1. Santorini, Grecia
Santorini ha sido durante mucho tiempo un símbolo de belleza clásica y poética (Fuente de la foto: Collected)
Santorini, la perla azul blanquecina en medio del mar Egeo, ha sido durante mucho tiempo un símbolo de la belleza más clásica y poética entre las islas de Europa. Con sus prístinas casas blancas encaramadas precariamente sobre los acantilados, sus cúpulas azules que parecen tocar el cielo, Santorini se presenta como una canción melodiosa entre la dorada luz del sol y la brisa salada del Mediterráneo.
Al llegar a la isla, sentirás el ritmo lento de la vida como si retrocedieras en el tiempo. Pasear por las estrechas callejuelas adoquinadas, contemplar cómo la puesta de sol tiñe de púrpura el pueblo de Oia o disfrutar de una copa del famoso vino Assyrtiko crean una imagen poética de la vida isleña en Europa: a la vez tranquila y apasionada.
Santorini no es sólo un lugar para parejas enamoradas, sino también una parada ideal para soñadores, corazones que anhelan tocar alguna vez la perfecta belleza que la naturaleza ha otorgado a la mítica tierra de Grecia.
2. Madeira, Portugal
Madeira aparece como una franja de seda verde sobre el mar (Fuente de la foto: Collected)
Enclavada en medio del océano Atlántico, lejos de la Europa continental, Madeira se presenta como una franja de seda verde sobre el mar. Esta isla europea es una armoniosa combinación de naturaleza salvaje, imponentes montañas, exuberantes valles verdes y espectaculares acantilados que abrazan el vasto océano.
Madeira es conocida como la "isla de la eterna primavera" por su clima templado durante todo el año. Aquí podrá escalar las singulares levadas, admirar las cascadas que caen desde las cimas hacia los valles o simplemente sentarse tranquilamente en la orilla ventosa a escuchar el susurro de las olas y el viento que narra la historia milenaria.
Funchal, la capital de Madeira, es una visita obligada con sus jardines tropicales, el Mercado dos Lavradores y el famoso vino de Madeira con sabor a mar. Quienes aman la naturaleza y buscan la paz encontrarán fácilmente el espacio limpio y majestuoso de esta isla europea.
3. Hvar, Croacia
Hvar es una isla prominente y encantadora de Croacia (Fuente de la foto: Recopilada)
Hvar, la brillante joya del mar Adriático, es una de las islas más impresionantes y encantadoras de Croacia. Enclavada en la costa dálmata, Hvar fascina a los visitantes con su perfecta combinación de patrimonio histórico, arquitectura antigua y espacios naturales llenos de sol y aromas florales.
Esta isla europea es famosa por sus interminables campos de lavanda púrpura, que crean una escena poética, como la de un cuento de hadas. Cada verano, el aroma de la lavanda se extiende por todas partes como una nota musical que invita a los viajeros a sumergirse en la dulce atmósfera del cielo y la tierra.
Hvar no solo goza de una hermosa naturaleza, sino que también presume de arquitectura románica, gótica y renacentista. Pasear por sus calles adoquinadas, visitar la Catedral de San Esteban o relajarse en el puerto de Hvar contemplando el paso de los barcos: cada experiencia aquí se graba en la memoria como un poema sin palabras.
4. Capri, Italia
Capri es el destino soñado de muchas almas amantes de la belleza (Fuente de la foto: Recopilada)
Capri, la joya a orillas de Nápoles, ha sido durante mucho tiempo un destino de ensueño para muchos amantes de la belleza. Esta isla europea destaca por su majestuosa, clásica y sofisticada belleza, como una sinfonía de naturaleza y el lujo de la antigua aristocracia europea.
Con sus escarpados acantilados y misteriosas cuevas como la Grotta Azzurra, que brilla en un verde esmeralda, Capri es una obra maestra de la naturaleza. Las sinuosas carreteras que atraviesan hermosos pueblos, los jardines con aroma a cítricos y las antiguas villas ocultas tras los árboles dejan a los visitantes maravillados.
Capri no es ruidosa ni bulliciosa, pero fascina con su tranquilidad y su irresistible encanto. Es el lugar ideal para escapar del bullicio , relajarse y dejarse llevar por el latido de la naturaleza y la belleza pura de una poética isla europea.
5. Skye, Escocia
Skye tiene una belleza que es a la vez mágica y majestuosa (Fuente de la foto: Recopilada)
Si buscas un lugar mágico y majestuoso, Skye, una isla en las Tierras Altas de Escocia, es el lugar ideal. Es una de las islas más distintivas de Europa, no solo por sus impresionantes paisajes, sino también por su atmósfera impregnada de mitología celta.
Al pisar Skye, te sentirás abrumado por las escarpadas montañas Cuillin, los escarpados acantilados tallados en extrañas formas por el mar y las cascadas que fluyen por exuberantes valles verdes. El cielo gris plateado, la bruma y el viento aullante entre las laderas crean un paisaje tan místico que parecerás estar perdido en un mundo de cuento de hadas.
Skye no es un lugar para la diversión ruidosa, sino para corazones que anhelan el silencio, para viajeros que llevan en su interior el amor por la naturaleza salvaje y las leyendas antiguas. Esta isla europea es como un poema épico sagrado, y cada paso que des será una nota que resonará para siempre en tu alma.
Europa no carece de magníficas ciudades, majestuosas montañas ni extensas praderas. Pero las islas europeas ofrecen una belleza completamente diferente: profunda, delicada y llena de libertad. Es donde puedes vivir con tus emociones, dejar que tu alma siga las nubes y el viento y sumergirte en el colorido paisaje natural.
Fuente : https://www.vietravel.com/vn/am-thuc-kham-pha/dao-o-chau-au-v17314.aspx
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