La carrera de la inteligencia artificial (IA) ya no es una carrera de velocidad, sino una carrera armamentística geopolítica global. Lo que antes era un campo abierto y académico es ahora un juego brutal, secreto y extremadamente costoso.
En ese contexto, la declaración de Mark Cuban fue como una bomba de tiempo, obligando a todo el mundo tecnológico a reconsiderar su estrategia.
La carrera del billón de dólares por la IA
El mundo está presenciando una ola de inversión sin precedentes por parte de los gigantes tecnológicos. No solo se están adentrando en el mundo de la IA, sino que están apostando su futuro en él.
Los cuatro gigantes Microsoft, Alphabet (la empresa matriz de Google), Amazon y Meta han invertido la asombrosa suma de 320 000 millones de dólares en infraestructura de IA solo este año. Para ponerlo en perspectiva, esta cifra supera el PIB de muchos países. Gran parte de esta enorme inversión se destina a la construcción de supercentros de datos y a la modernización de la capacidad de procesamiento para los modelos de IA de próxima generación.
La razón es simple. En el mundo de la IA, el poder se mide por la cantidad de chips y la cantidad de datos. Quien tiene más, es más poderoso.
Microsoft, gracias a su alianza estratégica con OpenAI, ya contaba con la clave para acceder a los modelos de lenguaje más avanzados. Además, anunció planes para invertir 80 000 millones de dólares este año en la construcción de centros de datos para el entrenamiento y la implementación de IA en la plataforma en la nube Azure.
Google no se queda atrás, tras haber invertido unos 75 000 millones de dólares en IA y haber anunciado recientemente sus planes de invertir otros 25 000 millones para ampliar su red de centros de datos. Su baza es el chip TPU (Unidad de Procesamiento Tensorial) de séptima generación, diseñado específicamente para gestionar redes neuronales más profundas y complejas.
Amazon Web Services (AWS) también desarrolló sus propios chips llamados Trainium e Inferentia, para optimizar los costos y el rendimiento de las empresas que implementan IA en su plataforma.
Esta fiebre ha convertido a Nvidia en un imperio. De fabricante de tarjetas gráficas, Nvidia se ha convertido en el proveedor de armas definitivo en la guerra de la IA, con una capitalización bursátil que supera los 4 billones de dólares, una cifra inimaginable hace apenas unos años.
Las grandes empresas tecnológicas están compitiendo para convertirse en líderes en IA, invirtiendo miles de millones de dólares en infraestructura y ofreciendo enormes paquetes de compensación para atraer talento (Foto: FT).
Si el hardware es el "músculo", entonces el talento es el "cerebro" de la IA. Y la batalla por los mejores cerebros se libra a una velocidad e intensidad sin precedentes.
Los paquetes de compensación y beneficios han superado la norma. Según fuentes confiables, los principales expertos en IA de Meta pueden recibir paquetes de compensación de hasta $300 millones en cuatro años, con ganancias superiores a $100 millones en el primer año. Un ejemplo notable es Ruoming Pang, exejecutivo de Apple que, según se informa, se unió al equipo de "Super Inteligencia" de Meta con un contrato de $200 millones.
Los salarios promedio también son altísimos. Un investigador de IA en Microsoft puede ganar alrededor de $431,000 al año, mientras que algunos científicos investigadores en Nvidia ganan más de $600,000 al año. Eso es mucho más que el salario de un ingeniero de software sénior, uno de los puestos mejor pagados en Silicon Valley.
Las empresas están invirtiendo enormes sumas de dinero en reclutar talento de la competencia, lo que revoluciona por completo el mercado laboral tecnológico. Esto ya no es reclutamiento, sino un verdadero robo de talento.
La "bomba de la verdad" de Mark Cuban: la propiedad intelectual es el rey
Mientras los inversores están intoxicados por las cifras de crecimiento y las empresas están ocupadas "quemando dinero", el inversor multimillonario Mark Cuban, con la perspicacia de un hombre siempre adelantado a su tiempo, ha lanzado una breve pero contundente advertencia como una nueva ley.
En la red social X, declaró: «La propiedad intelectual es la reina en el mundo de la IA». Estas ocho palabras no son solo una opinión, sino una profecía sobre la siguiente fase de la guerra de la IA.
Cuban explicó: «Creo que lo que mucha gente no ve es que ninguna empresa que invierta más de un billón de dólares se va a quedar de brazos cruzados. Harán lo que sea necesario para dominar. No sé qué harán, pero creo que la cosa se va a poner muy intensa».
Invertir cientos de miles de millones de dólares en hardware y talento es solo el comienzo, afirma. En la siguiente fase, los gigantes invertirán aún más dinero para asegurar la propiedad intelectual (PI) que consideran fundamental. Se aproxima la era de los muros, fosos y ecosistemas cerrados. El objetivo no es solo ganar, sino monopolizar.
La advertencia de Cuban suena como la sentencia de muerte para la cultura de "publicar o perecer" que ha dominado la academia y la investigación tecnológica durante décadas.
“La era de ‘publicar o desaparecer’ probablemente haya terminado”, dijo Cuban. “Ahora es ‘cuanto más publiques, menos valioso serás’, porque los modelos de las plataformas absorberán al instante todo lo que compartas”.
Cualquier investigación, código o conjunto de datos que se haga público puede ser absorbido inmediatamente por modelos de IA rivales, lo que erosiona la ventaja competitiva de sus creadores. Por ello, el consejo de Mark Cuban a los innovadores, investigadores e ingenieros de IA es igualmente escalofriante: «Cifren su trabajo, guarden su código en un repositorio privado o pónganlo tras un muro de pago».
Este cambio de mentalidad es revolucionario. La apertura y el intercambio de conocimientos, que antes impulsaban el desarrollo de la IA, podrían ahora convertirse en su punto débil.
El inversor multimillonario Mark Cuban cree que en la cada vez más feroz carrera por la IA, la empresa que controle el talento y la propiedad intelectual ganará (Foto: Getty).
Una guía para los inversores en la nueva era
Este cambio estratégico tiene profundas consecuencias para el mercado de valores y los inversores. La presión para generar rentabilidad con estas enormes inversiones es cada vez mayor. Si no logran comercializarlas, las impresionantes cifras de gasto de hoy se convertirán en enormes "puntos rojos" en las cuentas del mañana.
A través de la lente de Mark Cuban, el mapa de inversión en IA se vuelve más claro:
Busquen "fortalezas de propiedad intelectual": En lugar de centrarse únicamente en quienes más invierten, busquen empresas con sólidas carteras de patentes, conjuntos de datos únicos e inimitables, y alianzas estratégicas excepcionales. Nvidia es un excelente ejemplo de cómo esta estrategia funciona.
Invertir en “armas” e “infraestructura”: las empresas que proporcionan las herramientas y plataformas para la carrera de la IA, como Nvidia (chips) y los principales proveedores de servicios en la nube, seguirán beneficiándose independientemente de quién gane en última instancia las guerras de modelos.
Diversifique para reducir el riesgo: Si no quiere apostar todo a un solo caballo, los ETF basados en IA son una opción inteligente. Ofrecen una canasta diversificada de acciones, lo que ayuda a reducir el riesgo de que una empresa en particular se quede atrás en la carrera.
En definitiva, el mensaje de Mark Cuban es una dura advertencia. La guerra de la IA ha entrado en una nueva fase, más brutal e implacable. En este juego de un billón de dólares, la victoria no será de quien tenga el algoritmo más inteligente, sino de quien posea las "llaves" del reino: la propiedad intelectual.
“Los tiempos están cambiando” y quienes no se adapten se quedarán atrás.
Fuente: https://dantri.com.vn/kinh-doanh/8-tu-cua-ty-phu-mark-cuban-khien-gioi-ai-chao-dao-20250723215606456.htm
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