Complementar algunas vitaminas esenciales también es una forma de ayudar al cuerpo a mantenerse saludable.
Antioxidantes
Los antioxidantes ayudan a proteger el cuerpo de los radicales libres, reduciendo así el riesgo de ciertos problemas de salud y ralentizando el proceso de envejecimiento. Algunos estudios también sugieren que ayudan a fortalecer el sistema inmunitario, combatiendo los gérmenes que invaden el cuerpo. Los antioxidantes incluyen:
Betacaroteno : El cuerpo lo convierte en vitamina A, un nutriente que beneficia la vista, los tejidos blandos y la piel. El betacaroteno se encuentra en albaricoques, melones, zanahorias, guayabas, col rizada, papaya, duraznos, calabaza, pimientos rojos, espinacas y tomates.
Vitamina C (ácido ascórbico): Favorece la cicatrización de heridas y ayuda al cuerpo a producir glóbulos rojos. La vitamina C también aumenta los niveles de noradrenalina, una sustancia química del cerebro que ayuda a sentirse alerta y a aumentar la concentración.
Los estudios demuestran que los niveles de ácido ascórbico en el cuerpo disminuyen con el estrés o el envejecimiento. La vitamina C se puede obtener con suplementos de brócoli, pomelo, kiwi, naranjas, pimientos, patatas, fresas y tomates.
Vitamina E: También conocida como tocoferol, incluye compuestos relacionados llamados tocotrienoles. El cuerpo necesita vitamina E para mantener las células sanas y retrasar los signos del envejecimiento. Sin embargo, tomar demasiada vitamina E a diario puede aumentar el riesgo de sangrado. El cuerpo puede obtener este nutriente de alimentos como el aceite de maíz, el aceite de hígado de bacalao, las avellanas, la mantequilla de cacahuete, el aceite de cártamo, las semillas de girasol y el germen de trigo.
La vitamina C favorece la cicatrización de heridas y ayuda al cuerpo a producir glóbulos rojos. Foto: Freepik
Grupo de vitamina B
Tres tipos de vitaminas B que juegan un papel importante en el cuerpo incluyen: vitamina B6, B12 y vitamina B9 (ácido fólico).
La vitamina B6 también se conoce como piridoxina. El cuerpo necesita esta vitamina para el correcto funcionamiento del cerebro y para contribuir a la conversión de los alimentos en energía (también conocido como metabolismo). Entre los alimentos ricos en este nutriente se incluyen: pescado, patatas, judías verdes, aguacates, plátanos, frijoles, cereales, carne, avena y aves.
La vitamina B12 también es importante para el metabolismo, ya que ayuda al cuerpo a producir glóbulos rojos. El queso, los huevos, el pescado, la carne, la leche y el yogur son alimentos típicos ricos en esta vitamina.
La vitamina B9 contribuye a la salud del cerebro y la médula espinal. También produce ADN y ARN, y contribuye a la producción de glóbulos rojos normales y a la prevención de la anemia. El ácido fólico es especialmente importante para las mujeres embarazadas, ya que ayuda a prevenir defectos congénitos como la espina bífida.
Los alimentos ricos en folato incluyen espinacas y vegetales de hojas verdes, espárragos, frutas cítricas, melones, fresas, cereales fortificados, legumbres, garbanzos, frijoles negros, frijoles rojos, huevos e hígado.
Vitamina D
La vitamina D actúa como una hormona, ayudando a transportar calcio y fósforo (minerales importantes que mantienen los huesos fuertes). Sin suficiente vitamina D, el cuerpo absorbe calcio y fósforo de los huesos. Con el tiempo, esto provoca un debilitamiento de los huesos, lo que puede provocar afecciones como la osteoporosis, que aumenta el riesgo de fracturas.
Algunos alimentos que aportan vitamina D al organismo son los huevos y el pescado, especialmente el salmón, la caballa y las sardinas.
Vitamina K
La vitamina K desempeña un papel importante en el mantenimiento de huesos fuertes y la coagulación sanguínea en adultos mayores. Las mejores fuentes alimenticias incluyen vegetales de hoja verde, aceite de soya, brócoli, alfalfa, espinacas cocidas y aceite de pescado.
Los nutricionistas afirman que el cuerpo puede obtener suficientes vitaminas importantes de los alimentos sin depender de suplementos. Sin embargo, si necesita más información, consulte con su médico o nutricionista para conocer las opciones adecuadas.
Bao Bao o (Según WebMD )
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