
La Convención establece siete áreas clave de cooperación pionera y amplia:
(1) Criminalización: Unificar el marco jurídico global, exigiendo a los países incluir el ciberdelito en la legislación penal, manejar estrictamente actos como intrusión, sabotaje, fraude, lavado de dinero o difusión de contenido dañino, al tiempo que se garantizan los derechos humanos y la equidad judicial.
(2) Jurisdicción: Proporcionar principios claros y flexibles para ayudar a los países a coordinarse en la investigación y el procesamiento de los delitos transfronterizos de manera más efectiva.
(3) Medidas procesales: Permiten la recolección, preservación y monitoreo controlado de evidencia electrónica, equilibrando la ciberseguridad y la privacidad.
(4) Cooperación internacional: Establecer una red de comunicación 24 horas al día, 7 días a la semana para el intercambio de información de emergencia, ampliar la cooperación a todos los delitos graves y contribuir a la formación de un mecanismo global para compartir evidencia electrónica.
(5) Prevención: Llamado a la cooperación del gobierno , las empresas, el mundo académico y la comunidad en la protección del ciberespacio.
(6) Asistencia técnica: Promover la capacitación, la transferencia de tecnología, la alerta temprana y el intercambio de experiencias para reducir la brecha de capacidad digital.
(7) Mecanismo de implementación: Establecer un sistema de informes, revisión periódica y coordinación internacional para garantizar la transparencia, el respeto a la soberanía y mejorar la solidaridad mundial.
La Convención de Hanoi no es sólo un instrumento jurídico, sino también un símbolo de confianza y cooperación internacional hacia un ciberespacio seguro, justo y humano para toda la humanidad.
Vietnam.vn






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