Las relaciones entre personas del mismo sexo ya son ilegales en Uganda, al igual que en más de 30 países africanos, pero la nueva ley va más allá. Esta ley impone la pena de muerte a los reincidentes que infringen la ley y propagan una enfermedad mortal como el VIH/sida a través de las relaciones homosexuales. También impone una pena de 20 años de prisión por promover la homosexualidad.
Presidente de Uganda, Yoweri Museveni. Foto: Reuters
“Hoy, el presidente de Uganda ha legalizado la homofobia y la transfobia...”, dijo Clare Byarugaba, activista ugandesa de derechos humanos.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó la medida como una "trágica violación" de los derechos humanos y dijo que Washington evaluaría el impacto de la ley "en todos los aspectos del compromiso de Estados Unidos con Uganda".
“Estamos considerando medidas adicionales, incluida la imposición de sanciones y la restricción de la entrada a Estados Unidos a cualquier persona involucrada en graves abusos contra los derechos humanos o corrupción”, dijo.
En una declaración conjunta, el programa insignia de Estados Unidos contra el VIH/SIDA, PEPFAR, el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) dijeron que la ley pone "en peligro" la lucha de Uganda contra el VIH.
Dominic Arnall, director ejecutivo de Open For Business, una coalición de empresas que incluye a Google y Microsoft, dijo que el grupo estaba profundamente decepcionado y que la ley iba en contra de los intereses de los ugandeses.
El organismo de derechos humanos de la ONU se declaró "consternado". La decisión de Uganda podría animar a los legisladores de los países vecinos Kenia y Tanzania a buscar medidas similares.
“Degradar a cualquier persona, independientemente de su género, y aplicarle la pena de muerte según su identidad y su estilo de vida es algo de lo que todos deberíamos avergonzarnos”, declaró el cineasta sudafricano Lerato. “Podríamos comparar esto con el apartheid, o incluso peor”.
Mai Anh (según Reuters)
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