Esta derrota, junto con la derrota por 0-3 contra Indonesia en la fase de clasificación para el Mundial, demuestra que el fútbol vietnamita ha retrocedido enormemente en comparación con sus rivales regionales. Ni siquiera la Copa ASEAN 2024 puede compensar esa creciente brecha, ya que la velocidad de naturalización de los jugadores de nuestros rivales siempre es mucho mayor que la nuestra.
Pero la lección más importante para el fútbol vietnamita no es cómo naturalizar jugadores, sino mirarlo desde una perspectiva más amplia: el factor humano, del cual la naturalización de jugadores es solo un aspecto. En términos puramente deportivos , Vietnam perdió considerablemente contra Malasia simplemente porque su calidad humana era superior.
Cuantos más jugadores naturalizados puedan vivir, entrenar y competir en Europa, más fácil será impulsar el nivel general del equipo. Así es el fútbol: naturalizarse o no, cuánto o cuánto, es simplemente una decisión técnica.
El fútbol vietnamita no puede mantenerse al margen de la tendencia de nacionalizar jugadores, pero esta no es la opción prioritaria cuando no contamos con ventajas financieras y de recursos, al menos en el futuro inmediato. La V-League no es transparente con los jugadores extranjeros y los clubes no tienen suficiente dinero para reclutar jugadores extranjeros de alta calidad, por lo que casos como el de Nguyen Xuan Son son escasos. Mientras tanto, la búsqueda de jugadores vietnamitas en el extranjero requiere un enfoque más proactivo y científico , y esta labor requiere tiempo y recursos financieros para la búsqueda y movilización a escala mundial.
En otras palabras, el objetivo es lograr que los jugadores de la selección nacional posean la calidad física y las habilidades futbolísticas necesarias para el fútbol continental y mundial , ya sean jugadores nacionales, vietnamitas o extranjeros naturalizados. En un contexto de oferta externa limitada, muy inferior a la de los países de la misma región, los entrenadores deben acelerar el desarrollo de los jugadores nacionales mediante decisiones a corto y largo plazo.
A pesar de sus diferencias, todos los países en desarrollo futbolístico construyen sus planes de acción sobre una base amplia, desde el fútbol base hasta la formación de jóvenes talentos y la capacidad de generar ingresos mediante la competición de clubes. Cuantos más clubes tengan sólidos recursos financieros, más profesional sea el entorno competitivo y más jugadores profesionales se formen, y esa es la base competitiva para muchas opciones de la selección nacional. Por otro lado, cuando el fútbol de clubes florece, la demanda de formación y competición aumentará naturalmente, lo cual beneficia al fútbol.
La derrota contra Malasia ha puesto al fútbol vietnamita ante una necesidad urgente: si no podemos avanzar, nos quedaremos atrás, y ese día está cerca. Los futbolistas deben olvidarse de inmediato de sus ventajas mentales y no pueden seguir mirando títulos y logros pasados con la esperanza de un cambio de vida, mientras los rivales que los rodean actúan y avanzan demasiado rápido.
Si bien sabemos que revitalizar el fútbol requiere muchos factores, el más importante sigue siendo el factor humano. Se trata del desarrollo simultáneo de la cultura, el pensamiento, la condición física y el entrenamiento. Es hora de que el fútbol de nuestro país cuente con un "programa de acción nacional", una reforma radical desde la raíz, con la participación de muchos sectores y, especialmente, de los recursos sociales.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/bai-hoc-lam-bong-da-post799389.html
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