12 platos japoneses para prevenir el hígado graso

Las investigaciones muestran que una dieta japonesa de 12 alimentos puede mejorar la enfermedad del hígado graso, prevenir el desarrollo de cirrosis e insuficiencia hepática.

Una investigación publicada en mayo por el Hospital Universitario Metropolitano de Osaka descubrió que alimentos japoneses populares como el arroz, la sopa de miso o la soja pueden limitar la acumulación de grasa en el hígado. Esta condición se presenta frecuentemente en personas con sobrepeso y obesidad, como resultado de una dieta poco saludable.

El equipo de investigación siguió la dieta y la progresión de la enfermedad del hígado graso en 136 personas. Calificaron la dieta de cada individuo basándose en el cumplimiento del Índice Dietético Japonés de 12 componentes (mJDI12) . Cuanto mayor sea la puntuación, menor será la tasa de transformación a cirrosis.

Los 12 alimentos de esta dieta incluyen sopa de miso, encurtidos, productos de soja, verduras, frutas, mariscos, hongos, algas, té verde, café, carne de res y de cerdo. Entre ellos, tres tipos de alimentos tienen efectos significativos en la inhibición del proceso de cirrosis: la soja, los mariscos y las algas.

Los expertos también descubrieron que las personas que comían más productos de soja tenían mayor masa muscular y una tasa general más baja de progresión de la fibrosis.

Investigaciones anteriores han demostrado que la soja es un alimento bajo en grasas, lo que la hace extremadamente eficaz para reducir el exceso de almacenamiento de grasa. Las algas contienen alginato que puede evitar que el cuerpo absorba toxinas, el compuesto fucoidan mejora la función hepática y lo protege.

Los productos de soya pueden ayudar a prevenir la cirrosis y el hígado graso. Foto: Freepik

Síntomas de la enfermedad del hígado graso no alcohólico

Según el Servicio Nacional de Salud de Japón, el hígado graso en etapa temprana no causa ningún daño, pero puede provocar daño hepático grave y cirrosis si no se trata a tiempo.

El grupo de alto riesgo de padecer enfermedad de hígado graso son las personas mayores de 50 años, personas obesas, con sobrepeso, personas con diabetes tipo 2, personas con presión arterial alta, colesterol alto o hábitos de tabaquismo.

El hígado graso suele ser asintomático en las primeras etapas. La forma más efectiva de detectarlo es un análisis de sangre. Las personas con fibrosis (estadio grave del hígado graso) pueden presentar dolor sordo o persistente en el abdomen superior derecho, fatiga extrema y pérdida de peso inexplicable.

A medida que la cirrosis progresa, el paciente experimenta síntomas más graves, como coloración amarillenta de la piel y del blanco de los ojos, picazón en la piel, hinchazón de las piernas, los tobillos, los pies o edema abdominal.

Thuc Linh (Según Express )

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