El sur de Asia ha sido durante mucho tiempo un foco de competencia geopolítica entre grandes y medianas potencias. Con el auge de India y el desplazamiento de Estados Unidos hacia Asia, la región podría experimentar una escalada de la confrontación en el futuro próximo.
El artículo del autor Srijan Sharma se publicó en el sitio web Fair Observer el 17 de marzo. (Fuente: Captura de pantalla) |
Las dificultades se acumularon
Para la India, su esfera de influencia tradicional se ha visto amenazada en los últimos años, ya que sus fronteras orientales y occidentales se han vuelto inestables debido a las crisis en Myanmar y Bangladesh. Nueva Delhi también ha mostrado preocupación por la situación de seguridad en el noreste, donde el tráfico de drogas y armas está en aumento.
India está adoptando un enfoque diplomático cauteloso, pero este se está volviendo menos efectivo ante la creciente complejidad de las dinámicas regionales. Mientras tanto, Pakistán continúa aumentando su profundidad estratégica, especialmente tras las tensiones en Afganistán y Bangladesh. Además, China está reforzando su sólida presencia en la región a través de su Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI). Los recientes acontecimientos en el sur de Asia y la región circundante sugieren que los factores que podrían perjudicar a India están aumentando discretamente.
Mientras tanto, al otro lado de la frontera, Pakistán intenta lograr un equilibrio estratégico manteniendo buenas relaciones con Bangladesh, China y Turquía, con Daca incluida en el eje Islamabad-Pekín para contrarrestar a Nueva Delhi. Si bien esta estrategia tiene sentido a largo plazo, Pakistán también enfrenta numerosos desafíos.
Una de ellas es la creciente amenaza que suponen los talibanes en Kabul, especialmente el ascenso del grupo terrorista ISIS-Khorasan, que está tratando de consolidar su posición en Afganistán.
En segundo lugar, a pesar de ser socios estratégicos de Pakistán, China y Turquía podrían tener que considerar cuidadosamente cómo gestionar sus relaciones con Islamabad. Durante su visita a Pakistán el 13 de febrero, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, enfatizó que Nueva Delhi e Islamabad deberían resolver la cuestión de Cachemira mediante el diálogo, a diferencia del pasado, cuando Ankara siempre ha apoyado firmemente a Pakistán en su disputa fronteriza con la India. Mientras tanto, China planea centrar su atención en Estados Unidos, ya que Washington pretende confrontar directamente a Pekín en la región del sur de Asia.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan (izq.), y el primer ministro pakistaní, Shehbaz Sharif, firmaron una declaración conjunta en la séptima reunión del Consejo de Cooperación Estratégica de Alto Nivel entre Turquía y Pakistán, el 13 de febrero en Islamabad. (Fuente: Oficina del Primer Ministro de Pakistán) |
El ascenso del país a orillas del Ganges
En medio de crecientes dificultades, la hábil política exterior de la India le ayuda a gestionar las amenazas emergentes, a la vez que consolida y amplía su esfera de influencia tradicional. Hay numerosos ejemplos de ello.
En cuanto a las relaciones con Afganistán, en junio de 2022, Nueva Delhi envió una delegación a Kabul para discutir el restablecimiento de las relaciones después de que el gobierno de Narendra Modi cerrara la Embajada de la India en Kabul en agosto de 2021. La delegación tenía la tarea de facilitar la distribución de ayuda humanitaria al pueblo afgano, ayudando a Nueva Delhi a generar confianza con los talibanes inmediatamente después de la transición política.
En cuanto a las relaciones con Bangladesh y Myanmar, tras el golpe de Estado en Daca, cuando la primera ministra Sheikh Hasina dejó el cargo para irse al extranjero, Nueva Delhi ha estado en contacto con líderes del Partido Nacionalista de Bangladesh, buscando ganar influencia y armonizar las relaciones con este país. Por otro lado, el año pasado, India invitó a un grupo rebelde de Myanmar a negociar sobre el deterioro de la seguridad en la frontera noreste, que afecta al estado de Manipur.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump (derecha), recibe al primer ministro indio, Narendra Modi, en la Casa Blanca el 13 de febrero. (Fuente: AFP) |
A mayor escala, la reciente visita del primer ministro Narendra Modi a Estados Unidos ha generado cambios drásticos en el equilibrio de poder regional. Washington y Nueva Delhi están profundizando sus vínculos estratégicos mediante las iniciativas COMPACT y TRUST para promover la cooperación multilateral, especialmente en tecnología y defensa.
Cabe destacar que el presidente Trump también ha ofrecido suministrar aviones de combate F-35 a la India. Si el primer ministro Modi acepta el acuerdo, la situación podría cambiar, lo que pondría a Nueva Delhi en competencia con Pekín por la superioridad aérea. Además, la defensa aérea y la capacidad ofensiva de la India contra Pakistán aumentarían significativamente. Esto podría afectar al eje China-Pakistán.
A pesar de la volátil situación en Asia Occidental y Europa, India aún tiene la oportunidad de expandir su influencia y promover la cooperación con Estados Unidos. Este proceso ayudará al país del sur de Asia a fortalecer las conexiones multilaterales y contribuirá a fortalecer la posición de Nueva Delhi en el ámbito internacional. Sin embargo, India debe ser cautelosa ante las reacciones de otros países para evitar conflictos innecesarios.
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Fuente: https://baoquocte.vn/an-do-loi-nguoc-do-ng-song-nga-m-chinh-tri-nam-a-308079.html
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