Considerando su vasta historia, Bac Ninh es un testimonio vivo del pueblo vietnamita a través de cada época de transformación. Desde sus inicios, este lugar ha sido un centro densamente poblado por los antiguos vietnamitas, la cuna de la civilización Giao Chi y de la antigua ciudadela de Luy Lau, la primera capital del país bajo el dominio del Norte. La pagoda Dau, la tumba de Si Nhiep, los vestigios del budismo y el confucianismo... todo ello no son solo reliquias, sino también el corazón mismo donde se nutrieron y difundieron las creencias y el pensamiento, sentando las bases de la posterior cultura Dai Viet.
Bac Ninh: una tierra donde cada nombre de aldea, cada tejado de casa comunal, cada higuera de Bengala, cada ferry... son testigos históricos que cobran vida propia. Se oye el sonido de los tambores del festival Lim anunciando la primavera, se escucha la lírica melodía de Quan Ho, que impregna cada callejón, creando un patrimonio cultural inmaterial reconocido por la UNESCO, pero, sobre todo, es el orgullo que reside en el corazón de cada niño de Bac.
La esencia de Bac Ninh —antigua y vibrante a la vez— evoca la imagen de un anciano sabio que narra historias con voz cálida, pausada y erudita. Podría tratarse de la historia de San Giong, un niño de la aldea de Phu Dong que creció hasta convertirse en un gigante, cabalgando un caballo de hierro para arrastrar bambú y luchar contra el enemigo; la leyenda de Cao Lo Vuong, el talentoso artesano que forjó la ballesta Lien Chau para ayudar al rey An Duong Vuong a defender la ciudadela de Co Loa. O simplemente la historia de los eruditos confucianos y los más destacados intelectuales de la tierra del saber, Bac Ninh, donde «el talento abunda como cien flores», donde la puerta de Confucio resplandece con fuerza a pesar de haber atravesado numerosos altibajos históricos.
Cada río, cada campo, cada persona aquí lleva dentro el espíritu del saber, la lealtad en la sangre. Bajo el feudalismo, Bac Ninh fue la tierra con mayor número de médicos y eruditos de primer rango del país. El Gran Tutor Le Van Thinh, los eruditos de primer rango Nguyen Quan Quang, Nguyen Thien Tich, Nguyen Cong Hang… fueron figuras brillantes en el firmamento de la educación de Dai Viet, que enaltecieron a su patria y a su país.
El Parque Industrial Vsip es el más moderno del norte.
Pero la gente de Bac Ninh no solo estudia, sino que también «lleva la espada a la espalda y escribe con pluma». Cuando la patria está en peligro, los niños de aquí están listos para vestir el uniforme de guerrero. Durante las dos guerras de resistencia contra Francia y Estados Unidos, Bac Ninh fue una sólida retaguardia, una línea del frente indomable. Aldeas pacíficas se convirtieron en bases revolucionarias, desde donde partieron generaciones de jóvenes, donde cada palmo de tierra se empapó de sangre y lágrimas, cada casa tenía las huellas de los soldados y donde resonaron los susurros de los ideales.
Y fue también aquí donde el presidente Ho Chi Minh visitó Bac Ninh en 18 ocasiones, una cifra significativa que refleja su afecto por la región. En cada una de sus visitas, el tío Ho no solo depositó sus esperanzas en esta tierra de saber, sino que también encendió una nueva llama en los corazones de sus habitantes: la llama de la fe y el anhelo de cambio.
Desde la restitución de la provincia en 1997, Bac Ninh ha experimentado un rápido crecimiento durante el proceso de integración. Aún conserva pueblos artesanales tradicionales donde bullen las actividades de tejido, fundición de bronce y talla de plata, pero también han surgido decenas de zonas y clústeres industriales modernos que concentran importantes grupos económicos a nivel mundial. Si bien aún existen personas trabajadoras y creativas, ahora están impulsadas por la tecnología, el pensamiento integrador y las estrategias de desarrollo sostenible.
Carreteras que se ensanchan. Fábricas que bullen con el sonido de las máquinas. Zonas urbanas que se alzan majestuosas bajo la luz… Bac Ninh emprende una nueva etapa: una etapa de industrialización y modernización, sin olvidar sus raíces culturales e históricas. Aquí, la gente aún se reúne en las fiestas del pueblo, aún se deleita con las canciones de Quan Ho, aún lleva a sus hijos a las pagodas a venerar a Buda, aún encarga caligrafía primaveral… como una forma de preservar sus raíces culturales en medio del flujo de la modernidad.
Quizás lo que hace especial a Bac Ninh sea la armonía entre pasado, presente y futuro. Entre el tejado de las casas comunales cubierto de musgo y el rascacielos, entre la antigua canción folclórica de Quan Ho y el coro moderno de una tierra dinámica y en desarrollo, entre el patriotismo milenario y la aspiración a alcanzar la modernidad. Es un delicado equilibrio que no todas las tierras poseen.
Bac Ninh: tierra de encuentro espiritual, donde la gente no solo vive el presente, sino también los recuerdos y los sueños. Desde una pequeña zona rural a orillas de los ríos Duong y Cau, Bac Ninh ha estado escribiendo un nuevo capítulo: convirtiéndose en una provincia industrial desarrollada, civilizada y singular, digna de ser un destino de inversión, un lugar habitable y del que enorgullecerse.
Fuente: https://baobacninh.vn/bac-ninh-mien-at-toa-sang-ngan-nam-97246.html






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