Los caracoles son una fuente rica de proteínas, pero comerlos de forma inadecuada puede causar infecciones bacterianas e intoxicación alimentaria.
Los caracoles al vapor con hojas de limón son un plato muy atractivo para muchos. (Foto: TC) |
Los caracoles son un plato popular en muchas partes del mundo , especialmente en Vietnam y Francia. Sin embargo, si no se preparan y procesan adecuadamente, pueden ser peligrosos para la salud, provocando infecciones bacterianas, parásitos o intoxicaciones alimentarias. Para garantizar su seguridad, es necesario prestar atención a lo siguiente:
1. No olvides soltar barro para los caracoles.
Según Mashed , los caracoles viven en ambientes fangosos y suelen comer diversas plantas, lodo e incluso materia orgánica en descomposición. Si no se libera el lodo antes de cocinarlos, pueden contener sustancias tóxicas, bacterias o pesticidas. Estos contaminantes pueden mezclarse con el agua de cocción, adherirse a la carne y ser perjudiciales para la salud.
Cómo eliminar correctamente el lodo de los caracoles: Déjalos en un recipiente con agua y tapa ventilada, sin alimentarlos durante 24 a 72 horas para eliminar toda la suciedad de su cuerpo. Algunas personas recomiendan alimentarlos con lechuga o harina de arroz para limpiar sus intestinos. Luego, lávalos varias veces con agua limpia y restriega el caparazón para eliminar la suciedad.
2. No cocines los caracoles a baja temperatura.
Los caracoles pueden contener parásitos como duelas del hígado, gusanos que causan meningitis, bacterias dañinas... Si no se hierven bien, estos patógenos pueden sobrevivir y entrar en el cuerpo humano.
Cómo hervir caracoles de forma segura:
- Hervir a alta temperatura: Hervir los caracoles a 100 grados centígrados durante al menos 10-15 minutos para matar completamente las bacterias y los parásitos.
- Retirar los caracoles flotantes: Si al hervir el agua algún caracol flota en la superficie, deséchalo porque puede estar muerto o infectado.
- Comprobar el punto de cocción: Una vez cocido, la carne del caracol debe estar firme y ya no viscosa.
3. No comas demasiados caracoles
Los caracoles son una fuente rica de proteínas, hierro y omega-3, pero también contienen purinas, un compuesto que puede aumentar el ácido úrico en la sangre, provocando gota y cálculos renales si se consumen en exceso. Por lo tanto, deberías:
- Limita el número de veces que comes: No debes comer caracoles más de 1-2 veces por semana, especialmente si tienes riesgo de gota.
- Combinar con verduras verdes: Comer caracoles con alimentos ricos en vitamina C (como pimientos, espinacas, tomates) ayuda a reducir el ácido úrico.
- Evitar beber alcohol mientras se comen caracoles: El alcohol aumenta el riesgo de acumulación de ácido úrico, lo que puede conducir fácilmente a la gota.
Composición nutricional de los caracoles
Los caracoles son un alimento nutritivo, que aporta una rica fuente de proteínas, vitaminas y minerales, además de tener un bajo contenido en grasas:
Proteínas y grasas: Según el Departamento de Agricultura de EE. UU., 100 g de caracoles contienen entre 12 y 16 g de proteína, una fuente de proteína de alta calidad. Su bajo contenido en grasa (solo 1-2 g por 100 g de caracoles) y su principal componente son las grasas insaturadas, son beneficiosas para el corazón.
Vitaminas: Los caracoles son ricos en vitamina B12, necesaria para la producción de glóbulos rojos y la función nerviosa. También contienen vitamina A, que favorece la visión y el sistema inmunitario, y vitamina E, que ayuda a proteger las células del daño de los radicales libres.
Minerales: Los caracoles aportan mucho hierro (aumenta la hemoglobina), magnesio (importante para los músculos y los nervios), zinc (refuerza el sistema inmunitario) y selenio (antioxidante). Además, los caracoles también contienen calcio, que contribuye a unos huesos fuertes.
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