El 13 de febrero de 2025, Nissan y Honda anunciaron la finalización de las negociaciones de fusión, iniciadas a finales de 2024 mediante un memorando de entendimiento firmado el 23 de diciembre. La principal razón aducida fue la falta de consenso entre ambas partes, en particular la objeción de Nissan a la propuesta de convertirse en filial de Honda, lo que, según se dice, provocó que las negociaciones llegaran rápidamente a un punto muerto.
Si bien ambos aún mantienen la cooperación en áreas como la electrificación y el desarrollo de software, está claro que no pueden llegar a un consenso para avanzar con un movimiento importante como una fusión. Los observadores dicen que el colapso resalta aún más la inestabilidad dentro de Nissan, así como la creciente presión que obliga a los fabricantes de automóviles japoneses a buscarse entre sí para compartir los costos de investigación y producción y responder a la tendencia de los vehículos eléctricos.

La medida, si se confirma, podría sacudir la industria automotriz japonesa, que está experimentando una importante transformación bajo la presión de la electrificación y la transformación del software.
En ese contexto, el diario Mainichi Shimbun informó que un ejecutivo de Toyota se había reunido con Nissan para discutir alguna forma de cooperación. Esta información fue citada posteriormente por Automotive News, aunque tanto Toyota como Nissan declinaron hacer comentarios oficiales.
Hablando en el Consumer Electronics Show (CES) en enero, el presidente de Toyota, Akio Toyoda, descartó la posibilidad de que Toyota se involucrara en una fusión importante que involucrara a Nissan, citando preocupaciones antimonopolio. Sin embargo, esta opinión puede haber cambiado después de que fracasaran las negociaciones entre Nissan y Honda.

A lo largo de los años, Toyota ha construido silenciosamente una amplia red de influencia en la industria automovilística nacional, con participaciones en muchos de los principales fabricantes de automóviles: 20% en Subaru, 5,1% en Mazda, 4,9% en Suzuki y 5,9% en Isuzu. Por lo tanto, cualquier movimiento para estrechar la mano o intercambiar acciones con Nissan será altamente estratégico y potencialmente complicado.
De hecho, el presidente Akio Toyoda expresó su decepción por el comunicado de prensa conjunto de Nissan y Honda tras la firma del memorando de entendimiento de fusión. "No hay contenido específico sobre los productos, solo palabras vagas como 'motor de crecimiento' o 'líder mundial en vehículos móviles'", dijo Toyoda, criticando implícitamente la falta de sustancia en el plan de fusión de los dos rivales.
Nissan se encuentra actualmente en medio de una importante reestructuración después de años de perder la dirección del producto y la estrategia global. Bajo la presidencia de Carlos Ghosn, Nissan se fijó el ambicioso objetivo de alcanzar unas ventas de 8 millones de vehículos al año para 2020. Sin embargo, según las cifras de la compañía, en el año fiscal 2024 (que finaliza el 31 de marzo de 2025), las ventas de la compañía solo alcanzarán los 3,3 millones de vehículos, menos de la mitad del objetivo anterior.

El director de producto, Iván Espinosa, admitió que la estrategia de crecimiento “demasiado rápido y demasiado peligrosa” de Ghosn tuvo graves consecuencias. Para recuperar la eficiencia, Nissan está reduciendo costos drásticamente: eliminando 20.000 empleos a nivel mundial, cerrando siete fábricas, reduciendo la complejidad de los componentes en un 70% y cesando la producción de seis plataformas de chasis. Sin embargo, la compañía mantiene su compromiso de seguir invirtiendo en la marca de coches de lujo Infiniti.
Actualmente, Nissan espera una alianza estratégica con Renault y Mitsubishi para desarrollar en conjunto modelos de automóviles utilizando el mismo chasis y componentes, cambiando sólo la marca para optimizar costos y tiempos de salida de los productos al mercado.
Aunque el contenido específico de la discusión entre Toyota y Nissan no está claro, los analistas dicen que cualquier forma de cooperación, desde compartir plataformas de vehículos eléctricos y cooperación en el desarrollo de software hasta fusiones de empresas conjuntas en mercados extranjeros, puede traer beneficios significativos para ambas partes.

Sin embargo, las barreras legales, las diferencias en la cultura corporativa y la competencia tradicional entre las dos corporaciones pueden hacer que el proceso de negociación sea largo o difícil para alcanzar un resultado específico. Si bien Toyota se encuentra actualmente en una posición abrumadora en términos de ventas, ganancias y tecnología, Nissan todavía está luchando por encontrar una dirección de desarrollo a largo plazo.
En un período en el que la industria automovilística mundial está migrando fuertemente hacia tecnologías eléctricas y de software, los fabricantes japoneses difícilmente pueden "actuar solos" si desean mantener su competitividad. La cuestión ahora no es “si cooperar o no”, sino “quién dirigirá el juego”.
Fuente: https://khoahocdoisong.vn/toyota-bat-ngo-tiep-can-giai-cuu-nissan-post1542891.html
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