encuentran el mito, la historia y la naturaleza salvaje (Fuente de la imagen: Esales Property)
Creta no solo es la isla más grande de Grecia, sino también un lugar donde se entrelazan mito, historia y naturaleza salvaje. Es la legendaria patria de Zeus, donde alguna vez existió la brillante civilización minoica con el mítico palacio de Cnosos.
El verano en Creta es un viaje lleno de color. Desde las arenas rosadas de la playa de Elafonisi hasta el desfiladero de Samaria, uno de los cañones más largos de Europa, los visitantes se encontrarán en un mundo donde la naturaleza permanece intacta. Si te apasiona explorar la cultura, no te pierdas la antigua ciudad de Chania, con sus murallas venecianas de piedra, su faro turco y sus mercados locales repletos de sabores mediterráneos.
La gastronomía de Creta es otro de sus grandes atractivos. Desde el mejor aceite de oliva y el exquisito queso feta, hasta el picante raki, todos sus sabores evocan el sol, el viento y la tierra. Creta no solo es hermosa, sino también generosa y llena de encanto, lo que invita a regresar a todo aquel que la visita.
Los destinos de verano en Grecia no son solo lugares para relajarse, sino también un viaje para conectar con el pasado y descubrir el arte de vivir con calma y profundidad. Desde la belleza ancestral de Atenas, el romanticismo infinito de Santorini y la pasión de Mykonos, hasta la sacralidad de Meteora y la diversidad de Creta, todo se fusiona para crear una espléndida experiencia veraniega.
Fuente: https://www.vietravel.com/vn/am-thuc-kham-pha/dia-diem-du-lich-hy-lap-mua-he-v17394.aspx






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